Vista del salón |
Hace 42 años en la ciudad de Huancayo Mamá Lucha, matriarca de la familia Palacios, trabajaba como vivandera en la feria dominical de Huancayo. Su especialidad eran dos platos típicos: el mondongo y el picante de cuy. En aquellas épocas, en las que nadie soñaba con el boom gastronómico, ella tenía claro que cuando uno ofrece buena comida, la gente no duda en pagar el precio que sea. Sabía que su mano en la cocina era garantía de éxito, el siguiente paso era crecer pero ¿cómo hacerlo?
En una chacra de su propiedad decidió abrir un restaurante típicio. La fuerza de la tradición imponía que tuviera un nombre en quechua y eligieron Huancahuasi (Casa de piedra). Así comienza la historia de uno de los pocos restaurantes en Lima donde se puede encontrar la mejor comida regional. Cortesía de la casa, fui invitado a conversar con Paola Palacios, chef ejecutiva, para conocer un poco de su historia y para evaluar alguna de sus especialidades.
Patasca |
La clave de la patasca está en su cocción prolongada. Se cocina toda la noche para que el mote reviente, la carne suelte todas sus proteínas y resulte en un caldo muy concentrado. Estoy impresionado al saber que me sólo han servido una porción personal y cuando atisbo en otras mesas veo a otros clientes felices degustando un plato del tamaño de, no exagero, una ensaladera. También ofrecen una variante hecha con cabeza de cordero pero sólo es recomendable para aquellos acostumbrados a ese sabor tan especial.
Papas nativas con tres cremas |
La jornada continúa con las papas nativas con tres uchus. A ver señores, basta una mirada a la foto para notar la gran diferencia que existe en este plato cuando lo comparo con otros restaurantes. El "secreto" es la preparación en batán, así uno disfruta los sabores de los ingredientes y la textura del queso. Antes que hablar de premios o etiquetas yo sólo puedo felicitar a un restaurante que sigue manteniendo las recetas en su versión original. El uso de papas nativas está supeditado a la variedad disponible por temporada.
Siguiendo con los retos me sirven un vaso de chicha de jora. No es ácida ni intensa, es refrescante y alegra el corazón. La clave está en los días de fermentación lo que la hace más fácil de consumir. Para los más tradicionales tienen una chicha "madurita" más espumosa y de un sabor pronunciado.
Siguiendo con los retos me sirven un vaso de chicha de jora. No es ácida ni intensa, es refrescante y alegra el corazón. La clave está en los días de fermentación lo que la hace más fácil de consumir. Para los más tradicionales tienen una chicha "madurita" más espumosa y de un sabor pronunciado.
Picante de cuy crocante |
Pachamanca |
El origen de este plato tan conocido es la huatia, preparación común durante las épocas de cosecha cuando los campesinos hacían torreones de piedras a manera de un horno para cocinar las papas y luego consumirlas con el kapchi. Después cuando nos invadieron los españoles se agregaron otros insumos y nace la pachamanca tal cual la conocemos ahora.
Crema volteada de aguaymanto |
Vale la pena agregar que la calidad del servicio en Huancahuasi es sobresaliente. El personal siempre estará atento a las necesidades de la mesa y responderá a cada pedido con una genuina sonrisa en el rostro. Esa expresión afable que ya no se ve en muchos restaurantes en Huancahuasi ya es una marca de fábrica. Incluso en situaciones difíciles hacen lo imposible para que el cliente se lleve la mejor experiencia.
Termina la visita y los músicos me sorprenden tocando una de mis canciones favoritas: "El mambo de Machahuay" Como se enteraron de mis preferencias, no lo sé. De repente es coincidencia. No lo sé. De repente es el cariño y el esfuerzo que pone toda la familia de Huancahuasi en crear una experiencia inolvidable.
Huancahuasi queda en Javier Prado Este 1405, La Victoria.
Volvería: Es una gran alternativa para disfrutar platos tradicionales.
Todo delicioso, se nota que es una muy buena opción para disfrutar platos tradicionales con la mejor calidad.
ResponderEliminarPrecio?
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