Bienaventurados los que viven cerca de El Grifo porque ellos conocerán lo que es el buen comer. Después de mi última visita puedo afirmar que en la biblia de los comelones este restaurante merece que le dediquen un capítulo entero. Me sorprende cómo han evolucionado de un pequeño local que ofrecía una propuesta innovadora a un restaurante que supera cualquier exigencia en la calidad de la comida, servicio y ambiente. El Grifo es ya una marca bien establecida.
Apenas me senté en la mesa me ofrecieron un maracuyá sour de cortesía. No soy experto en tragos así que sólo puedo comentar que tenía un sabor agradable y no estaba muy cargado de licor. Luego me sirvieron un chilcano en tacita, también de cortesía, con un cuarto de limón y unas rodajas de ají limo. Todo iluso le eché una rodajita de ají limo y lo convertí en un chilcano a la diabla. Terminé la tacita sufriendo porque olvidé que con este diminuto ají no se juega.
Quise ir más allá de los clásicos fettucinis a la huancaína y me fijé en un plato que no suelo consumir seguido: Tallarín saltado de mar y montaña. Son fideos de tallarín saltados con lomo, conchitas, langostinos y calamares crocantes. En la foto pareciera una porción pequeña pero es más que suficiente para una persona y sin pedir entrada. El sabor de saltado y la excelente combinación de lomo y mariscos preparados en el punto de cocción exacto hacen de este plato una muy buena opción. Quizá los fideos estaban en un punto de cocción muy al dente pero es cuestión de gustos y sería bueno indicarlo al mozo antes de ordenar al plato.
De postre me ofrecieron el panqueque sublime. Es el postre ideal para los amantes del chocolate y de los postres empalagosos. Consiste de un panqueque relleno de cobertura de chocolate de leche con una bola de helado de vainilla, y trocitos de maní. No sean egoístas como yo y compartánlo para que no terminen odiando la cobertura de chocolate. En El Grifo comer panqueques se puede convertir en una peligrosa adicción. Obvio, sin desmerecer a las demás excelentes opciones de postres que brindan.
Nuevamente les recomiendo que vayan a El Grifo. Es una apuesta segura y encontrarán una gran variedad de platos, muy buena atención y un ambiente agradable. Es recomendable ir temprano para que no tengan problemas de estacionamiento.
El Grifo queda en Av. Colonial 2703, Lima.
Teléfono 564-1025
Volvería: No. Es un restaurante que ya perdió su esencia.
Apenas me senté en la mesa me ofrecieron un maracuyá sour de cortesía. No soy experto en tragos así que sólo puedo comentar que tenía un sabor agradable y no estaba muy cargado de licor. Luego me sirvieron un chilcano en tacita, también de cortesía, con un cuarto de limón y unas rodajas de ají limo. Todo iluso le eché una rodajita de ají limo y lo convertí en un chilcano a la diabla. Terminé la tacita sufriendo porque olvidé que con este diminuto ají no se juega.
Quise ir más allá de los clásicos fettucinis a la huancaína y me fijé en un plato que no suelo consumir seguido: Tallarín saltado de mar y montaña. Son fideos de tallarín saltados con lomo, conchitas, langostinos y calamares crocantes. En la foto pareciera una porción pequeña pero es más que suficiente para una persona y sin pedir entrada. El sabor de saltado y la excelente combinación de lomo y mariscos preparados en el punto de cocción exacto hacen de este plato una muy buena opción. Quizá los fideos estaban en un punto de cocción muy al dente pero es cuestión de gustos y sería bueno indicarlo al mozo antes de ordenar al plato.
De postre me ofrecieron el panqueque sublime. Es el postre ideal para los amantes del chocolate y de los postres empalagosos. Consiste de un panqueque relleno de cobertura de chocolate de leche con una bola de helado de vainilla, y trocitos de maní. No sean egoístas como yo y compartánlo para que no terminen odiando la cobertura de chocolate. En El Grifo comer panqueques se puede convertir en una peligrosa adicción. Obvio, sin desmerecer a las demás excelentes opciones de postres que brindan.
Nuevamente les recomiendo que vayan a El Grifo. Es una apuesta segura y encontrarán una gran variedad de platos, muy buena atención y un ambiente agradable. Es recomendable ir temprano para que no tengan problemas de estacionamiento.
El Grifo queda en Av. Colonial 2703, Lima.
Teléfono 564-1025
Volvería: No. Es un restaurante que ya perdió su esencia.