domingo, 25 de agosto de 2013

Días de blogger IV

Un vistazo a restaurantes con cartas (muy) amplias. Y el dato más dulce del mes.

Tanta (Tanto que probar)
Si últimamente estoy dando segundas oportunidades a varios restaurantes. ¿Por qué no a Tanta?

Tanta, la opción democrática para todos aquellos clientes que no podían visitar Astrid y Gastón, es un restaurante que ya se encuentra por todos lados. Digamos que nunca le he prestado mucha atención pero... ¿por qué no puedo cambiar de opinión?

Sándwich criollo
Para comenzar pedí un sándwich criollo, lomito fino saltado al wok y queso derretido. Puntos a favor: el gusto ahumado del lomo saltado y el adecuado término de cocción de la carne. Detalle adicional, lo habían preparado bastante jugoso como para remojar el pan, un placer que haría enojar a los expertos en urbanidad. En cuanto al butifarrón de lujo (jamón artesanal de pierna y salsa criolla) no cumplió con mis expectativas porque el jamón del país estaba muy reseco. Alguien puede decir "Blogger, pero se come con salsa criolla" De acuerdo, pero eso no justifica que la carne tenga la textura de un corcho de pared. Ambos sándwiches vienen acompañados de papas fritas amarillas y ensalada criolla (lechuga, tomate y cebolla)

Queso helado y espuma de canela
En cuanto a sus postres me decidí por el queso helado con espuma de canela. Es el clásico postre arequipeño con el agregado de la espuma que, no es tampoco la "gran novedad", pero sí le da un toque muy especial. Celebro que sean fieles a la receta tradicional. También probé el soufflé de chocococo, postre que tiene una reputación legendaria como el más famoso creado por Astrid Gutsche. Sin embargo después de probarlo, y aunque técnicamente es lo mismo, me quedaría con el Chocomelt de Papachos. Me llama la atención que no utilicen la misma calidad de helado artesanal. En el de Papachos incluso se notan los puntos de vainilla. En cuanto a sus postres de vitrina la sofisticación es el denominador común. Se nota que cada postre es el resultado de preparaciones independientes. Por ejemplo el P.O.M, manzanas acarameladas, mousse de caramelo, bavarois de vainilla. Lamentablemente, por los precios (S/.11.00 cada uno) dudo que puedan consumirse todos los días. Un dato final, no pierdan de vista el croissant de almendras. Acompañado de un capuccino puede ser toda una revelación. 

Tanta me dejó satisfecho pero creo que todavía debo seguir investigando los platos de fondo antes de dar una opinión. Vale la pena destacar que los platos en cuestiones de generosidad y presentación no se quedan atrás. Además el servicio fue más que satisfactorio, no sólo por la bien estudiada cortesía sino porque es de esos sitios en que todos los mozos están atentos a las necesidades del cliente. Es relevante mencionar que esta reseña se refiere exclusivamente al local del Jockey Plaza.

Tanta queda en el Centro Comercial Jockey Plaza.
Ticket promedio: S/.60.00 por persona
Volvería: Sí. También que en el Jockey Plaza fuera de la comida rápida no hay mucho para escoger.

Haití (El blogger nostálgico)
De vez en cuando la nostalgia es la guía que necesita mi apetito.

En busca de un lugar que me hiciera evocar aquellas épocas cuando era niño y en la cafetería de Sears devoraba salchipapas llegué al Haití. Es difícil evaluar un restaurante que tiene una carta inmensa y que atiende prácticamente las 24 horas del día pero podemos darle una mirada fugaz a su versión saludable de la comida rápida.

Mozarella Cacciatore
Comencé con la Mozarella Cacciatore (pollo, jamón, tomate, gratinado en mozarella con papas fritas). ¿Existe acaso una mejor combinación que el pollo y la mozarella gratinada? Este sándwich podría definirse, aunque a algunos les parezca una herejía, como una versión mejorada de la Tiptorella. Algo gracioso, les aseguro que de niño jamás hubiera probado la ensalada de lechuga con su toque de vinagre, pero ahora sí feliz de la vida la comí. En cuanto a su Royal Haití (Hamburguesa, queso, huevo, tocino). El huevo a la inglesa es uno de eso placeres quie me reservo una vez al mes. Sobre el acompañamiento no pediría que ofrezcan papas nativas pero podrían mejorar las que sirven.

Sándwich de lechón al horno
El sándwich de lomo de chancho al horno puede ser todo un descubrimiento. Es una vuelta de tuerca a esos falsos sándwiches de lechón que se encuentran por doquier. Buen punto de cocción, buena sazón y buena textura del cerdo y, sobre todo, la zarza de cebolla le da el toque fresco que le podría faltar. También probé una milanesa con papas fritas que si hubiera estado más crocante la hubiera en mi lista de comidas favoritas. Sin embargo cortar un trozo de milanesa hirviendo y untarla con ají de la casa puede ser una experiencia infernal y celestial al mismo tiempo. Queda pendiente la evaluación de sus platos de fondo (la sopa criolla es un deber) y sus incontable copas de helado.

Si quieren recordar aquellos tiempos felices cuando existía el Indianápolis, Elio Tubino y el Bing Bang, dénse una vuelta por el Haití. Probablemente sentirán que el tiempo se ha detenido.

Haití queda en Av. Diagonal 160, Miraflores.
Ticket promedio: S/.35.00-50.00 por persona.
Volvería: Sí. Es uno de esos restaurantes donde se puede comer de todo.


Crepes & Waffles (El tiempo pasa...)
Cuando era joven e impresionable Crepes & Waffles se me antojaba un lugar único. Pero después de varios años como blogger ya no me dejo impresionar tan fácilmente.

Con tanta variedad es difícil hablar de todo lo bueno que se puede encontrar en este restaurante. Además estoy seguro que cada quien ya debe tener un crepe favorito. Más sencillo resulta hablar del crepe (o waffle) que no volvería a pedir.

Waffle con frutos del bosque
Para escapar del clásico e irresistible sabor a Nutella esta vez me hice el novedoso pidiendo un crepe de frutos del bosque: cerezas, frambuesas, saúco y moras con helado de vainilla y crema chantilly.  En cuanto a la cantidad y variedad de frutas no me puedo quejar. El gran defecto es que lo sirven remojado en el jugo de la fruta (me pongo a pensar, ¿no será fruta congelada?). Al final se me antojó más una sopa de frutos del bosque antes que un crepe. Además considero relevante mencionar que el sáuco y la frambuesa son los peores enemigos de los dientes débiles. La advertencia podría sonar de mal gusto pero es válida. En fin, un crepe menos de la lista considero que no le hace daño a nadie. Pero no digan que no les advertí.
  
Crepes & Waffles queda en Vasco Núñez de Balboa 751, Miraflores.
Ticket promedio: S/.35.00 por persona
Volvería: Sólo al local de Miraflores.

Dulce Ciudad (La vida más dulce)
Un artículo leído en la revista Velaverde me trajo a este sitio.

Al final  del pasaje Olaya en Miraflores se ubica un pequeño local con sólo dos mesas pero en el que se puede encontrar una completa variedad de tortas en porciones, galletitas y bocadillos dulces. Nadie lo esperaría. Ni el blogger.

Torta de chocolate
Había llegado en busca de su torta de chocolate, referida como la mejor y la más húmeda que se puede encontrar en el mercado. Es una torta diferente que al primer bocado puede sorprender. Sin embargo la opinión de una amiga, experta en repostería, me ayudó a descubrir que esta torta estaba remojada en almíbar, de ahí se explica porque es tan húmeda. ¿Cuestión de detalles? No lo creo. La humedad del queque de chocolate tiene que ver más con la preparación de la masa y el horneado. Ahora entiendo porque el fudge es ligeramente "bitter", de lo contrario resultaría una torta muy empalagosa. Mejor me fue con su pye de limón, receta casera con el relleno equilibrado entre lo dulce y lo ácido y el merengue a punto. En la mira dejo a la albaricocada y al cheesecake de brownie.

Dulce Ciudad es de esos locales donde nuestra vida por unos minutos puede hacerse más dulce. Suficiente para olvidar las preocupaciones mundanas. Aunque luego no puedan huir del tráfico en Miraflores.

Dulce Ciudad queda en Pasaje Mártir Olaya 205, Miraflores.
Ticket promedio: S/.7.50 la porción de torta.
Volvería: De vez en cuando. No hay que excederse en los postres.

lunes, 19 de agosto de 2013

Días de blogger III

Cuanto hay tanto por contar nada mejor que un post recopilatorio.

Punta Sal (El blogger vuelve. ¿Por qué?)
Para que no digan que el blogger no da segundas oportunidades.

Hace cuatro años visité el restaurante Punta Sal. En aquella época, mis inicios como blogger gastronómico, tenía menos paciencia que ahora y la desilusión que me causó la especialidad de la casa, el brochetón marino, hizo que pasara mucho tiempo antes que pensara de nuevo en visitarlos. Creo que fue demasiado tiempo. ¿O no?

Flautitas de cangrejo
Para comenzar pedí las flautitas de cangrejo: pulpa de cangrejo aderezada al jengibre y envuelta en masa de wantan. El nombre es demasiado auspicioso porque a la mesa llegó una simple porción de tequeños de cangrejo. Error de principiante, si fríen a temperatura muy alta la masa de wantan se quema y el resultado es esa textura de galleta de soda que se parte en pedazos apenas uno da un mordisco. Además para acompañar los tequeños pueden poner algo mucho mejor que esa salsa golf a granel. También probé el cebiche del autor, una trilogía de cebiche norteño, tiradito al rocoto y crema de ají amarillo. De la sazón y la frescura del pescado no podría quejarme, estaba en su punto. El gran defecto del plato es la presentación porque lo sirven todo junto y termina convirtiéndose en un pescado revuelto en una crema de sabor indefinido. Lo mejor sería utilizar una vajilla con divisiones o poner un acompañamiento que impida la mezcla de los ingredientes.

Corvina Nicole
Para los platos de fondo empecé con la corvina Nicole, rellena de langostinos en salsa de pulpa de cangrejo y alcachofas, acompañado de arroz a la jardinera y papitas pom pom. Algo hicieron mal porque la salsa estaba muy espesa y empalagosa al paladar. Creo que la foto habla por sí sola porque más parece un plato de concesionario. No me soprende que los acompañamientos dejaran mucho que desear. También probé un arroz con mariscos que me dejó muy decepcionado. Era una bola de arroz donde los mariscos y el sabor brillaban por su ausencia. No entiendo ¿Tan díficil es utilizar un buen fondo de pescado? ¿Tan caros están los mariscos que ponen una porción minúscula? ¡Es un arroz con mariscos, no un risotto de langosta!

Punta Sal nuevamente me deja con un signo de interrogación en la cabeza. Sería exagerado decir que fue una mala experiencia. Tal vez, nuevamente, el destino hizo que pida los platos equivocados. De verdad espero, algún día lejano, probar algo que justifique su lema: "el sabor del mar con una sazón especial". Porque hasta el momento no encontré ni el sabor ni la sazón.

Punta Sal queda en avenida Primavera 443, San Borja.
Teléfono: 441-7431
Volvería: Dentro de otros cuatro años.


La Rosa Náutica (El blogger nunca más vuelve)
Una experiencia anterior me dejó con tan mal sabor de boca y un dolor crónico en el bolsillo que no esperaba volver a pisar este restaurante. Pero...

Arroz con mariscos
En mi visita anterior a La Rosa Náutica lo más memorable fue la desproporcionada relación precio-calidad. Miento, también me dejo una mala impresión ver los exteriores tan descuidados. Sé que sus defensores aludirán a su "espectacular" vista o a lo romántico de cenar viendo la puesta del sol pero eso no es relevante para mí. Cuando yo voy a un restaurante es para consumir un producto no a tomar fotos del paisaje. En esta ocasión el primer plato que ordené fue un arroz con mariscos, una opción tan común y tan conocida que es muy difícil preparla mal. Sin embargo me trajeron un arroz mojado, casi un intento de risotto. Puedo ser tolerante con esa textura, total ya estoy acostumbrado a las creaciones forzadas de algunos chefs. Pero sí deja mucho que desear que recocinen los mariscos al punto que es imposible cortarlos. Paso.

Parrilla marina para dos
Sin embargo, como algunos restaurantes se esfuerzan en decepcionarme la situación se agravó cuando trajeron la parrilla marina para dos. Lo pongo muy simple: es como si hubieran cocinado un picante de mariscos y lo hubieran puesto sobre un grill para disimular. Cero sazón, cero gusto a parrilla y una pésima cocción que dejó a los mariscos con esa nefasta textura de chicle. Y si hablara del acompañamiento: beterraga, zanahoria y vainitas a la parrilla. Ni que fuera una ensalada cocida de pollería. ¿Acaso no han escuchado hablar del zucchini o de los espárragos? Cualquier franquicia de marras puede servir algo mucho mejor que eso. Vale la pena agregar que hice notar mi desagrado con el plato y la gran respuesta del encargado (¿maitre?¿jefe? lo que sea) fue "Que raro si nadie se ha quejado. Voy a avisar a la cocina" Y nunca más volvió.

Después de mi última visita me queda claro que en La Rosa Náutica el credo es aprovechar su "espectacular" vista al mar para servir y cobrar lo que sea. Y tal como me ha sucedido en otros restaurantes "para turistas" me doy cuenta que no les importa las quejas de los clientes porque saben que siempre tendrán un bus lleno de incautos en la puerta a los que podrán seguir sirviéndoles cualquier cosa. Pésimo.

 La Rosa Náutica queda en Espigón 4, Circuito de Playas, Miraflores.
Teléfono: 445-0149
Volvería: Ni para tomar fotos del paisaje.
 

La Mora (El blogger promete volver)
Buscando alternativas de lugares para tomar un buen café encontré algo mucho mejor que eso.

Hace un par de meses tuve la oportunidad de conocer a Brigitte Schlomp, la dueña de La Mora, y a su hija Pía durante la presentación de la Fiesta del Pan. La canasta de panes alemanes que llevaron era de una variedad impresionante. Había pan de müesli, Bretzel, pan rústico, preparados a la manera artesanal con insumos de alta calidad y prescindiendo del uso de conservantes. Tal vez es injusto incluirlos en un post recopilatorio pero tampoco puedo dejar pasar más tiempo sin hablar de ellos.

Sándwich de jamón de pierna
De su amplia oferta de sándwiches yo elegí el de jamón de pierna, queso suizo, cornichons, mostaza dijon y mayonesa en pan integral. Primer punto a favor, y tal cual lo prometen en su carta, es el uso de pan artesanal. Olvídense de esos falsos panes de salvado que han invadido las cafeterías. Este es un genuino pan integral con un tenue sabor ácido y con las semillas enteras a la vista. Me encantó disfrutar de un sándwich donde el punto fuerte es la combinación de los ingredientes (por ejemplo el uso de cornichons) y no la presencia de la carne o aderezos innecesarios. Con gusto probaría otros sándwiches de su carta.

Selva Negra
Felizmente en La Mora no han descuidado la parte dulce de la vida. Pueden encontrar postres peruanos, tortas de la casa y bocadillos pequeños para llevar (¡Ojo con la torta de novia!). Yo les recomendaría su Selva Negra, fiel a la receta original alemana con ese gustito a Kirsch que no se encuentra en las pastelerías peruanas. (Supera con creces a mi anterior favorita del Gourmet Deli. Lo siento Swissôtel, pero como blogger debo mencionarlo). También he probado su pye de limón que podría estar en mi top 5 de postres favoritos por el adecuado equilibrio entre el ácido del limón y el dulce de la leche condensada. Y si quieren algo nuevo, el frangipane con peras puede ser toda una sorpresa. Sólo tengo una pequeña observación. No hay carta de postres y uno tiene que escogerlos directamente de la vitrina. Detalles, detalles.

Vitrina de tortas
Si bien el local de Miraflores es una casa adaptada para restaurante, las mesas en los tres ambientes están adecuadamente distribuidas sin sacrificar la comodidad de los comensales. El hall, donde se ubican las vitrinas con las tortas y los panes, es bastante espacioso y facilita que uno escoja los productos para llevar. La atención es correcta y vale destacar que las mozas saben como organizarse para atender oportunamente los pedidos. Tal como dice en su web: "la filosofía de La Mora es utilizar los más finos ingredientes y un método tradicional y casero para elaborar un producto exquisito" Y yo no lo pondría en duda. Palabra de blogger.

La Mora queda en avenida Grau 400, Miraflores.
Teléfono: 713-1212
Volvería: Sí. Todavía quiero seguir evaluando su carta. ¡Sobre todo sus desayunos!

lunes, 12 de agosto de 2013

Como agua para chocolate (Chocolate aguado)

Cuando era niño, y aún no soñaba con tener un blog de gastronomía, mis padres solían llevarme a comer tacos en Antojitos Mexicanos de Amalia Aguilar. Tiempos que ya no volverán. ¿O sí?

Burritos de la casa
¿Es justo evaluar un restaurante por su menú? Tal vez no, pero si puede servir para hacerse una idea de cómo preparan los platos así como su nivel de servicio. Hace tiempo que deseaba escribir una reseña de Como agua para chocolate pero nunca lo encontraba abierto el fin de semana. Ya que estaba por la zona decidí visitarlos de una vez por todas y aprovechar su "menú ejecutivo del día" con platos de comida mexicana extraídos de su carta. Ojo para que no haya sopresas les advierto que el costo de las bebidas es aparte. Y también tienen un menú light, aunque después de mi última visita dudo mucho que le dé una oportunidad.

Quesadilla, flauta rellena, albóndigas, tinga de pollo
Para comenzar elegí los totopos con guacamole. No se confundan, no son lo mismo que los nachos, los totopos son trozos de tortilla que se fríen o tuestan hasta que adquieren una textura crujiente. (Gracias Wikipedia). Antes que comerlo como entrada hubiera preferido tenerlos como piqueo cuando veo una película pero ese es un tema de gusto. La segunda opción incluye una flauta rellena, quesadilla, albóndiga al chipotle y tostada de tinga de pollo. Creo que me tocó un día en que la cocinera odiaba al mundo porque cualquier persona con un mínimo de criterio sabe que no se calienta una quesadilla en microondas (El pitido se escucha hasta el salón) porque el queso se endurece y adquiere una textura imposible de cortar. La tinga de pollo es como un estofado clásico (tomate, cebolla y ajo) pero al que se le agrega chiles. Las albóndigas llegaron frías a la mesa, ni las probé. La flauta rellena es como un taquito enrrollado con carne en hilachas. Me imagino que debe utilizar un tipo de carne como el charqui porque la sentí muy reseca.  En lugar de tanta pequeñez y mediocridad hubiera preferido ver una sola opción pero bien preparada. Me quedo con los totopos, al menos sirven para acompañar el segundo plato.

Steak al tequila
En cuanto a los platos de fondo, el steak al tequila es un bife ancho flameado con salsa de chile seco, arroz mexicano, frijoles refritos y guacamole. OK, sé que no estoy en el Rincón Gaúcho y no me van a dar Angus Beef pero tampoco me den una carne que ha estado en la congeladora tres días. Esto ya no era tema de cocción, la carne estaba correosa, imposible de masticar. Puede ser que también ya la tuvieran frita con anticipación y sólo la recalentaron. Ni siquiera me llené con el arroz a la mexicana porque es la receta común de arroz a la que se le agrega tomate molido. Bueno, parece que se les olvidó agregarle también un poco de sabor.

Pollo borracho
El segundo plato fue el pollo borracho, una pechuga en salsa de cerveza, champiñones y cebollita china con arroz y ensalada fresca. Lamentablemente fue otra opción para el olvido. La pechuga se distinguió por su absoluta falta de sazón pero el mayor defecto fue la salsa de acompañamiento. Es válido el recurso casero de utilizar maicena para dar textura a las salsas pero tampoco exageren porque se convierte en una mazamorra. El arroz y la ensalada, completamente prescindibles. También probé sus burritos de la casa, tortillas rellenas de frijoles refritos, queso, guacamole, pico de gallo y bisteck molido. Ligeramente mejor que los otros platos en terminos de sabor y presentación. Sin embargo, y puede ser un tema de gusto, la cebolla estaba muy fuerte, como si recien la hubieran cortado y dejaba un desagradable sabor picante en la boca. Tuve que separarla para poder terminar los burritos.

Crepes de cajeta
La parte de los postres fue mero trámite. Pueden escoger entre el panqueque relleno con plátano flameado y helado o unas humildes crepes de cajeta (manjarblanco) Creo que la foto habla por sí sola, no hay mucho que esperar y tampoco me voy a molestar en criticar el uso del helado industrial. Respecto al servicio los mozos podrían tener una participación más activa no limitarse a tomar la orden y llevar los platos. Considero que desperdician la oportunidad de hacer recomendaciones porque no todos los clientes estamos familiarizados con la comida mexicana. Noté que la dueña también estaba presente pero sólo muestra su mejor sonrisa a los grupos grandes o a los clientes habituales. Que pena, tal vez si me hubiera prestado atención, yo podría haberme vuelto un cliente habitual en un futuro (muy) lejano.

Como agua para chocolate queda en calle Pancho Fierro 108, San Isidro.
Horario: Lunes a sábado de 12:00 p.m a 10:00 pm.
Teléfono: 222-0297
Ticket promedio: S/.60.00 por persona. El menú "ejecutivo" está S/.29.50
Volvería: Sólo por los platos a la carta pero un futuro lejano.

lunes, 5 de agosto de 2013

Caffe di Gianfranco (En busca del tiempo perdido)

De como el blogger demuestra que puede ser paciente. Muy paciente.

Pizza de jamón y champiñones
¿Cuántas veces habré pasado por este local cuando trabajaba en el distrito de Miraflores? Siempre me desanimaba de entrar por la cantidad de autos estacionados y pensaba que sería mejor visitarlos "otro día". Pero una tarde, luego de ver una película en el cine Alcázar, decidí hacerles una visita. Buscando algunas referencias leí en una página web que el dueño acostumbra incomodar a los clientes obligándoles a pedir lo que él quiere o mirando en las mesas y criticando lo qué han ordenado si no le hicieron caso. Yo no lo ví para nada así que aparentemente tuve suerte. Aunque no mucha.

Sándwich de mortadella italiana
La carta tiene varias secciones entres sándwiches, pizzas, bruscottas (¡?) y pastas. Yo comencé mi recorrido con un sandwich de mortadella en pan campesino. Lo mejor fue que utilizaron mortadella italiana de verdad, de buena calidad, sabor y con su respectivo toque de grasa. Nada que ver con la jamonada de lonchera que me sirvieron en Antica Pizzeria (Y encima es más caro. ¡Que vergüenza!). Quizá el pan estuvo un poco reseco pero con un toque de aceite de oliva mejoró. También probé un panino de mozarella, tomate, jamón y huevo. Sándwich que destaca por su simpleza pero que acompañado de un buen café podría reemplazar tranquilamente a cualquiera del San Antonio.

Bruscotta de jamón y champiñones
Luego de puro curioso ordené la bruscotta de jamón y champiñones. No busquen el nombre en Google, no lo van a encontrar. Debe ser una creación de la casa pero les quedó de perillas. Es una tajada enorme de pan campesino tostado sobre la que colocan una generosa porción de varios ingredientes al mejor estilo de una pizza. Puede ser demasiado para una sola persona pero la experiencia bien vale la pena. Si no quieren apartarse de lo tradicional entonces pidan una pizza de masa delgada. Adecuado punto de horneado, buena cantidad y calidad del jamón y el queso.

Fettucini a la carbonara
Estando en un restaurante italiano era un deber probar sus pastas. Por ahí leí que sus fettucini a la carbonara son los mejores de Lima, pues yo los colocaría en un honroso segundo puesto después de La Traviata. Lo mejor, no tienen nada que ver con esas falsas carbonaras que son una bomba de grasa.  Quizá la presentación deja mucho que desear pero al final del post entenderán por qué no se les puede pedir más. Los penne a la bolognesa cumplieron porque la salsa tenía un gusto casero que hace mucho extrañaba en un restaurante italiano. Eso sí, pidan que no les echen perejil. Para mi gusto es prescindible. 

Helado de chocolate y chirimoya
En cuanto a los postres sólo dirijan su atención a los helados de vitrina. Sobre todo el que me han recomendado innumerables veces: el chocolate dark que hace honor a su bien ganada fama, por el toque amargo ideal que se deja combinar con cualquier sabor. El único que podría competir con ellos es el Amante de 4D con su invencible 70% de cacao belga. También he probado su tiramisú que viene preparado como un semifredo, con la crema de queso congelada. Ya depende del gusto de cada uno, yo siempre me quedaré con el tradicional. En cuanto a los postres peruanos como la leche asada, la bola de oro y el alfajor, luego de haberlos probado considero que sólo hacen acto de presencia.

Tiramisú clásico
A pesar de tener un local bastante grande es difícil encontrar un ambiente en el cual uno pueda sentirse cómodo. Las mesas están muy pegadas y uno termina escuchando la conversación del costado. A eso agreguénle un gran talón de Aquiles: el nivel de servicio. En cada mesa hay un dispositivo por medio del cual uno avisa cuando está listo para ordenar pero las mozas nunca acuden a tiempo. No es un tema de actitud, creo que la afluencia constante de clientes es demasiado para ellas. Para que se hagan un idea un par de veces he visto al mismo cocinero llevando los platos a la mesa. También he notado que algunas personas, probablemente clientes eventuales, por iniciativa propia cogen las cartas cuando entran al local. En fin, vale la pena darles una visita sí (y sólo sí) se consideran personas muy pacientes. Yo no lo soy pero igual hago un esfuerzo por ustedes.

GianCaffé queda en Av. Angamos Oeste 598, Miraflores.
Horario: Lunes a domingo de 7.30 a.m. a 11:00 p.m.
Teléfono: 446-5150
Ticket promedio: S/.30.00 por persona.
Volvería: Sí, a pesar del servicio es una buena opción para tomar un café o comer algo ligero.