sábado, 23 de febrero de 2013

¡5 años!

Lustro.
(Del lat. lustrum).
1. m. Período de cinco años.

Cuando era niño y escuché por primera vez la palabra lustro pensé "¡Que tontería! ¿Quién necesita una palabra para definir cinco años?" Claro, cuando era niño nunca pensé en que me dedicaría a escribir un blog de gastronomía. Tampoco pensé que viajaría por el Perú y el extranjero sólo para conocer nuevos sabores y estilos de cocina. Y si alguien me hubiera dicho que este blog se mantendría activo durante un lustro hubiera pensado que me estaban jugando una broma. ¡Pero aquí estoy!
 
Cupcakes Marconi y su obra maestra.
Seguro que muchos se preguntarán cómo empezó el blog. Ya lo he contado antes pero no está demás revisar la historia original. Fue hace mucho tiempo cuando antes de ir al colegio Santa Ursula para presenciar un concierto de música clásica (otro de mis vicios) tenía hambre y dando una vuelta por la zona llegué al Gourmet Deli. Me sentí tan bien atendido y la torta que probé fue tan deliciosa que me dije. ¿Por qué nunca me habían recomendado este sitio? Ese fue mi momento "eureka" en el cual decidí crear una página donde la gente pueda leer mis recomendaciones y crear sus propias aventuras gastronómicas.

Chocolate con chocolate de La Locanda.
Cinco años han pasado. Del blogger temeroso que pensaba nadie lo leería ya no queda nada. Escribo con el placer de saber que compartiré mis mejores experiencias con ustedes. Escribo con alegría porque sé que ustedes me leeran para elaborar sus propias aventuras gastronómicas. Escribo con pena porque sé que existen sitios donde la prioridad es que tan abultada puede resultar la cuenta antes que la satisfacción plena de los comensales. Pero no he dejado de escribir y si bien he tenido que hacer pausas por motivos laborales o académicos siempre he regresado porque tengo una responsabilidad con ustedes.

Torta de chocolate de Tortas Gaby.
No ha sido una labor sencilla. Imagínense: equilibrar trabajo, estudios y vida personal, elaborar un presupuesto para decidir qué lugares visitar, conocer nuevos sabores (¿Se acuerdan del blogger que no comía makis?). Pero siento que todo este trabajo ha valido la pena. Lo único que puedo decir ahora es ¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias a todos! A los que me leen, a los que comentan, a los que me siguen, también a los que me critican (¿Cómo voy a mejorar sin críticas?) y por supuestos también a todos los administradores y chefs que comparten su conocimiento y me ayudan a escribir mejor cada día. Nada de esto hubiera sido posible sin ustedes. ¡Gracias totales! ¡A celebrar!

lunes, 18 de febrero de 2013

Buenos Aires X (Pasta por partida doble)

Es complejo escribir reseñas completas cuando uno viaja fuera del país. El tiempo siempre queda corto (el dinero también) y una visita nunca será suficiente para evaluar adecuadamente un restaurante. Pero no podría quedarme tranquilo sin contarles mis aventuras por Buenos Aires así sea en forma de mini-reseñas.

La Strada
Después de cinco interminables horas de viaje uno sólo quiere dos cosas: ducha caliente y comida. La ducha la consigo en el hotel (si es que no hay un "problema" con la reserva) ¿Y la comida? Paseando por los alrededores llegué al Recoleta mall y en el tercer nivel me llamó la atención este restaurante que brinda una variada oferta de comida italiana. ¿Comida rápida? ¡Ni pensarlo!

Filetto alla Rossini.
Para no ordenar la clásica pasta con salsa preferí ver los platos de fondo con carne y me decidí por un filetto alla Rossini. Es un lomo con gratin de grouyere, jamón crudo y salsa suave de res con mil hojas de papa. Pensé que estaba de vuelta en Lima porque este plato se me antojó muy recargado, el jamón crudo y el queso gruyere pueden ahogar el sabor de la carne. Felizmente el corte vino cocido al punto con la carne suave y muy jugosa. El mil hojas de papas hace acto de presencia nada más.

Tiramisú
No me iba a quedar con las ganas de probar un verdadero tiramisú en Buenos Aires. Preparado con queso mascarpone, café y cacao hubiera estado en mi lista de mejores postres fuera del país pero la presentación le quitó algunos puntos. Ya me explicó un chef es muy celoso con la temperatura y al menor descuido pierde su textura. De todos modos el sabor fue algo diferente y terminó de alegrar cena. El servicio fue correcto y el ambiente resultó bastante tranquilo. Como para tomarlo en cuenta si regreso por la ciudad y estoy cerca.

La Strada queda en Vicente López 2028, tercer nivel, Recoleta, Buenos Aires.


San Babila
Por la zona de Recoleta me encontré con varios restaurantes que tenían "jaladores" en sus puertas ofreciendo una botella de vino con cada parrilla. Me hizo recordar a los restaurantes peruanos que ofrecen "un pisco sour de cortesía" para disfrazar la dudosa calidad de sus platos. No consumo vino y tampoco creo en las ofertas gratuitas así que en busca de un restaurante más apacible llegué a San Babila.

Lasaña bolognesa.
Lamentablemente me sentía algo descompuesto porque estaba con los inicios de un fuerte catarro y no atiné a pedir más que una simple lasaña bolognesa. Sí ya sé. "Blogger, tan lejos viajas para comer eso". Pueden abuchearme si quieren pero valió la pena conocer otro estilo porque no es la clásica lasaña " a la peruana" con salsa blanca y gratinada con queso. Es pura pasta con salsa de carne concentrada donde destacaba más el sabor del tomate que la cebolla y el ajo. Diría que me dejó una espina clavada porque su propuesta era más tradicional que el otro restaurante. Ni modo, habían otros lugares que visitar y San Babila será una historia inconclusa para el blogger.

San Babila queda en Roberto M. Ortiz 1815 Recoleta, Buenos Aires.

lunes, 11 de febrero de 2013

Don Fernando (El norte grande)

Escribir sobre comida regional no es sencillo. A un arequipeño no le voy a decir cuál es el mejor adobo ni a un chiclayano dónde encontrar el mejor seco de cabrito. Pero el blogger sí ha viajado a provincias muchas veces y tiene la experiencia suficiente para identificar cuando un plato realmente está bien preparado.

"Hace más de 20 años los hermanos Vera-Horna, descendientes de dos familias que rendían culto al buen comer, empezaron este restaurante. Ambos son excelentes cocineros que aprendieron la cocina de su madre y las dos abuelas. En un ambiente familiar se ofrece comida tradicional del norte peruano con mucha influencia marina, así como algunas propuestas propias" Así dice la carta de Don Fernando y luego de sendas visitas sólo puedo decir: ¡Misión cumplida!

Cebiche de charela
Apenas se sienten le darán de cortesía un shot de leche de tigre con erizo. Confieso que esta entrada no es de mis favoritas pero ya que estaba en la mesa ¿Por qué no darle una oportunidad? Todo ese gusto a mariscos frescos (mejor que la cancha recalentada que sirven en todas las cebicherías) resultó el preámbulo ideal para el cebiche de charela que me sirvieron a continuación. Los cinco ingredientes básicos del cebiche, el pescado más fresco y un picor moderado al gusto del blogger, me dejaron con la curiosidad de probar en un futuro sus tiraditos. Fíjense además en el detalle del ají mochero, prueba de que el norte está presente en todos sus platos.

Mariscos al pil-pil
Como segunda entrada pedí los mariscos al pil-pil: langostinos, calamares, conchas de abanico y almejas, saltados en abundante aceite de oliva para conseguir una impresionante combinación de sabores, texturas y aromas. Una porción generosa de mariscos frescos en el punto correcto de cocción y una sazón adecuada donde destaca la presencia del ajo y el ají especial ¿Qué más se puede decir de este plato? Pues les cuento que remojar las rodajas de pan francés en el aceite sobrante es una de esas experiencias que pueden dejarlo a uno sin palabras el resto del día. Placer culposo para el blogger.

Cabrito norteño con tacu-tacu
Para los platos de fondo primero elegí el cabrito norteño deshuesado con tacu-tacu. Atención, no es el clásico cabrito ahogado en culantro, la receta que utilizan incluye nuevamente la chicha de jora, el ají especial y el aderezo básico. De sabor me convenció pero hubiera preferido ver una textura más consistente de la salsa. El tacu-tacu no destacó pero no fue por deméritos de la preparación sino por mi obsesión permanente de encontrar el tacu-tacu ideal, crocante por fuera, cremoso por dentro. Cuestiones de blogger cargoso.

Arroz con pato
Como segundo plato de fondo elegí uno de los platos que más dolores de cabeza me ha causado en el blog: el arroz con pato. He tenido malas experiencias con este plato porque siempre lo ahogan en acompañamientos (por ejemplo la clásica zarza) o alteran su preparación tratando de convertirlo en una versión gourmet . Pero en Don Fernando se trata de rescatar la comida norteña tradicional y genuina.  Lo que me sirvieron fue un generoso plato de arroz graneado con sabores de chicha de jora y loche, la carne del pato suave y sabrosa. Mejor que este arroz con pato sólo el que probé en El Rincón del Pato de Lambayeque. Acá en Lima no tiene competencia.

Considero que Don Fernando es el sitio ideal para disfrutar lo mejor de la comida de Lambayeque . Aún me falta probar otros platos con mariscos (sobre todo sus famosas almejas que según la carta "llegan vivas al plato o se devuelven"). El local es acogedor con un ambiente que tiene techo de paja como las cebicherías de antes. La atención es correcta y los mozos están preparados para responder consultas sobre los ingredientes y la preparación del plato. Con la presencia de los dueños en el salón y en la cocina está garantizada la buena mesa. Espérenme que ya vuelvo.

Don Fernando queda en General Garzón 1788, Jesús María.
Horario: Martes a domingo de 11 a.m. a 5:00 p.m.
Teléfono: 261-0361
Ticket promedio: S/.50.00 por persona.
Volvería: De hecho. Todavía queda mucho por descubrir de su carta.

lunes, 4 de febrero de 2013

Días ajetreados IV

Sí, continúan los días ajetreados (ahora más que nunca) y no puedo hacer nada para evitarlo. ¿O sí? Deséenme suerte.

Aurelia (¿En qué quedamos?)
Aurelia es mi alternativa a La Romana cuando se trata de comida italiana a precios módicos. Pero lo bueno de este restaurante es que no todo queda allí, también tienen una variada oferta de sándwiches clásicos acompañados. ¿Lo bueno dije?

Fugazza
El primer plato fue la fugazza de tomate y orégano. Cuando yo era niño y mis padres compraban pan en Rovegno siempre veía con recelo las fugazzas. La clásica reconvención materna de "ese pan con cebolla es feo, hijo" evitó que alguna vez me anime a probarlo. Sin embargo hace mucho que el blogger ya olvidó los consejos maternos relacionados con la gastronomía. Por eso disfruté como nunca esta fugazza. Recien salida del horno, crocante, con harto queso mozarella, tomate y cebolla blanca. Disfrutarla con un capuccino hecho con café de Jaen puede ser una de esas experiencias difíciles de olvidar.

¿Sándwich de lechón?
Sin embargo el sándwich de lechón me estampó contra la cruel realidad. ¡Vamos Aurelia! ¿Cómo me haces esto? Una carne sin nada de sabor y con una textura seca como de corcho. Me pregunto dónde quedó el jugo del horneado al momento de pasarlo por la plancha. Ni con ketchup ni con ají de la casa pude salvar el día. Y eso que tenía grandes expectativas porque ya antes había comido su sándwich de jamón ahumado y me dejó más que satisfecho. Por eso considero que desperdiciar el ciabatta más crocante en un sándwich tan triste no vale la pena. A ver si se ponen las pilas con esa receta.

Kintaro (¡Más por menos!)
Sashimi, sushi, rolls
Kintaro, no te pierdo de vista. Tuve la oportunidad de probar su paquete especial que incluye un trío de sashimis, sushi de cangrejo, langostino y pulpo y tres variedades de makis. Primera experiencia con los sushis y no les sentí nada especial. Quizá me he mal acostumbrado a los rolls rellenos de ingredientes y bañados en salsas. Suficiente para sacarme la duda. Además les recomiendo probar el kión bebe que ponen de acompañamiento para limpiar el paladar. Me agradó tanto su gusto dulzón que me acabé solo la porción. Punto a favor para la atención de los mozos, muy corteses y listos para responder a las preguntas sobtre los platos. Ojo que con tarjeta Mundo Sueldo del BBVA hay un descuento del 40% sobre el valor total de la cuenta. Como para no dejarlo pasar.

4D: ¡A ver esas cartas!
¡Esas cartas, 4D!
Señores restauranteros, las cartas son la tarjeta de presentación de su restaurante. Cartas manchadas, rotas o con anotaciones de plumón indeleble no son aceptables. Con mucha pena debo mencionar  que es el error más común de los restaurantes (incluso los más elegantes) que he visitado a lo largo de estos años. Y siempre es el mismo pretexto, "Es que ya la vamos a cambiar", "Es que el mozo no se fijó", "Es sólo una". Nada les cuesta al finalizar el día hacer una revisión de todas las cartas y limpiarla o desechar aquellas que estén muy maltratadas. Si no se fijan en esos detalles el siguiente paso podría ser colocar cuadrados de papel bulky en lugar de servilletas.