Estas semanas han sido de locos. Para un contador el fin de año es una carrera contra el tiempo y el día de cierre equivale a cuando llega la cuenta en un restaurante, no hay escapatoria. Pero ya pasó lo difícil y ahora es el momento para descansar y planear las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Y también para cerrar la temporada del blog.
Este ha sido un año de locos. Comencé con un proyecto académico de varios meses cuyo resultado recien conoceré en un par de meses. Luego asumí un nuevo reto laboral en una empresa que cada día me sorprende más por la calidad profesional y personal de mis compañeros de trabajo. Y con todo eso también estaba la preocupación de continuar escribiendo en el blog. Hasta ahora no entiendo como logré aumentar el ritmo de publicación sin sacrificar la calidad de lo escrito. Me queda muy claro que escribir para ustedes, mis estimados lectores, comentaristas y seguidores ya no es un hobby, es una responsabilidad. Y tengan por seguro que estoy trabajando para que este blog mejore cada día más.
Este no será un día de locos, claro sí es que ya tienen todos sus regalos comprados y la cena de navidad organizada. Felizmente en mi casa ya todo está planificado al milímetro y sólo faltan algunos detalles así que la tranquilidad está asegurada. En contra de la costumbre la cena no incluirá pavo sino enrollado de cerdo, además el chocolate con panetón se consumirá mañana en el desayuno. Me despido por lo que resta del año deseándoles una Feliz Navidad, que sus hogares se llenen de paz y que el próximo año venga lleno de éxitos y mucha prosperidad. Por mi parte ha sido un año excelente a todo nivel y eso significa que el 2011 será aún mejor.
Actualización 25.12.10
El desayuno de hoy estaba planificado al milímetro como todos los años: panetón D'onofrio y chocolate de taza La Continental. Del panetón D'onofrio no hay mucho que agregar, ya hace mucho que dominan el mercado y está garantizada su buena calidad. Respecto al chocolate La Continental ya le he dedicado un post pero lamentablemente desconozco si es posible conseguirlo en Lima. Pero este año hubo un ligero cambio. Cortesía de Ll., una amiga muy generosa y con un corazón inmenso, llega a mi mesa un Panettone Classico Chiostro di Saronno, un verdadero panetón italiano.
Este panetón fue una verdadera epifanía que significó un cambio en mis paradigmas navideños. Primero, no es empalagoso. A diferencia de otros panetones que con una sola porción dejan una sensación de "no más", este es bajo de azúcar y provoca seguir comiéndolo. Segundo, su textura es suave como algodón, remojarlo en el chocolate sería una herejía o una bendición, depende como quieran verlo. Tercero, no contiene las infames frutas confitadas sino cáscara de naranja y limón azucaradas, que no camuflan el sabor del panetón, más bien lo realzan. Que puedo decir, para una celebración tan importante como la Navidad este panetón se ha ganado un lugar de honor en mi mesa de desayuno. Gracias Ll. te debo una (una docena).
Actualización 01.01.11
Ya hace algunos años que se ha instituido en mi casa la costumbre del desayuno de Navidad y el de Año Nuevo: chocolate del Cuzco y panetón. Muy aparte del tema gastronómico considero que estas fechas representan oportunidades perfectas para hacer buenos propósitos y agradecer todo lo bueno que nos da la vida. Este año, antojado por el panetón italiano que me regaló Ll. en Navidad, fui por el local de Il Pastificio en busca de uno igual para Año Nuevo. Fue demasiado optimismo de mi parte porque, como debí haberlo supuesto, ya estaban agotados. Sin embargo llamó mi atención una bolsa roja con un lazo dorado: Pannetone Virginia. ¡El desayuno estaba salvado!
A diferencia de los panetones que estamos acostumbrado a devorar cada Navidad este viene preparado con la receta tradicional porque es "bajo". De sabor no tiene nada que envidiarle al Chiostro di Saronno, de textura menos. Es un panetón con una textura muy suave, bajo de azúcar y lo mejor de todo, no cae pesado. Esto puede ser un defecto porque tranquilamente pueden acabarse uno entero. Algo curioso, según el empaque debe consumirse con vino de postre o café, IIusos italianos no saben lo que se pierden.
Les recomiendo que el próximo año no dejen pasar la oportunidad de probar estos panetones. No son baratos, si bien puede parece un lujo consumirlos, para celebrar una ocasión tan especial como la Navidad o el Año Nuevo a veces creo que amerita hacer un gasto extra.
El Panetonne Classico y el Panettone Virginia se consigue en Il Pastificio
Av. San Borja Norte 398, San Borja.
Teléfono 475-1057