lunes, 30 de julio de 2012

Días ajetreados

El tiempo es un tirano y enemigo declarado del blog. Los días pasan volando y no me permiten escribir todo lo que quisiera. A manera de contraataque publicaré un post resumen con lo más relevante de la semana.

¡Feliz 28!
Salsitas para acompañar el pollo
Nada más peruano que celebrar el 28 de julio comiendo pollo a la brasa. Yo elegí La Pollera, un restaurante del que ya había escuchado algunos comentarios interesantes. Valgan verdades no hay muchas pollerías que se aparten del esquema "pollo con papas más ensalada" y en este local ofrecen cinco acompañamientos distintos: papas fritas, papas a la parrilla, arroz, ensalada pollera (verduras frescas) y ensalada catedral (verduras cocidas) Local que ofrece arroz de acompañamiento tiene que ser el más peruano de todos. ¿O no?

Pollo a la brasa.
El cuarto de pollo a la brasa llegó volando a la mesa. Punto a favor, no es de esos pollos en los que todo el sabor se queda en el pellejo. Las papitas vienen en porción generosa y muy crocantes así que cumplen su objetivo. Sólo de puro curioso pedí las salchipapas La Pollera (frankfurter, chorizo criollo y chorizo La Pollera). Lamentablemente los chorizos son de baja calidad y tienen un exceso de condimento y grasa que los lleva al nivel de comida chatarra. La atención a la mesa es bastante regular pues uno tiene que llamar de mil formas a los mozos para que presten atención. Debe ser complicado manejar dos pisos de comensales aparte del delivery así que les doy el beneficio de la duda. Como para matar el antojo nada más.

La Pollera queda en Av. Del Ejército 210, Miraflores.
Ticket promedio S/.25.00 por persona
Teléfono: 711-0000
Volvería: Lo pensaría. En cuestiones de pollo a la brasa hay tanto para escoger...

¡Gracias Rocío!
Rocío es una buena amiga que siempre me recuerda la importancia de alimentar tanto el cuerpo como el espíritu. Según ella así como escribo reseñas de restaurantes también debería hablar de aquellas experiencias que me han ayudado a ser mejor persona. Prometo hacerlo algún día pero no en este blog (¿O sí?). Recien llegada de Arequipa mi amiga me obsequió con chocolates de La Ibérica: un paquete con bombones surtidos, pastillas fondant y una bolsa de gauffrette, mis favoritos. Además también me trajo sendos moldes de queso paria y mantecoso, los quesos más deliciosos que se pueden encontrar en el mercado de San Camilo y que utilizaré en una de mis recetas favoritas: pastel de papa al estilo blogger. ¡Gracias Rocío por tu gesto y por recordarme siempre lo que es más importante en esta vida!

¡Gracias Elbey!
Hace tiempo cuando mi cuñada viajaba a Venezuela de puro cargoso le decía: "¡Traéme chocolate chavista! ¡Traéme chocolate chavista!" En realidad lo hacía sólo por fastidiar porque ella muy amablemente siempre me ha traído chocolates de todas partes del mundo. Además también ya me había obsequiado con una barra de la famosa marca El Rey y descubrí que no hay nada mejor para educar el gusto que el chocolate amargo.

Pero La Providencia, demasiado generosa conmigo, hizo que una lectora del blog también se acordara de mí en unos de sus viajes a Venezuela y me trajera un par de barras de chocolate dark al 70%. La calidad de estos chocolates es superior por la variedad de cacao que utilizan así que trataré de hacerlos durar varios días comiéndolos lentamente pedacito por pedacito. Como anécdota puedo contarles que la marca Cimarrón está patrocinada por el gobierno de Venezuela. Ahora entiendo porque en la parte posterior de la etiqueta se puede leer el lema "hecho en socialismo"

La marca del blogger
Ante el descaro que han mostrado algunas páginas web en apropiarse de mis fotos sin colocar adecuadamente los créditos me veo en la obligación de utilizar ahora un sello de agua. El último caso fue la página "Ceviche" que con toda la frescura del mundo posteó como propia la  foto correspondiente a la reseña de Cala. Les escribí exigiendo que coloquen la fuente pero en una burda muestra de viveza criolla ni se dieron por enterados. Así como en los mercados ponen una foto de los tenderos yo menciono a esta página por su burda actitud de robar el material de mi blog. ¡Rateros!

viernes, 27 de julio de 2012

Alma (Réquiem por un almuerzo)

Si me pidieran recomendar un lugar para celebrar una ocasión especial, siempre me inclinaría por un restaurante de hotel. Sin embargo mi optimismo puede jugarme una mala pasada y termino pagando muy caro mis errores. Está visto que errar es de humanos y también de bloggers.

Alma, cocina viva, es el restaurante principal de la cadena de hoteles Casa Andina. De acuerdo a su página web es "una propuesta de cocina viva, inspirada en fórmulas ancestrales, productos nativos y sazón regional, sustentada sobre la base del escenario en donde se desarrolla." La carta de Alma se distingue por ofrecer diversos platillos de la comida peruana en versión gourmet. Siempre he considerado un riesgo probar nuevas versiones de platos que conocemos desde nuestra infancia pero como blogger estoy en la obligación de hacerlo. Para bien o para mal.

El servicio empezó con una porción de pan campesino de hierbas. Un pan común y corriente que se puede encontrar sin mucho esfuerzo en cualquier panadería especializada. He visto mejores canastillas de panes en otros hoteles y con mayor variedad, no limitándose a servir tajadas de un solo pan. Mínimo esperaba que utilizaran mantequilla artesanal no uno de esos minipaquetes de marca Gloria. Me pareció inadecuado que la pongan junto al ají porque se hizo una mezcla desagradable. Nada les cuesta comprar vajillas especiales para salsitas. Total no estamos en una franquicia que sólo busca ahorrar costos.

De entrada ordené unas causas crocantes con escabeche de conchas acevichadas. Auspicioso comienzo por el contraste entre la sazón moderada de las causas y el aderezo de ají panca de las conchitas. Estas tenían un correcto punto de cocción pero me hubiera gustado que sean más generosos en la cantidad. La textura crocantísima de la causa se merece un aplauso así como haber llegado caliente en la mesa. En el aspecto visual fallaron estrepitosamente porque las porciones no estaban compactas. Fíjense en la primera causa de la derecha, está completamente desarmada, como si la hubieran servido con ira. ¿El cocinero estaba de mal humor porque el salón estaba vacío?

El codillo de cerdo con pastel de papa acholado y puré de membrillo se lleva el premio a una de las presentaciones más desagrables que he visto en lo que va del año, Mentira, en la historia del blog ocuparía un lugar de vanguardia. No sé cuál es la intención del chef pero el contraste grosero entre ese trozo de hueso gigante con la mini porción de pastel de papa no lo he visto ni en un restaurante campestre. De sabor completamente olvidable, parecía carne sancochada. El puré de membrillo tampoco ayudó mucho, por el exceso de clavo de olor parecía que estuviera comiendo un dentífrico. Además el mozo no se preocupó de advertir que ese plato no era para una sola persona (ni en sueños lo hubiera terminado) y tampoco me alcanzó un cuchillo de sierra para cortar el pellejo tan duro del cerdo. Un desastre.

Luego vino un lomo de alpaca al grill en salsa de hongos cajamarquinos de Porcón, puré de papa al ají amarillo y espárragos grillados. Pobre alpaca, debió ser la protagonista del plato pero esa carne tan dura habrá estado una semana en el congelador. ¿O será que el cocinero todavía no ha descubierto cuál es el punto correcto de cocción? La salsa de hongos cumplía pero vino en cantidad muy reducida, parece que la hubieran servido con cucharita de postre. En cuanto al puré fue un acompañamiento común y corriente que puedo hacer con una mezcla instantánea. Me olvidé de preguntar al mozo que hacía esa hoja en el plato. Dudo mucho que fuera decoración.

Para terminar escogí la trilogía altiplánica: chicharrón de Saylla, saqta puneña (guiso de pollo y maní) y kapchi (guiso de habas y papas). Destacó el chicharrón porque la carne estaba jugosa y lo habían sazonado ligeramente con ají panca, muy cerca de lo que sería un chicharrón colorado arequipeño. Primera vez que comía kapchi y saqta así que no tengo un punto de comparación para evaluarlo aunque si considero un exceso cobrar S/.50.00 por una trilogía de guisos que no tiene ningún ingrediente de lujo o una preparación especial. Al igual que los otros platos la manera de presentarlo dejó mucho que desear. Esos bordes sucios del plato sólo se espera de un restaurante de menú.

La carta de postres fue el último manotazo de ahogado que dí para salvar la situación. Primero ordené los sorbetes de tres regiones. El sorbete de maíz morado estaba demasiado dulce, el de papaya arequipeña muy amargo (es una fruta con un sabor muy especial, yo no me arriesgaría a prepararla en ningún postre). Me quedo con el de camu-camu por el sabor de la fruta pero no por la textura a punto de deshacerse. También pedí una leche asada con helado de coco en salsa de café Tunki. La leche asada resultó muy plana sin gusto a vainilla natural como se esperaba de un postre gourmet. Además me queda la duda porque desde que fue premiado ahora resulta que en todas partes se encuentra el café Tunki.

Si evalúo a Alma como un restaurante de comida peruana le doy el beneficio de la duda. Si lo evalúo como restaurante de hotel me pondría a llorar porque la experiencia fue olvidable en todo sentido. Debo agregar que me pareció risible la insistencia del mozo en saber si tenía reserva o no antes de dejarme entrar. El salón no estaba ocupado ni al diez por ciento y lo que más necesitaban era clientes con urgencia. Aunque ahora me queda claro porque el resto de comensales eran turistas. Pobre de ellos.

Alma queda en Av. La Paz 463, Miraflores.
Ticket promedio: S/.80.00 por persona
Teléfono: 213-4300
Volvería: No. Para ser un restaurante de hotel dio pena.

domingo, 22 de julio de 2012

¡Feliz cumpleaños Titi!

Cuanto tiempo ha pasado desde que el blogger, hecho un simplón, afirmara que en cuestiones de gastronomía china se conformaba con un buen chaufa y una porción de chancho asado. Felizmente con los años uno puede cambiar y sobre todo cuando se tiene la oportunidad llevar un curso intensivo en el mejor restaurante de comida china.

Hace algunos días recibí una buena noticia que estaba esperando con impaciencia. Como ya es costumbre decidí celebrarla con familia y amigos en uno de mis restaurantes favoritos. Sin embargo me enteré que había más motivos para festejar, Titi había sido elegido como mejor restaurante de comida china por la guía Summum y además celebraría el domingo su cumpleaños número 55. Cortesía de Patricia Chan, administradora del Titi, pude participar de una estupenda cena de celebración, acompañada con una cava Freixenet de lujo y como broche de oro una deliciosa torta de mi pastelería favorita. (Obvio, el Gourmet Deli)  Si tuviera que hablar de todos los platos me extendería demasiado (mejor dicho, las palabras no harían justicia) así que nombraré los que a mi parecer fueron las grandes sorpresas de la noche.

Langostinos al ajo
En primer lugar están los langostinos al ajo. ¿Cuántas veces les han servido a ustedes esos falsos langostinos al panko? En la mayoría de restaurante se conforman presentando langostinos congelados que no tienen nada de sabor (El Grifo, te hablan) y tratan de camuflar su mediocridad acompañándolos de salsitas "especiales" que son puro condimento. Del Titi sólo podía esperar lo mejor así que estos langostinos llegaron a la mesa con un delicioso sabor ahumado y cocinados en un punto perfecto. Además le dieron el toque de ajo exacto para alegrar el plato sin prevalecer sobre el langostino. Es una entrada que les puede cambiar la vida y que puede ser su medida para cuando vuelvan a comer mariscos en otros restaurantes.

Chicharrón de pollo
Luego vino un "simple" chicharrón de pollo. Al menos así lo definió la administradora.  Pero si habláramos de simpleza cuantos restaurantes ya quisieran tener en su carta un plato parecido. Crocante por fuera, jugoso por dentro, nada de grasa y acompañado de una deliciosa salsita de limón. ¿Cuál es el secreto de esta delicia? Muy sencillo, es chicharrón de pierna de pollo frito al momento, nada de insumos precocidos ni trucos baratos para sacar el plato más rápido. Y ese detalle tan obvio es lo que marca la diferencia. Prueben este chicharrón y se darán cuenta que han vivido engañados todos estos años. Por favor ni traten de compararlo con el de cierta franquicia de marras. Sería una blasfemia.

Sahofan saltado con cerdo
Finalmente están los sahofan saltados con chancho. Como era de esperar sólo en el Titi pudieron lograr que me reconcilie con  estos fideos de arroz. En las visitas que he hecho a otros chifas noté que recocinan los sahofan para que hinchen y ocupen más espacio en el plato. Lamentablemente esto les da una textura ligosa muy desagradable y por eso no me animaba a pedirlos. Estos sahofan tenían un delicioso gusto "ahumadito" del saltado, estaban cocinados en un punto casi al dente, sí es correcto aplicar el término. El toque de gracia se lo dio el chancho asado porque los fideos cogieron todo su sabor. Que éxito.

En términos gastronómicos la cena fue una experiencia inolvidable pero lo mejor fue compartir tips sobre la preparación de los platos, datos curiosos sobre la gastronomía en China y anécdotas de viajes.  Más allá de la calidad de la propuesta del Titi, su excelente nivel de atención y la gran variedad de su carta admiro lo que han logrado a lo largo de estos años. Y es que el éxito no es gratuito, sólo se alcanza con trabajo duro y esfuerzo constante, y en el caso de los restaurantes tiene que haber pasión por el cliente y una obsesión por los detalles. ¡Felicidades Titi!

Titi queda en Av. Javier Prado Este 1212, San Isidro.
Horario: Martes a domingo de 1:00 a 3:30 p.m y de 7 :00 a 11:00 p.m.

Ticket promedio: S/.70.00 por persona.
Teléfono 224-8189
¿Volvería?: Por supuesto, Titi es el mejor restaurante de comida china que conozco.

miércoles, 18 de julio de 2012

El Kapallaq (¿Más por menos? ¿Menos por más?)

A veces una visita no es suficiente para escribir la reseña de un restaurante. Pero cuando el presupuesto tampoco alcanza para volver sólo me queda publicar un capítulo más de mis aventuras gastronómicas.

El Kapallaq pertenece a esa categoría de restaurantes a los que nunca les presté mucha atención antes de ser blogger. La culpa es de mi reticencia natural a visitar "consagrados" Según leí en un recopilatorio de publireportajes ha sido premiado por la Nile Guide de San Francisco como mejor restaurante de pescados y mariscos en Lima. Si me pongo quisquilloso no sé que tan confiable es una guía que pone a Norkys como el mejor lugar para comer pollo a la brasa. Su nuevo local en la avenida Reducto es bastante elegante y tiene una peculiaridad, la cocina está a la vista de todo el mundo. Su carta me sorprendió porque está dividida en dos partes, platos clásicos y cocina de autor. Era mi primera visita y no quería arriesgarme así que me decidí por los clásicos.

Cebiche norteño
El almuerzo empezó con un cebiche norteño de pescado: ají limo, culantro y pimienta negra. ¿Por qué un cebiche llevaría pimienta negra? ¿No es suficiente con el ají limo? Consejo, no sean tercos como yo y no hagan experimentos pues lo dice claramente en la carta y después no vale quejarse. A mí parecer se les pasó la mano con este condimento y echó a perder el sabor fresquísimo del pescado (charela). Hubieran salvado al situación con unas rodajas de camote dulce. Yo les recomendaría que no hagan experimentos y sólo escojan el cebiche mixto (pescado y mariscos). Nuevamente les recuerdo, presten atención a la descripción que dice en la carta.

Arroz con mariscos
Para los platos de fondo decidí irme por lo seguro. Total ¿Qué tan difícil puede ser preaprar un arroz con mariscos? Ya antes he comentado que es un plato clásico de cualquier restaurante de comida marina y es muy difícil que me sorprendan, salvo que lo acompañen con alguna salsa de la casa o algún ingrediente novedoso. El del Kapallaq resultó un arroz tradicional con una generosa porción de mariscos (langostinos y conchas de abanico), cocidos en su punto ideal y de sabor muy fresco. Punto a favor por la textura melosa del arroz que lo aleja de esos arroces mojados que intenta remedar a un risotto. Como que le faltó su toque de parmesano pero eso es un detalle personal que ya depende de cada uno.

Pescado con crema mediterránea
Finalmente me tocó probar el pescado con crema mediterránea acompañado de langostinos, calamares, conchas de abanico y champiñones. Un plato con una sazón muy ligera, ideal para disfrutar el sabor del pescado tal cual, sin aderezos ni condimentos fuertes. Me hizo recordar a los desaparecidos lenguados que antes se podía encontrar en el Embarcadero 41. Al igual que el plato anterior, que tal habilidad para darle el punto exacto de cocción a los mariscos. Si tuviera que criticar algo sería el tamaño porque se me quedó en la punta del diente. Pero eso eso es un tema subjetivo. Dénle una oportunidad, vale la pena.

El Kapallaq es un restaurante diferente a cualquiera que conozcan. Tener la cocina abierta al público no un es riesgo que muchos se atrevan a correr. El dueño del restaurante se encarga de preparar los platos y está atento para hacer recomendaciones a sus clientes. Claro si son clientes habituales porque a mi mesa no se acercó ni para saludar. El servicio de los mozos cumple pero no llega a destacar como se esperaría de un restaurante con esa fama. Les recomiendo que vayan porque tiene una carta muy variada pero estén atentos a los precios porque no son nada económicos.

El Kapallaq queda en Av. Reducto 1505, Miraflores.
Horario: Lunes a domingo de 12:30 a 5:00
Teléfono: 444-4149
Ticket promedio: S/.100.00 por persona.
Volvería: Quizá en el largo plazo. Por los precios elevados no es un restaurante que se pueda visitar a menudo.

sábado, 14 de julio de 2012

Bonus Track II: Comer no se dice Taca.

"Papel aguanta todo" dice una conocida frase. Yo diría "Pasajero de clase económica aguanta todo" Si creen que la espera en el aeropuerto es la peor parte de un viaje pues ahora les cuento lo que puede suceder dentro del avión.

Una vez cerradas las puertas del avión y cuando uno logra por fin ubicar y acomodarse en su asiento comienza una nueva odisea llena de preguntas. ¿Cómo será tu compañero? ¿Qué película pasaran en esa mini-pantalla? ¿Qué vendrá en la famosa bandejita de comida? Yo me acuerdo de una propaganda que decía: "En América volar se dice Taca". La proganda era muy clara, dice volar, no comer. No es que tuviera grandes esperanzas pues entiendo que la comida de avión debe pasar por innumerables procesos (preparación, empaque, control de calidad)  que garanticen su salubridad y su integridad pero cuando hojeé su revista corporativa y me fije en el anuncio de sus refrigerios por alguna razón tuve la esperanza de ver algo parecido.

Refrigerio de Taca
¿Pollo o pasta? ¿Pollo o pasta? Era la pregunta que repetía una y otra vez la tripulante mientras avanzaba con el carrito de comida. Cuando llegó a mi sitio con una sonrisa de comercial de centro odontológico me dijo: "Señor sólo nos queda pasta" Yo ensayé una imposible sonrisa diplomática para responder: "Muchas gracias" La bandeja venía con un incomible pan reseco, una ensalada tipo KFC congelada y un paquete de galletas GN (¡Mis favoritas! Sí, claro..) Pero me esperaba una sorpresa adicional. La pasta resultó siendo unos caracolitos acompañados de una salsa indefinible cuyo sabor y textura me recordaron al engrudo. Para mayor inri la tripulante me dejo una recomendación: "si le echa la mantequilla quedará riquísimo" Como acostumbro decirles a mis asistentes en el trabajo, "la vida es dura"
 
Refrigerio de Taca
En mi segundo viaje con Taca ya estaba prevenido. Escogí un asiento muy adelante para que no me salieran con el pretexto de "Se acabó el pollo". Se repitió el mismo esquema del viaje de ida: pan reseco, ensalada congelada y galletas GN. Sin embargo esta vez me tocó (¡Gracias Dios!) pollo a la barbacoa. La barbacoa estaba muy dulce, como si hubieran utilizado demasiada salsa de tomate, el puré si contenía leche debió ser un tarro para toda la producción y en cuanto a las legumbres me la acabé porque de niño me repetían una y otra vez "Come todo el plato que otros niños no tienen nada en la mesa". Gracias mamá, en este viaje me acordé mucho de tí.

Si van a volar en Taca les aconsejo que no lo hagan con el estómago vacío o se arrepentirán. Escojan siempre los asientos de adelante para que no sufran luego con la falta de opciones. Otro dato muy importante, Taca no ofrece las almohaditas para la cabeza y la manta para protegerse del aire acondicionado. Apenas suban al avión pídanlas porque también se "acaban". Ahora entiendo porque LAN (a pesar del nacionalismo) es la número uno.

lunes, 9 de julio de 2012

Bonus track: No way out

A propósito del premio que ha recibido el local 365 Deli creo que llegó el momento de compartir una brevísima reseña sobre la comida de los aeropuertos. Sin embargo tengo una duda pues en la noticia  la mencionan como ganadora absoluta de la categoría "gourmet express" pero si entran a la web oficial del concurso están otras seis marcas como merecedoras del premio. Díganme escéptico pero el falso triunfalismo no le hace ningún bien a nuestra gastronomía proclamada ambiciosamente por los medios de comunicación como "la mejor del mundo"

Cuando uno viaja al extranjero no hay peor momento que la espera en el terminal antes que parta el vuelo. No es sólo por el aburrimiento de pensar qué hacer en esos momentos. También está la cantidad de gente a tu alrededor que trata de acomodarse como sea en los asientos para cabecear unos minutos. Peor aún, siempre ronda la angustia de partir puntualmente a nuestro destino. Para mí el verdadero problema es cuando el horario del vuelo coincide con una de mis comidas diarias. Alimentarse de agua en botella y galletas empacadas no es algo muy agradable y en el Aeropuerto Jorge Chávez, una vez que hayan pasado el control de migraciones, se darán cuenta que no hay escape posible. Sea cual sea la decisión que tomen, el costo será muy alto.

La Bonbonniere (Precios que vuelan)
Algo que siempre me impresiona de este restaurante son sus precios. No discuto la calidad y elegancia de su propuesta que han desarrollado a lo largo de estos años. Sin embargo en el local del aeropuerto creo que se pasaron de la raya pues aún no comprendo la legitimidad de cobrar S/.50.00 por un ají de gallina. ¿Serán los altos costos de operación que cobra Lima Airport Partners? ¿Será que como está en el ala internacional los precios son para turistas nada más? Acepto comentarios pues cualquier teoría es válida.

Hamburguesa La Bonbonniere
Como yo tenía un limite de gastos elegí la hamburguesa Bonbonniere, hamburguesa clásica con pickles, cebolla salteada y queso gratinado. Buen punto de cocción de la carne y buena sazón pero si me ciño estrictamente a la definición de la carta ¿dónde quedó el queso gratinado? Y si esas cebollas estaban salteadas yo soy Gordon Ramsay. Punto débil, esas papitas fritas tan pálidas daban pena. Con tanto bombo que hacen ahora de las papas nativas y con el precio que cobran tranquilamente podrían ofrecer algo mejor.  Si ya sé, "blogger negativo, ¿cómo hablas así de un restaurante premiado?". Justamente esa es la razón por la cuál debo ser más exigente. ¿No creen?

Algo que noté también es que los mozos te atienden por cumplir nada más. Digamos que no tienen gran motivación porque total siempre caerá algún turista hambriento que se deje engatusar por sus precios. Yo no creo en premios ni en exclusividades y por eso les digo que si van a comer en La Bonbonniere estén más atentos a la voz de su billetera que a la del estómago.

La Bonbonniere queda en el Aeropuerto Jorge Chávez.
Ticket promedio: S/.60.00 por persona.
Volvería: Difícil con esos precios.

Manacaru (Solamente una vez)
Sándwich mixto
En mi otro viaje aproveché que la hora cuadraba exacta con mi desayuno para visitar en Manacaru, un restaurante con una oferta variada de platos de comida nacional e internacional. Considero que sería mezquino escribir una reseña completa habiendo consumido sólo un sándwich mixto y un café. Total no hay mucha ciencia para prepararlos. De todos modos puedo decir que esas papitas están sobrando en el plato y que si bien no estoy en el San Antonio tampoco esperaba un pan de molde tan tieso. La alternativa es comer un sándwich congelado así que tienen todas las de ganar. Le doy el beneficio el duda para una futura ocasión. 

Manacaru queda en el Aeropuerto Jorge Chávez.
Ticket promedio: S/.50.00 por persona.
Teléfono: 517-1883
Volvería: Para sacarme el clavo con sus platos de fondo.