sábado, 4 de octubre de 2014

No es más que un hasta luego…

Sé que al ver el titular algunos de ustedes habrán pensado en una despedida abrupta del blog. Siento haberlos asustado y me disculpo por el suspenso innecesario pero está justificado porque es la primera vez que debo hacer una pausa tan larga.  Esta vez me toca participar de un proyecto importante en mi oficina que me obliga a dedicar todos mis esfuerzos para su adecuada implementación y me veo en la obligación de suspender las actividades del blog. No habrá actualizaciones de Facebook, de Twitter, ni publicación de reseñas durante este periodo. Tampoco podré agendar visitas durante el fin de semana para los restaurantes que deseen aparecer en el blog.

No es una buena noticia para ustedes, mis queridos seguidores, pero desaparecer sin previo aviso para luego regresar alegremente con la excusa de “Sorry, estuve full” nunca será mi estilo. Peor aún sería publicar notas escritas apresuradamente o acogerme al recurso facilista de rebotar notas de prensa. Valoro demasiado la calidad de lo que escribo y la responsabilidad que tengo con ustedes de brindarles siempre contenido original. Durante años he sabido equilibrar mis quehaceres laborales con mi faceta de blogger pero hay momentos en los cuales es obligatorio darle prioridad a mi labor profesional.

Este blog volverá en la segunda semana de noviembre (que casualidad, justo en el mes de mi cumpleaños), con espectaculares noticias (créanme, no tienen idea de lo que se viene) y, como siempre, sabré resarcirme con ustedes de la mejor manera por esta larga ausencia. Este blog existe por y para sus seguidores. Sin sus comentarios, sugerencias y críticas yo no estaría aquí. Y, duela a quien le duela, ya van más de seis años...

¡Nos veremos muy pronto!