"Jesús le dijo: Si conocieras el don de Dios, si supieras quién es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría"
(Juan 4:10)
L'Eau Vive (El agua viva) es un restaurante único. Está ubicado en pleno Centro de Lima y es administrado por monjas que ofrecen lo mejor de la gastronomía francesa para hacer obras de bien social con las ganancias obtenidas. ¿Cuántos restaurantes así existen en Lima? Este post es muy especial, diferente a las reseñas que suelo escribir. Jamás podrías criticar la obra desinteresada que hace un grupo de personas para servir a los demás. Al contrario, este post es una muestra de admiración por el trabajo que hacen.
El almuerzo empezó con unos ravioles rellenos de champiñones, salsa blanca y queso. Está servido como una entrada en una porción pequeña, ideal para compartir. Los ravioles estaban cocidos adecuadamente y el relleno lo sentí muy fresco. La sazón de la salsa blanca es muy ligera, ideal para quien desee degustar una comida libre de aderezos o condimentos. Tengan cuidado porque el plato llega a la mesa muy caliente, recien salido de la gratinadora.
Para los platos de fondo comencé con el Tournedos Rochefort, lomo fino, queso roquefort gratinado y papas souffle. Después de mucho tiempo puedo decir hay un restaurant donde cocinan el lomo al punto exacto que uno lo pide. Es cuestión de gustos así que no mencionaré mi término de cocción favorito. El toque especial del plato está en el gratinado. Tengan en cuenta que el rochefort es un queso de leche oveja con un sabor y olor particular muy fuerte. En cuanto a las papas souffle, la preparación es un misterio para mí. Tenían textura esponjosa de souffle por dentro pero por fuera estaban crocantes. En fin, es un acompañamiento ideal para el lomo fino.
Luego pedí el filete de salmón en salsa de champiñones. A la mesa llegó un filete frito a la perfección, crocante por encima, jugoso por dentro. Estaba bañado en una salsa de champiñones bastante ligera que seguía el mismo tenor de los otros platos. Es por eso que se me ocurrió hacer una prueba y pedí algo de ají. Con una sonrisa digna de la Monalisa me alcanzaron un pocillo de rocoto molido tan picante que se me antojó una penitencia. Buenísimo para darle un toque peruano al plato pero sírvanselo con mucho cuidado.
Para terminar la velada, y como ya es costumbre en el blog, le dí una mirada a la carta de postres. Me decidí por los profiteroles acompañados de helado de vainilla y salsa de chocolate. En este caso creo que las palabras sobran y la imagen habla por sí sola pues este postre fue una bendición al paladar. Me quedo, sin desmerecer las otras virtudes del postre, con la salsa de chocolate amargo. Un broche de oro perfecto para el almuerzo.
L'Eau Vive, como dije antes, es una experiencia única que va más allá de lo gastronómico. Tener la oportunidad de ayudar al prójimo es lo mejor que nos puede pasar en la vida. Al salir recibí el cariño, el agradecimiento y las bendiciones de la monja que administra el local. Podré encontrar lugares elegantes, que ofrezcan una propuesta lujosa y de alto nivel pero un restaurante que nos da la oportunidad de ser parte de una obra desinteresada y de bien social no se encuentra todos los días.
L'Eau Vive queda en Jirón Ucayali 370, Lima.
Horario: Lunes a sábado de 12.30 a 3.00 p.m. y de 7.30 a 9.30 p.m
Ticket promedio: S/.50.00 por persona. También ofrecen menú a precios módicos.
Volvería: Siempre. Más que un restaurante, es una filosofía de vida.
Post data: ¡300!
Este post es el número 300 en la historia del blog. Quizá algunos seguidores esperaban que publique la reseña de un restaurante de lujo o el relato de mi encuentro con algún reconocido chef. Sin embargo preferí compartir una experiencia que me dejó muy satisfecho en lo gastronómico pero mucho más en lo espiritual. En este blog nunca se hablará de religión, deportes o política pero si considero necesario recordar que acumular bienes materiales o lograr éxito profesional no vale nada sin un desarrollo espiritual constante. Tarde o temprano llega un momento en la vida cuando nos damos cuenta y es el punto de partida para vivir experiencias que nos harán mejores personas.
Me siento orgulloso de haber alcanzado este nuevo hito en la historia del blog. En esta aventura gastronómica siento que no es suficiente llegar a una cantidad de años sino mantener la calidad a lo largo del tiempo. Considero que he cumplido este objetivo con creces y mirando al costado veo que no hay muchos blogs gastronómicos peruanos que lo hayan logrado. Es más, a diferencia de otros, acá no hay un solo post que sirva para rebotar noticias o escribir publirreportajes. Todos han sido escrito con mucha dedicación tratando de brindarles lo mejor y siempre dando una revisión posterior para corregir errores o mejorar el contenido.
Ahora sólo me queda decir nuevamente: ¡Muchas gracias a todos por acompañarme! Mi regalo para ustedes serán varios posts especiales que serán publicados en los siguientes días. Espero que sean de su agrado.