miércoles, 21 de marzo de 2012

Pasta de blogger

A veces me sorprendo como he seguido escribiendo esta página a lo largo de tanto tiempo. Si miro alrededor existen blogs gastronómicos que han comenzado con muchos bríos, posteando a diario y creando inmediatamente sendas cuentas de Twitter y Facebook para luego extinguirse con el transcurrir de los meses. No es sencillo tener una rutina para visitar restaurantes, escribir un post con información relevante y mantener una frecuencia adecuada. Peor aún, ¿cómo resistirse cuando alguién ofrece financiar tu blog? ¿Dónde quedaría la objetividad? Y es que para ser blogger gastronómico hay que tener pasta. (Y saber comer pasta)

Dánica (Una vez más)

¿Saben dónde festejé el aniversario de los 4 años del blog? Los jueves siempre son días complicados en el trabajo así que busqué un sitio bueno y que esté relativamente cerca de la oficina. (O al menos que me permitiera llegar rápido) Sin pensarlo dos veces elegí Dánica, ya todo un clásico en este blog y donde siempre encuentro algo que me haga sonreír.

El almuerzo empezó con unos caserísimos spaghetti al pesto con lomo y huancaína. Un delicioso pesto preparado con espinaca, albahaca, aceite de oliva y un ingrediente que no quisieron revelar (secreto de la casa según ellos). La huancaína bastante suave y en una textura ideal que permitía mezclarla con la pasta. Punto en contra del plato es la combinación de ingredientes que puede resultar algo pesado para la digestión. Por eso les recomendaría tomar después un bajativo como un Anís del Mono o una infusión aromática. Punto en contra de Dánica, el mozo no preguntó el término de la carne y estaba ligeramente pasada de cocción.

El postre elegido fue el brownie "shifús", un blondie con helado de café y reducción de Bailey's. De puro cargoso pedí que lo decoren con el nombre del blog y aceptaron de buen grado. Me gustó mucho la textura del brownie porque se integraba muy bien con el helado artesanal de café. Y lo que más me gusta de este párrafo es la palabra artesanal. ¿Cuántos sitios pueden afirmar que sirven helado de casa y no industrial? Vale la pena destacar la reducción de Bailey's servida en una porción muy generosa. Que dirán otros restaurantes que sirven la crema inglesa con gotero.

Dánica queda en Av. Emilio Cavenecia 170, San Isidro.
Horario: Lunes a sábado 12.30 -12:00 a.m. Domingos 12.30 - 10:00 p.m.
Ticket promedio: S/.50.00 por persona.
Teléfono 421-1891
Volvería: De hecho. Todavía queda mucho por evaluar de su carta.

Donatello (El de siempre)

Donatello es uno de los restaurantes que estuvo presente en el primer año del blog. Todo un clásico, sus canelones del chef aun forman parte de mi lista de platos favoritos en lo que se refiere a comida italiana. Considero que hace tiempo merece tener un local en esa avenida-emporio de las pastas que Dos de Mayo. Por el momento aún recibe a sus clientes en sendos locales de Surco y Miraflores.

Empecé mi almuerzo dominical con unos panzotti rellenos de asado en su salsa. Creo que no existe un plato más casero que el asado y estos panzotti me devolvieron a los mejores momentos de mi infancia cuando mi papá era el encargado de cortarlo y yo me quedaba mirando a la espera que me invite una tajada para comer con pan francés recien comprado. Punto a favor de los panzotti por el punto de cocción, además que el relleno estaba fresco y tenía todo el sabor del asado. La salsa tenía una buena textura y le habían agregado algunos champiñones. Un plato muy cumplidor.

Para el postre elegí la marquise de chocolate. Es una base de galleta con mousse de chocolate bitter y acompañada de crema de lúcuma. Quizá la expectativa jugó en contra de postre porque no me impresionó en absoluto. El mousse es un postre que se sirve frío y este tenía la temperatura del ambiente lo cual no era muy agradable y la crema de lúcuma se me antojó muy empalagosa. En todo caso no creo que sea su especialidad porque si he probado mejores postres en el Donatello. Atención al precio porque me parece que están siendo bastante mezquinos con la porción.

Donatello queda en Av. Encalada 551, Surco.
Horario: Lunes a domingo de 12:30 a 10:00 p.m
Ticket promedio: S/.40.00 por persona
Teléfono: 437-7228
Volvería: Sí, para comida italiana es uno de mis sitios favoritos

sábado, 17 de marzo de 2012

De las cartas y otras perlas

Me inspiré en un post que Gabriela publicó en su blog Seis de enero para compartir las siguientes fotos. Llámenme fijón, criticón o lo que quieran pero las cartas son el primer contacto que tenemos con un restaurante y como se presenta ante nosotros. Si no se preocupan en tener una carta en buen estado ¿Qué más seguirá? Una carta sucia, con errores de ortografía, o parchada equivale a que uno vaya a un restaurant en pantuflas o con pijama. Pero está claro que no todos piensan igual.

Portofino (La carta no se mancha ¿O sí?)
Confieso que Larcomar nunca será uno de mis lugares favoritos para ir a comer. He escuchado demasiadas leyendas respecto a la insufrible aura de exclusividad y discriminación que distingue alegremente a este centro comercial. Tomé esta foto en la entrada de un restaurante exclusivo con vista al mar. Yo me pregunto ¿en algún momento se habrán preocupado de revisarla? No he visto una carta en estado tan paupérrimo ni siquiera en la fonda de la esquina. Sólo de verla ya tengo un motivo bien justificado para discriminar este restaurante.

Vivaldi (Se busca corrector)
Un restaurante que estuvo presente en mi primer año de blogger cuando era joven e impresionable y no prestaba tanta atención a los detalles. Pero ahora, años después, ya no estoy para aguantar chistes malos y esta carta es una vergüenza para cualquier restaurante. Fíjense que no sólo son errores de ortografía en español e inglés, también la redacción haría llorar a Martha Hildebrandt. A ver ¿Quién les escribió esta carta? ¿Su peor enemigo? ¿O fue el de la propaganda esa que dice "éxito"? Por favor, contraten un corrector de inmediato.

Crepes & Waffles (Formación laboral)
Cuando era niño llevé cursos de arte donde me enseñaban a utilizar témperas, papel maché, lana y otros materiales para elaborar impresentables regalos del Día de la Madre. Confieso que hasta secundaria odié ese curso con toda mi alma y nunca le encontré la mayor utilidad. Es más, hasta ahora recuerdo a una profesora alemana, una mole de 120 kilos, que me gritó por no saber pintar. Pero cuando ví la carta de Crepes & Waffles agradecí que en algún momento de mi vida alguien siquiera me enseñó a utilizar las tijeras. Si querían corregir la carta, al menos se hubieran esforzado en hacer un letrerito decente, no ese parche mal recortado. Ahora entiendo a la ¿administradora? del local de Dasso que sólo atinó a enviarme un mail de copy-paste cuando presenté un reclamo. Si ni siquiera revisa las cartas que más se podía esperar.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Aurelia (El blogger regresa)

Confieso que cuando leí en un diario local una auspiciosa reseña sobre Aurelia lo primero que se me vino a la cabeza fue un "Sí, claro". Pocos medios de comunicación se atreven a ir más allá de la barrera del publireportaje en el cual todo es maravilloso y perfecto. No es bueno hablar de la competencia pero cuando un blogger no critica, al final se perjudica tanto el local como los clientes. Pero dejando de lado mi habitual escepticismo decidí visitar este restaurante en su versión renovada. El local es pequeño pero han aprovechado muy buen el espacio que tienen. (Tarea para los que saben de arquitectura o diseño, ustederes entenderán mejor cómo lo han logrado) La carta es sencilla pero variada. Va desde las clásicas pastas, pasteles salados, sándwiches, bebidas calientes y termina con una breve selección de postres.

Mi cena empezó con unos canelones de ricotta y espinaca. A veces me gusta imaginar que soy vegetariano y le doy la oportunidad a los platos sin carne. Nunca me arrepiento y esta vez encontré unos canelones cocinados en su punto y cubiertos generosamente de salsa blanca. Punto a favor del plato, llegaron hirviendo a la mesa. Perdóname por la comparación Aurelia pero considero que son una versión mejorada de los canelones que se comen en La Romana. Recomendable.


Siguiendo con mi recorrido por la carta me animé por un pastel de choclo. La masa estaba muy suave sin nada de hollejos. El relleno de carne vino en cantidad suficiente y con una sazón ligera. Nada que ver con ese refrito de cebolla y ajo que suele malograr los pasteles caseros. Además me pareció adecuada la idea de acompañarlo con una pequeña porción de ensalada de lechuga pues le daba un toque de frescura al plato.

No estarán todavía en esta reseña pero si les dejo de tarea a ustedes que prueben los "sánguches" (así dice la carta en un tono muy simpático). Están los clásicos chicharrón, pavo al horno y lechón pero también uno de jamón glaseado que puede convertirse tranquilamente en su favorito. Ah, y lo pueden acompañar con las salsas de la casa.

A todos los aficionados al chocolate les recomiendo de postre el Princesa y chocolate. Es una base de amelcochado de chocolate dark con dos capas de mousse de chocolate blanco y de leche. Resultó un postre muy correcto en términos de calidad y preparación. Me gustó el detalle del maní encima, un toque nostálgico para todos los que disfrutaron en su niñez del chocolate Princesa original. En cuanto al praliné para mí es prescindible porque de acuerdo a mi dentista estoy prohibido de comer caramelo para el resto de mi vida.

El New York Cheesecake con coulis y frutos rojos de la estación no logró convencerme. Considero que es más una cuestión de expectativas altas que de calidad pero cuando en la carta dice frutos rojos uno espera ver cerezas, frambuesas, fresas. Invariablemente lo que siempre llega a la mesa es un aburrido pastel de queso con fresas. Aparte la masa de galletas tenía un sabor muy fuerte a margarina que le quitó méritos. El único lugar donde se atreven a preparar cheesecakes como se debe y a un precio justo es el Gourmet Deli. Paso.

En cuanto a sus bebidas calientes su producto estrella es el café orgánico de Jaén. No me considero un experto en cafés así que prefiero dejar que ustedes lo prueben y saquen sus conclusiones. Pero si puedo afirmar que están muy pendientes de la calidad del producto y de la preparacion como me lo supo explicar muy bien la moza (Felicitaciones a ella por estar muy dispuesta a responder mis preguntas de cargoso). También les recomiendo, aunque no está en la carta, que pidan un chocolate de taza, proveniente de Tingo María de la Cooperativa Agraria Naranjillo. Mis respetos porque estuvo delicioso, con ese toque amargo muy diferente al sabor de las infames barras que venden en los supermercados. ¡Punto para Aurelia!

Lo anecdótico de la visita fue cuando al final me presenté con una de las mozas, pues me reconoció como el blogger que había escrito una despiadada reseña sobre el restaurante en el que trabajó antes. Felizmente, luego de escuchar mis explicaciones, lo tomó de una manera divertida y se alegró de contar con mi visita. De mi parte quedé muy satisfecho con Aurelia por su ambiente, la calidad y variedad de su carta y la buena atención de los mozos.

Aurelia queda en Av. Angamos Oeste 393, Miraflores.
Horario: Lunes a sábado de 7:00 a.m. a 11 p.m. Lunes a domingo de 8:00 a.m. a 9:00 p.m.
Ticket promedio: S/.35.00 por persona.
Teléfono: 447-8679
Volvería: De hecho. Hace mucho que no encontraba un restaurante agradable, económico y con buen servicio.

sábado, 10 de marzo de 2012

Fung Yen III (El blogger se va)

Hace algunos días una persona que labora en el Fung Yen dejó un comentario dando a entender que no tenía derecho a quejarme porque uno recibe la atención que se merece. El comentario no fue publicado porque estaba escrito en mayúsculas y en un tono desafiante. Hoy regresé por ese chifa en un plan de anónimo absoluto, es más ni siquiera me encargué de hacer el pedido y menos de reclamar. ¿Cuál creen que fue el resultado? Un restaurante más para mi lista negra.

Fung Yen es un chifa que conocí gracias a la propaganda que apareció en una guía publicitada por un banco de marras. No voy a negar que en mis primeras visitas me impresionaron con un extraordinario chaufa de chancho asado. Sin embargo también me retiraba con el mal sabor de boca por el pobre nivel de atención que tienen. Ilusamente pensé que valía la pena soportarlo con tal de probar su buena comida. Pero algunos restaurantes saben como superar los límites de lo pésimo.

El almuerzo comenzó con una entrada de gallina en salsa inglesa. Es una mitad de pechuga de pollo (por el costo dudo que utilicen gallina) con un relleno de carne molida de cerdo. Para variar un poco de los clásicos wantan o siu-mai estuvo bien pero tampoco resultó algo memorable. Ayuda un poco si la acompañan con un toque de salsa de ostión. Me dejó satisfecho pero nada me había preparado para la interminable espera que se venía.

Primero vino una moza quien ante la duda de por qué no venía el pedido se retiró con cara de confundida. Como si le hubieran hablado en tailandés o preguntado cuánto es 13 por 17. Luego se acercó otra moza quién de muy mala gana respondió que debía esperar porque en ese restaurante todo se saltaba al momento y por eso se demoraban. (Claro, me había olvidado que saltar un tallarín y un arroz demora 40 minutos) Pasada una hora de espera se acerca la moza que me había atendido primero para decirme que se había olvidado de entregar el ticket de pedido en la cocina y que sí aún deseaba quedarme.

No hablaré de la pésima atención que dan en el Fung Yen, eso es un refrito. Suficiente con escuchar las exclamaciones de los comensales descontentos. Suficiente con la cliente de la mesa del costado que estaba reclamando por un plato mal preparado. Suficiente con la actitud de "estoy muy ocupada para hacerle caso" de las mozas. Pero sí voy a criticar la nula capacidad de reacción. Si cometen un error no sólo hay que pedir disculpas, también hay que hacer algo para que el cliente olvide el mal rato. Pero pedirle eso al Fung Yen es soñar despierto.

Aún así logré mantener el buen ánimo hasta que llegó el esperado arroz chaufa. Pero algo no andaba bien pues sólo por el olor ya presentía lo peor. Cuando lo probé me dí cuenta que me habían traído comida malograda. Del mejor arroz chaufa que antes reseñé auspiciosamente en este blog sólo queda una porción de arroz blanco avinagrado con algunos trozos perdidos de carne de cerdo. Demás está decir que antes el reclamo la moza puso cara de "¿Y qué quiere que haga?" e incluso trató de discutir la calidad de la preparación.

Por gusto me gastaré hablando también del tallarín que en lugar de saltado parecía recocinado. Mejor que se den una vuelta por el Titi para que aprendan a cocinar un tallarín saltado de verdad. Con esta experiencia le doy la bienvenida al Fung Yen a mi lista negra de restaurante vetados. Servir comida malograda ya es hablar en palabras mayores (¿Te acuerdas de mí, Puesto 33?). No puedo recomendar un sitio que no valora a sus clientes sino que sólo se preocupa de llenar mesas. Presentar un reclamo a la ¿administradora? sería como tratar de explicarle la teoría de la relatividad de Einstein. No creo que le vaya a importar mucho. Total igual seguirán llegando clientes incautos a los que se pueda engañar. Ahora sí. Hasta nunca Fung Yen.

Fung Yen queda Jr. Ucayali 744, Lima.
Ticket promedio: S/.30 por persona.
Teléfono: 427-6567
Volvería: Nunca más. Con esto se pasaron de la raya.

domingo, 4 de marzo de 2012

El Hornero II (El vivo del barrio)

Hace tiempo escribí un post muy duro sobre El Hornero. Recuerdo que narré como un mozo me había engañado con la entrada ofreciendo algo completamente distinto a lo que me sirvieron. Tratando de no afectar la objetividad del blog lo atribuí a un evento aislado y moderé luego el tono del post. Luego de mi última visita me dí cuenta que en este restaurante la viveza criolla es parte de una lección que los mozos tienen muy bien aprendida.

El almuerzo comenzó con un vacío americano Angus Pride, un corte ubicado en la región lateral del cuarto trasero de la res, entre las costillas falsas y los huecos de las caderas. Resultó una carne jugosa y blanda pero nada excepcional que justifique su elevado precio. Si la comparo con la que probé en otros restaurantes de carnes me sentiría decepcionado. ¿Tendrá que ver con que se les pasó el término de cocción o con la verdadera calidad de la carne? Por la fama que tiene El Hornero me inclinaría por lo segundo.

Luego probé la parrilla personal que viene con dos cortes de bife, anticuchos, filete de pollo, chuleta de cerdo, morcilla, chorizo y riñoncitos. Este plato ya lo había reseñado antes en el blog y esta vez no trajo ninguna novedad. Lo más destacable es el chorizo al estilo argentino y el filete de pollo preparado con una muy buena sazón. Vale la pena indicar que la cantidad de carne es tan grosera que tranquilamente alcanza para tres y es mejor acompañarla sólo de ensalada. Si piden papas servirá nada más para aumentar innecesariamente el valor de la cuenta.

Hasta allí no pasaba de una experiencia medianamente satisfactoria (aunque no al nivel de mis legendarias visitas a El Charrúa y a La Carreta) pero sucedió algo que debo comentar. Cuando llegaron los pedidos a la mesa me di cuenta que el mozo, digno ejemplar de la viveza criolla, había agregado complementos a diestra y siniestra. Como estábamos en un grupo grande cada uno pensaba que el otro había hecho ese pedido. Al final por la cantidad de comida que pedimos varios platos de ensalada y papas fritas quedaron casi intactos. Es lamentable que un restaurante tenga como política engañar de esa manera a sus clientes para aumentar sus ganancias.

Si van a El Hornero tengan en cuenta las siguientes recomendaciones. Primero, ni prueben el pan. No es gran cosa y se van a llenar por gusto. Al final el protagonista del almuerzo siempre será la carne. Segundo, tengan mucho cuidado con los mozos. Fíjense muy bien en lo que apuntan y pídanle que confirme el pedido. Así evitarán que les incluyan los famosos "adicionales". Tercero no les recomendaría pedir cortes importados. Si pueden engañar en la orden también los creería capaces de servir carne nacional como si fuera un Angus Pride. Recomendable sólo para los que le dan más importancia a la cantidad que a la calidad. Pero, sin perder de vista la cantidad que figure en la cuenta.

El Hornero queda en Francisco Masías 505, San Isidro.
Horario: L-S de 12:00 a 12:00 a.m. Domingos de 12:00 a 06:00 p.m.
Ticket promedio: S/.80.00 por persona.
Teléfono: 222-2610
Volvería: No. Aquellos restaurantes que tienen como política engañar a sus clientes están al nivel de fonda de última categoría.