jueves, 26 de agosto de 2010

Lumière (And the winner is...)

La semana pasada recibí un comentario invitándome a conocer la nueva carta del restaurante Lumière. Invitaciones así no se reciben todos los días y sobre todo para restaurantes de ese nivel. Anticipaba un almuerzo memorable pero nunca imaginé encontrar un postre que rompería todos mis esquemas. Con mucho dolor debo reconocer que mi postre favorito, el tres leches del Gourmet deli pasa al segundo lugar. Cuando lleguen al final de la reseña entenderán por qué.

Lumière es el restaurante del Novotel, cadenas de hoteles perteneciente al grupo Accor. Ubicado en San isidro ofrece un ambiente elegante y sofisticado, ideal para un almuerzo ejecutivo y perfecto para desconectarse de la tensión diaria que uno encuentra en el trabajo. Uno se siente a gusto desde que entra y percibe el buen servicio que prestan; y la comodidad de sus ambientes no tiene punto de comparación. Yo estaba impaciente por conocer el restaurante apenas me confirmaron que el almuerzo consistía en una degustación de tres rondas de platos en versión petit. De esa manera probaría varios de sus platos para hacerme una idea de la nueva carta preparada por su chef colombiano, Miguel Angel Rodríguez.

En primer lugar, y venciendo temores que me acompañan desde mi infancia, probé la causa Perú tricolor. Varias veces me había corrido de las aceitunas por su sabor agrio pero en esta ocasión la mezcla de sabores resultó bastante equilibrada. La palta fresquísima, la causa con una sazón moderada y el pulpo al olivo como el toque especial fueron una señal de lo que vendría. El tiradito del galeón, láminas de pescado fresco y conchitas de abanico, cubiertas con una salsa de ají y mandarina me pareció una entrada satisfactoria pero no me impresionó. Es ideal para las personas que gustan de platos poco condimentados. El milhojas crocante de prosciutto con salpicón de pollo fue lo mejor de las entradas. La frescura del salpicón junto al sabor salado del jamón serrano hacen una muy buena combinación de sabores que nunca hubiera imaginado.

Del segundo plato me quedo con el raviolón de seco de cordero en crema de zapallo loche y azafrán. Hasta ahora no entiendo como lograron esa textura tan suave de la crema de zapallo loche. Delicioso sabor y con un pequeño toque de la salsa de seco hacen de este plato una buena razón para volver al Lumière y probarlo en su versión completa. En cuanto al medallón de pez espada a lo macho fue un plato cumplidor pero no le sentí nada distinto de lo que se puede encontrar en otros restaurante de mariscos. El lomito de res con salsa de pachamanca sobre risotto andino fue otro plato cumplido pero considero que me falta feedback para evaluar el risotto pues no es un plato que consuma muy seguido. Sólo puedo decir que su sazón moderada combinaba bien con el sabor fuerte de la salsa de pachamanca. Vale la pena destacar que el lomo estaba cocinado en su punto ideal.

No quiero sonar mezquino pero aún después de haber comido platos tan buenos yo seguía esperando con avidez los postres. Y tuve razón porque al final llegó el mejor postre que he comido en mi vida: La crema de yogur con frutos rojos. Es una emulsión muy cremosa de yogur natural y queso philadelphia servida con un coulis de frutos rojos. Mi recomendación es que primero se sirvan una cucharadita de la crema sola y luego vayan mezclándola gradualmente con el coulis de frutos rojos. Ya me han criticado por usar muchos superlativos pero tranquilamente me atrevo a decir que si encuentran un postre con una textura más cremosa cierro el blog.

También me sirvieron el placer de los sentidos, un queque de pecanas y chocolate, fusionado con crema de tiramisú, aromatizado con crema de bailey's y café. Me recordó ligeramente a la torta rubia del Gourmet Deli con la ventaja que no es empalagosa. Combinaría perfecto con un café expresso. El tercer postre fue una delicia flor de la canela. Un bizcocho esponjoso bañado con tres leches, pisco y canela. Creo que le faltaba un poco de baño porque no le sentí mucho aroma y el bizcocho tampoco estaba muy húmedo.

Fue una agradable velada la que pasé en el restaurante Lumiere. Un acierto completo por la buena comida, muy buen servicio y el ambiente acogedor. No pasará mucho tiempo hasta que vuelva por este restaurante para celebrar alguna ocasión especial. (Y si no la hay pues la inventaré) Lo mismo les recomiendo a ustedes. En el Lumière encontrarán más que un restaurante, es una experiencia para todos los sentidos.

El restaurante Lumiere queda en Victor Andrés Belaunde 198, San Isidro.
Telefono 315-9999.

9 comentarios:

Gabriela dijo...

Qué rico... ojalá mi blog me "regalara" engreimientos de este tipo.
:D

Maestro_RoShi dijo...

Yogurt? nunca lo he considerado un postre, y menos uno que pudiese valer la pena. La verdad que no soy de comer yogurt así que me quedaré con la intriga hasta que por algún motivo caiga a este restaurant.
La otra vez fui al Gourmet Deli a comprar postres (por primera vez) y estaba cerrado. Me queda pendiente todavía probar el 3 leches.

Anónimo dijo...

Esas fotos hablan por si solas!!!
Quiero probar todo!!!
Pronto....espero.

Renzo dijo...

Estimada Gabriela

No sólo de pan vive el hombre sino también de la palabra (...). Y tu blog está lleno de ellas.

Si ya sé que no es lo mismo pero es lo único que se me ocurrió.

Ja ja ja

Renzo dijo...

Estimado Maestro Roshi

Te aseguro que el postre va más allá de ser un simple yogur. Imagínate una chantilly sin el gusto espeso de la crema de leche y sin ser tan empalagosa.

Más o menos esa es la textura de esta estupenda crema de yogur.

Que lástima lo del Gourmet Deli.
Será para la próxima.

¡Saludos!

Renzo dijo...

Estimada Katia

Los precios son algo elevado pero la calidad de los platos, el ambiente elegante y el buen servicio lo compensan totalmente.

Ojalá que puedas darte una vuelta. Aún hay mucho más por descubrir del Lumière.

¡Saludos!

Gabriela dijo...

Gracias Renzo, tus palabras me reconfortan... pero de todas maneras sigo queriendo que mi blog me regale engreimientos, ja, ja.

Anónimo dijo...

Que deliciosooo Renzo!!! y ese postre se ve bueniiisimo, te cuento que esta misma opinión lo lei en El Comercio, y diste en el clavo! :).
Que suerte la tuya que te engrien muy bien jajajaja.

Besos

Ll

Renzo dijo...

Estimada Ll

Ese es el precio de ser un blogger gastronómico. Ja ja ja.

Saludos