viernes, 27 de septiembre de 2013

Buenos Aires XII: Blogger bites

Cuando hay tanto por contar nada mejor que los posts recopilatorios. ¡Regresan los blogger bites!

Loi Suites (Angry Birds)
Breve reseña de un desayuno buffet con una compañía inesperada.

Los pajarillos de marras
Loi Suites es un hotel ubicado en Recoleta, zona turística por excelencia. Después de abrir las maletas y comprobar que todo está completo nada que mejor un duchazo caliente para relajarse. Luego una vuelta para conocer los alrededores donde están el famoso cementerio de La Recoleta, restaurantes tradicionales (¡Obligatoria una visita a La Biela!) tiendas de souvenirs y todo lo que un turista desea visitar. A diferencia del Hilton, Loi Suites tiene una imagen más tradicional con una arquitectura clásica pero no se queda atrás en temas de comodidad y calidad de servicio. En esta ocasión lamentablemente el tiempo me ganó y sólo pude evaluar su desayuno buffet. Auque podría agregar que también comí un tiramisú pero no es suficiente para escribir una reseña completa.

Estación de panecillos dulces
El desayuno se servía en el Jardín de Invierno,  un ambiente muy bonito con iluminación natural y bastante vegetación. Había cinco estaciones: cereales, fruta fresca, bocadillos calientes y panecillos dulces. En la estación de frutas no hubo sorpresas. Había naranja, frutilla (fresa), kiwi y también la infaltable macedonia. No había estaciones "en vivo", las frituras (huevos revueltos, tocino, salchichas) estaban colocadas en calentadores. Nuevamente me desquité con los panes dulces: medialunas, quequitos, facturas y también (¡sorpresa!) panetón. Como verán lo justo y  necesario para disfrutar de un desayuno completo. Lo más divertido (y que da el título al post) fue observar que había unos pajarillos revoloteando por las mesas en busca de las migajas sobrantes. Parece que ya están acostumbrados a la gente porque ni se inmutaron cuando traté de alejarlos. Pajaros latosos.

En fin, si están de viaje por Buenos Aires Loi Suites es un hotel con excelente ubicación, habitaciones muy cómodas y un servicio muy correcto. En cuanto al desayuno ya saben que no hay pierde.

Loi Suites queda en Vicente López 1955, Buenos Aires.
Para mayor información visiten su web www.loisuites.com.ar


Friday's (Angry blogger)
Después de mi estadía en Buenos Aires ahora puedo decir que detesto esta franquicia a nivel internacional.

Almorzar en grupo (sea de trabajo o de amigos) es toda una experiencia. No se trata sólo de escoger un lugar que le guste a todo el mundo, también hay que rezar para que todos pidan al mismo tiempo y peor aún, que el mozo no confunda las órdenes. Sin embargo, cuando la mayoría se inclina por almorzar en una franquicia no tengo más salida que ensayar mi mejor cara de poker.

Chicken Fingers
No hay mucha ciencia en el Friday's. Tanto en Lima como en Buenos Aires es lo mismo, comida rápida servida por unos sujetos que intentan ser amigables. Tan amigables que para tomar el pedido el mozo se sentó orondamente en la mesa como si fuera un comensal más. Para no complicarme la existencia sólo pedí unos chicken fingers, dedos de pollo rebozados con papas fritas y mostaza dulce. Al final es una fritura y para comerla sólo se necesita gaseosas y alguna salsa. Y ese fue el detalle que faltaba, sólo me pusieron ese pocillo minúsculo de, dizque, mostaza dulce. ¿Quién come papas fritas sin ketchup? Le pedí al mozo y cambió su expresión amigable para decirme que volvía al rato. Nunca más supe de él.

No entiendo por qué se hicieron tanto problema, si había que pagar extra por un sobre de kétchup lo hubiera hecho feliz. En fin, una franquicia de marras nunca va a estar en mi top ten pero ya saben, si viajan para allá lleven su sachet de Tarí. De verdad que les va a hacer falta.

Friday's queda en Vicente López 2086, Recoleta Mall.


Anuva Wines (Happy hour)
El maridaje es un tema algo descuidado en el blog. Por ahora, por ahora.

Acompañamientos para el vino
Viajar a Buenos Aires y no comprar un par de botellas de vino sería impensable, claro siempre y cuando uno sea un conocedor. Felizmente la Providencia me llevó hasta Anuva Wines, un local que a un precio módico y previa reserva ofrece un servicio de cata. La anfitriona pondrá a disposición cinco diferente vinos argentinos e irá explicando la historia del vino, su composición, sus características y el maridaje que le corresponde. Para los aficionados como yo, que recien están aprendiendo del tema, es una excelente introducción ya que todo es explicado de una manera muy didáctica y amigable. Por fin me quedó claro que hacía en el plato un chocolate Aguila al 70%. Ya era tiempo ¿no?

Las cinco variedades de vino
Como no soy un experto sólo me limitaré a mencionar aquellos vinos que más disfruté de acuerdos a mi gusto personal. Para  un Hom Espumante Sparkling White, extra brut 70% Chardonnay y 30% Chenin Blanc. Es un espumante extra brut, muy ligero, fácil de tomar con aromas a frutas cítricas y sabores ácidos. De ahí que lo acompañaron con una galletita untada con sour cream, manzana verde y apio. Luego vino un Mairena Reserve Bonarda. La Bonarda es una uva no muy conocida que se cosecha en altura a 1,100 m.s.n.m. en la zona de Luján de Cuyo, Mendoza. Debido a esas condiciones el vino es de cuerpo muy fuerte con aromas de madera y tabaco y sabores de chocolate y cereza. Por eso eligieron el salamín, la longaniza y los quesos como acompañamiento. También debo mencionar el Caluna Blend, 48% Malbec, 42% Cabernet Sauvignon y 10% Merlot. Según el enólogo Fabián Gardino "El objetivo de un blend es crear una bebida única en la que los distintos varietales que la componen logren expresar una plenitud de sabores y descriptores"  Es un vino que ha pasado 14 meses en roble francés con aromas  de pimienta negra y chocolate, en boca sabores de ciruela y cereza negra. Que no les extrañe porque el maridaje fue una barrita de chocolate dark de Ecuador y Costa de Marfil al 60%. 

Anuva Wines es una opción ideal para turistas que desean hacer algo diferente a visitar Caminito o tomarse una foto delante del Obelisco. Obvio, es sólo una cata pero luego de cinco copas de vino no faltará quien esté muy alegre de haber participado.

Pueden leer más información en su página web www.anuvawines.com

lunes, 23 de septiembre de 2013

Buenos Aires XI: Hotel de película

Escribir los posts de Buenos Aires no hubiera sido posible sin al apoyo de personas que creyeron en mí. No mencionaré nombres, ellos saben quienes son y les agradezco mucho.

Vista del hall del hotel
Sólo la Providencia pudo llevarme hasta uno de los mejores hoteles de Buenos Aires: el Hilton de Puerto Madero. No sólo está ubicado en una de las zonas más exclusivas de la ciudad sino que también fue escenario de la famosa película "Nueve Reinas". Ahora entiendo porque me quedé sin palabras al ver el diseño del hall con esos ventanales inmensos. Sin embargo tambien me dejó impresionado la atención que brinda todo el personal, desde el counter hasta la central telefónica porque demuestran que están obsesionados con  la satisfacción absoluta de sus huéspedes. Con tamañas credenciales sólo esperaba que su comida también fuera de película.


Desayuno: From dusk till dawn
Para los fans antiguos del blog es redundante mencionar cuanto disfruto los desayunos buffet de hotel. Bajar al lobby relajado después de una ducha caliente y encontrar todo listo para armar el desayuno perfecto es un gusto que no nos podemos dar muy seguido. "Blogger vago" dirán. Bueno, yo los reto a encontrar tiempo de lunes a viernes para tomar un desayuno como se debe. Misión imposible, ¿no?

Estación de frutas
Para comenzar siempre es obligatorio darse una vuelta por la estación de jugos y cereales. Nada mejor que refrescar el paladar con un jugo de naranja y una ensalada de frutas con miel y yogur. También pueden agregarle cereales al gusto, infaltable el salvado de trigo para los deportistas. Eso sí, no esperen ver la misma variedad de frutas que en Lima.  Es común ver frutos del bosque (arándanos, frambuesa, frutilla o fresa) pero no esperen encontrar nada tropical y ni sueñen con una simple papaya. Como era de esperar también tienen su estación de omelettes que se preparan de acuerdo al gusto (y creatividad de cada uno) Para mí uno de jamón y champiñones, cocido por fuera y jugoso al centro será el comienzo de un excelente día.

Estación de panes dulces
Donde me soprendieron gratamente fue en la gran variedad de panecillos dulces y salados que ofrecían. No sólo encontré los clásicos panes salados (molde, bagel, integrales) para armar un sándwich con la variedad de fiambres que tenían. También había una gran variedad de panes dulces (media lunas, enrrollados de canela y facturas/panes daneses) Con el frío que hacía remojar un trocito de pan dulce en una taza de chocolate caliente era un verdadero placer culposo. Aunque esté mal visto, porque si bien creo en las normas de urbanidad tampoco soy un fanático. Vale la mencionar que el servicio fue muy correcto con mozos corteses y atentos a recoger los servicios usados. Los desayunos de hotel siempre serán la mejor manera de empezar el día.


Almuerzo: No reservations
¿El almuerzo también es buffet? ¡Bingo!

Un hotel como el Hilton no brindará sorpresas a la hora de almuerzo. Satisfacer a turistas de todo el mundo implica ofrecer alternativas que se adecúen a todos los gustos. ¿Complicado? Ni tanto.

Estación de pastas y carnes
Para comenzar es obligatorio un alto en la estación de ensaladas donde pueden encontrar una gran variedad de verduras y aliños, así como quesos y fiambres ideales para prepararse un abreboca. Obvio, no sueñen con ver el limón peruano. En la estación de platos de fondos tenían pastas y carnes a discreción (Les dije que no habrían sorpresas) La bondiola con cebollas caramelizadas no tiene nada que envidiarle a nuestra mejor carne de cerdo. Punto de cocción suficientemente jugoso como para acompañarla con un delicioso puré de calabaza. Probé también unos ravioles de verdura y mozarella en salsa fileto (puro tomate con un toque de albahaca y orégano), tan buenos que me hicieron entender que no todo es bolognesa en esta vida. En los viajes siempre se aprende algo.

Postres en mini-versiones
En cuanto a la estación más dulce encontré mini postres bastante ligeros que iban desde los curds de frutas, las panacottas de frutos rojos y de coco así como el infaltable marquise de dulce de leche. Ya sabía que este ingrediente estaba en todo los postres pero no me imaginaba que lo servían en cantidades industriales. Digo yo, el flan (crema volteada) es un postre que se come solo, acompañarlo de crema y dulce de leche es un exceso en el que sólo caí por la insistencia de comerlo "como se debe". Igual me sorprende la gran diferencia (patriotismos a un lado por favor) que  existe con los empalagosos postres peruanos.


Break: The sweetest thing
Así que el cronut tenía competencia.

Pastelito argentino
Durante las horas de break tenía a disposición una mesa con una gran variedad de postrecitos pequeños. Cualquiera diría que el blogger estaba en el paraíso. Ni tanto porque luego de un almuerzo con carnes y pastas a discreción sólo tenía ganas de tomar agua mineral e infusiones. Sin embargo a insistencia de una amiga ("No te podés ir de Buenos Aires sin probar el pastelito") cedí y probé el postre de marras. El pastelito argentino es una masa hojaldrada frita en aceite de girasol y rellena con de dulce de membrillo o de batata. Una bomba de calorías por donde se la mire pero que bien sabe (y se escucha) cuando uno lo muerde. Para sacarse el clavo nada más. Total el sentimiento de culpa se va rápido.


Cena: Quarantine
De como los hados se pusieron en contra del blogger.

Una fuerte gripe me condenó a quedarme a la hora del cena abrigado como un esquimal en mi cuarto. No podía exponerme al frío inclemente y tuve que resignarme a pedir servicio a la habitación. Estoy siendo injusto, resignarse no es la palabra adecuada porque en el Hilton hacían lo imposible por brindar el mejor servicio en todo momento. Era yo que, debido a mi endeble estado de salud, no podía disfrutar adecuadamente de sus bondades.

Hamburguesa royal
No me sentía con ánimos de hacer experimentos así que me fui por lo más sencillo: una hamburguesa Hilton. Con 220 gramos de carne, cebolla, pickles, queso americano, panceta y huevo. Lo mejor, el término de la carne tres cuartos, suficientemente cocida para que mantenga sus sabores naturales.  El huevo estaba cocido a la inglesa como para romper la yema, remojar un pedacito de tocino crocante y morirse de felicidad. La noche siguiente probé un club sándwich con jamón de pavita, láminas de pollo, queso cheddar y aderezo de mostaza suave. Interesante, no es el clásico sándwich ahogado en mayonesa que solemos comer en Lima, hasta podría servir para los que están preocupados con las dietas.

Tartaleta de limón
En cuanto a sus postres (estaré enfermo pero igual no iba a dejar de pedirlos) me arriesgué ordenando una tartaleta de limón. No es sencillo desconectarse la imagen que uno se ha hecho durante años del pye de limón para evaluar adecuadamente el postre. Si embargo disfruté la crema que no tenía leche condensada y el merengue italiano sin el clásico "quemadito". También probé una tartaleta de fresas y arándanos que no me convenció porque la masa estaba muy dura. Tuve que esforzarme con tenedor y cuchillo para cortarla y aunque la final igual disfruté la crema pastelera con los frutos rojos. Ni modo, nada es perfecto en la vida.

Hilton queda en Av. Macacha Guemes 351, Buenos Aires.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El menú de la semana

Elegir un sitio para almorzar en la zona de Camino Real no es tarea sencilla. Probablemente alguien diga "Anda al Tanta pues blogger". Perfecto, pero una visita semanal al Tanta, más temprano que tarde costaría "tanto" que el blog cerraría por falta de presupuesto. Felizmente siempre hay otras opciones. Eso sí, "Como agua como para chocolate" ¡Jamás!

Canvas Food & Colors (Las buenas intenciones que sí valen)
Un oasis en la zona empresarial de San Isidro.

Pan al ajo de cortesía
Canvas es un restaurante con un ambiente sofisticado y acogedor que trae una propuesta de comida peruana fusión. En su página web definen su misión como "sobrepasar las expectativas de nuestros comensales, implementando mejoras continuas de calidad, servicio, limpieza, valor y sabor". Después de dos visitas puedo afirmar que no están muy lejos de ese ambicioso objetivo aunque es relevante mencionar que mi reseña sólo alcanza a su "plato del día", opción que a un precio módico incluye sopa, plato de fondo y refresco. De todos modos, una rápida mirada a la carta me dejó con la impresión que todavía queda mucho por investigar.

Sopa criolla
Me sorprendieron con una caserísima sopa criolla que llegó hirviendo a la mesa. Fiel a la receta clásica con su aderezo de cebolla y ají panca, los fideos cabellos de ángel, el toque preciso de hierbas y su infaltable pan frito. Creánme que es la opción ideal para combatir este frío que aún no desea abandonarnos. Pero no me fue tan bien con la sopa de dieta. Deberían cambiarle de nombre a "sopa de penitencia" porque no tenía nada de sabor. ¡Vamos! Un poco de kión, una papa amarilla para que le dé textura, hay infinidad de trucos para mejorar una sopa de pollo y dudo que el cocinero los conozca. Un vistazo al recetario Nicolini no estaría demás.

Pescado a la florentina
Para los platos de fondo elegí los ravioles de ossobuco en salsa de hongos. Tengo manía por los champiñones y para mi gusto se quedaron bastante cortos en la cantidad. Parecía una pasta con salsa blanca nada más. Al menos el relleno de los ravioles estaba fresco, lo que ya es mucho decir del restaurante. He probado también su pescado a la fiorentina, filete de pescado (ojo de uva según afirmó el mozo, reyneta o perico según el ojo de un chef amigo) a la plancha cubierto con salsa de espinaca y puré de papas. Por la presentación no se quedan atrás y en cuanto al sabor es un plato ligerísimo, como para regresar satisfecho al trabajo sin esa horrible sensación de modorra. Por la misma razón servirlo con arroz hubiera sido un exceso.

El mayor punto a favor de Canvas: el servicio. Los mozos son muy educados y están prestos para hacer recomendaciones. Puedo afirmar también que destacan por tener una excelente actitud de servicio. La mayor prueba en una zona "ejecutiva" como San Isidro es que nunca faltan clientes con pedidos especiales tipo "quiero un lomo saltado pero sin sillao ni vinagre, la carne más cocida y el arroz aparte" (Créanme, lo escuché tal cual). En ambas visitas he visto a los mozos reaccionar proactivamente y manejar adecuadamente la situación. Si creen que el blogger sólo presta atención a su plato están muy equivocados. Igual tienen mi nota aprobatoria y los visitaré muy seguido.

Canvas queda en Calle Santa Luisa 156, San Isidro.
Ticket promedio: El menú del día cuesta S/.25.00
Volvería: Me convencieron. Canvas es el "Aïoli" que estaba buscando por la zona.

Botica Francesa (El beneficio de la duda)
Dicen que los helados de este local son los mejores. Claro, los helados y nada más.

Hace tiempo, mejor dicho, hace mucho tiempo leí un artículo sobre este restaurante en el que mencionaban como objetivo principal que “la gente se sienta (como) en casa, venga a comer y salga contenta." Optimismo aparte, considero que no es muy difícil lograrlo pero con lo que me sirvieron no me sentiría en casa sino en un concesionario de marras. (Creánme, he sufrido con esos concesionarios como si fuera el séptimo círculo del infierno de Dante) Al mismo estilo de Canvas, Botica Francesa tiene una oferta de plato del día que incluye plato de fondo, postre y refresco. ¿Quién ganará?

Tacu-tacu con pollo saltado
Para comenzar me decidí por un saltado de pollo con tacu-tacu. Es de esos platos que destacan más por la cantidad que por la calidad. El pollo tenía más sabor a sillao que a otra cosa, error común de los restaurantes de diario. Si no hay gusto ahumado es sólo una fritura de pollo común y corriente. El otro plato que pedí fue unos fussili al pesto con bisteck. Ya sabía que no se puede esperar mucho de la carne pero al menos pongan un cuchillo de sierra, caramba. En cuanto a la salsa al pesto completamente prescindible en términos de sabor y aspecto. Sólo por sacarme la duda pedí una milanesa a la carta que llegó rostizada a la mesa. Ya pues, un poco de criterio al cocinero o cree que porque uso anteojos no me voy a dar cuenta de sus barbaridades. También que esas papas fritas precocidas de pollería y la ensalada de acompañamiento no le hicieron ningún favor al plato. No la pidan.

Helado de la casa
En cuanto a los postres invariablemente les servirán una bola de helado en copa o con algún acompañamiento. No me quejo, al contrario considero que es una idea estupenda para hacer rotar su producto estrella. Aunque la verdad no les sentí nada espectacular como para decir que los preparan de acuerdo a una receta tradicional. En todo caso yo les recomendaría antes de ir a almorzar, darse una vuelta por Quispe y Mamani para comprar un brownie (o unas galletas de doble chocolate o unos cubitos bañados en chocolate) de La Bodeguita Belga. Con ese pequeño detalle verán como regresan felices a su oficina para completar la otra mitad de su jornada laboral

El servicio no fue nada memorable. Hacen lo justo y necesario como para justificar su presencia pero no me impresionó en absoluto. El ambiente es cómodo, iluminado y con una adecuada disposición de las mesas. Incluso tienen una "terraza" que en verano debe convertirse en la zona más disputada por los clientes. Me imagino que a la hora del café deben tener mejores opciones aunque para esos momentos ya tengo al Gourmet Deli. Ni modo.

Botica Francesa queda en Av. Jorge Basadre 485, San Isidro.
Ticket promedio: El menú del día cuesta S/.25.00
Volvería: De vez en cuando a ver si mejoran su oferta.

Bagattel (Los hados contra el blogger)
Debut y despedida para todos los que me pedían reseñar un restaurante de menú.

Sopa de casa
Hace tiempo que me pedían escribir una reseña sobre un restaurante que ofreciera menú a precios económicos. Confieso que he ido dilatando este encargo por mi habitual desconfianza respecto al tema de servicio e higiene, detalles que a veces no toman en cuenta en este tipo de locales. Sin embargo la recomendación de mi hermano hizo que cayera por Bagattel, un pequeño local que a la hora de almuerzo es invadido por oficinistas hambrientos que buscan desconectarse de la jornada diaria en un ambiente acogedor. Claro, como todo local de menú que se respete no faltó el televisor con un programa de farándula para alegrar (o amargar) la hora de almuerzo.

"Tallarines rojos"
Mi almuerzo empezó con una sencilla sopa de pollo y verduras. Sencillísima, tal cual me la servían cuando era niño. La gran diferencia es que ahora no digo "mamá no me gustan la verduras" Espléndida opción para abrir el apetito. El segundo plato: fettucini a la bolognesa con asado. Dejémonos de eufemismos, esos son los clásicos tallarines rojos de casa, un plato que le alegraría la vida hasta al más aburrido del trabajo. En porción más que generosa, con una sazón un poquito recargada (probablemente el ají panca del asado casero) y con dos reverendas tajadas de asado. ¿Se puede pedir más aún? ¡Sí hasta le pusieron un toque de parmesano!

Pero (tarde o temprano siempre llega uno) el destino a veces se convierte en enemigo del blogger y cuando regresé la siguiente semana por mi menú ejecutivo el local estaba completamente cerrado. ¡Hasta el letrero se habían llevado! No podía creer tamaña desgracia. Me parece raro porque el aforo del local era bastante grande y siempre lo ví copado. De nada vale hablar de las virtudes que encontré en este humilde restaurante. ¿Culpa de los costos fijos? ¿Culpa del dueño del local? ¿Qué habrá sido? Sea la razón que sea, tengan por seguro que los recordaré con bastante cariño. Es que para el blogger no hay mejor momento del día que la hora de almuerzo.

¡Hasta siempre Bagattel!

domingo, 8 de septiembre de 2013

Días de blogger V

Sofa Café (Las buenas intenciones)
Larcomar no es un centro comercial que suela visitar seguido. Hay demasiada gente, todo es más caro y considero que hay sitios mucho mejores para disfrutar de la vista al mar. Por eso, restaurantes como La Vaca Loca, Café Café, etc. no tienen una reseña dedicada en este blog y dudo que la tengan en el futuro. Sin embargo, así como antes mi meta era encontrar el mejor pollo a la brasa ahora estaba en busca de la mejor torta de chocolate.

Chocolate y capuccino
Estando en un café es redundante mencionar que debía evaluar primero sus bebidas calientes. Para comenzar un capuccino servido en una bonita taza decorada y en un tamaño XL que no se ve muy seguido. Buena señal pero lastimosamente todo fue apariencia. No es necesario ser experto para notar cuando al momento de pasar café el agua ha estado demasiado caliente y  lo han quemado dándole un sabor desagradable. El chocolate mejoró la situación pero le faltaba ese sabor y cuerpo que le da el uso de cobertura bitter. Tampoco digo que hayan utilizado cocoa en polvo pero dudo mucho que alguna vez lo incluya en mi lista de favoritos.

Sándwich Chivito
Para los sándwiches empecé con  algo ligero. El capresse divano preparado con mozarella, tomate deshidratado y salsa de albahaca en chiffonade. (Nota del blogger: chiffonade es una técnica culinaria empleada para cortar ciertas verduras de hojas grandes en tiras alargadas muy finas. ¡Gracias Wikipedia!) Creo que ese detalle fue el que marcó la diferencia porque así la albahaca se mezclaba mejor con el aceite de oliva y le quitaba ese sabor fuerte que tiene. Luego pedí el Chivito: lomo fino, jamón inglés, gouda, tocino y huevo. Bastó un simple detalle para echar a perder el sándwich: ¡término de la carne! Como eran medallones muy delgados se les había pasado el punto de cocción y estaban incomibles. También me reservo la opinión respecto a si frieron el tocino al momento. Al menos se salvaron las papas huamantanga fritas con cáscara, crocantes por fuera y arenosas por dentro.

Torta de chocolate
De postre elegí su torta de chocolate, la razón principal de mi visita ya que fue elegida en una encuesta como la mejor que se puede encontrar en Lima. Pero yo me pregunto ¿Qué características debería tener la mejor torta de chocolate? ¿Textura húmeda? ¿Tamaño? ¿Cantidad de fudge? La de Sofa Café se distingue por ser extremadamente empalagosa al punto que una porción tranquilamente alcanzaría para tres personas. Difícil que pueda terminarla sin un vaso de agua o un café americano al costado. No me malentiendan, no digo que sea mala sino que de acuerdo a mi gusto (y a mi bolsillo porque costaba S/.16.00) pensaría dos veces antes de volver a pedirla.

En términos de servicio Sofá Café me dejó con buena impresión porque el mozo fue muy cortés y estuvo atento a las necesidades de la mesa. Además también se ofreció a cambiar el café cuando noto mi desagrado. Pero todo quedó en buena intención porque considero que la calidad de sus platos no va de acuerdo a los precios de la carta. Por el momento prefiero visitar otros café (siempre y cuando no estén en Larcomar)

Sofá Café queda en Centro Comercial Larcomar.
Ticket promedio: S/.50.00 por persona.
Volvería: Quizá en el mediano plazo.

Naruto Japanese Food (¡Todo por el ramen!)
Naruto abre sus puertas en plena avenida Aviación para competir con la hegemonía de los chifas. ¿Podrá vencerlos?

Confieso que una de la razones que me motivó a visitar Naruto fue un artículo que leí en una página web y que destacaba el uso de ingredientes tradicionales importados de Japón. Pero hay otros detalles que vale la pena mencionar.  Apenas abrí la puerta de local y noté que estaba el oso de Ranma 1/2 en el salón evoqué aquellas épocas en la Universidad de Lima cuando veía animes en el pabellón "H". Siempre me acuerdo de los personajes sorbiendo los fideos del ramen y esperaba con ansias el día que pudiera tomar esa sopa.

Tonkotsu ramen
Obvio que debía comenzar probando la estrella de la casa, el ramen. Primero con el Tonkotsu ramen. Noten el color y la textura del caldo, resultado de hervir huesos y grasa de cerdo durante largo tiempo. Los fideos no tienen nada que ver con esas falsos ramen de sobre que inundan los supermercados, tampoco los confundan con los fideos chinos. También probé su shoyu ramen, un caldo a base de sillao japonés. Digamos que la primera cucharada nos remite a la sopa wantan con sillao pero a medida que avancen el gusto resulta algo empalagoso. Vale la pena indicar (y para que no se desilusionen) que estos ramen sólo incluyen una pequeña tajada de carne de cerdo, los protagonistas son los fideos. Si desean algo más contundente pidan el chashu ramen pero tengan en cuenta que el precio también aumenta.

Yakismeshi
Mi obligación como blogger es dar una mirada al resto de la carta. Las gyoza son las clásicas empanaditas al vapor, como entrada quedan perfectas pero nada espectacular que no haya encontrado en otro restaurante. De puro terco probé "la especialidad de la casa": el yakimeshi, arroz frito envuelto en una tortilla de huevo con salsa de shiitake. Tan cual la descripción: un arroz mojado en el que se perdían algunos trocitos de pollo y una salsa de shiitake salsa común y corriente. Lo mismo da que hubieran utilizado salsa de ostión o hoisin. ¿Dónde habra quedado la textura melosa del verdadero yakimeshi? Lamentablemente al ser la especialidad de la casa uno espera un plato soberbio y no algo que se puede encontrar en cualquier chifa al paso.

Mi primera visita a Naruto me dejó con un muy buen sabor de boca. El tema es pedir el ramen y nada más que el ramen. Distraerse con otros platos es un riesgo que no pienso volver a correr. No creo que sea un tema de calidad sino de ejecución. No esperen mucho del servicio. Hacen lo que pueden pero no creo que alguna vez destaquen en ese punto. Vale la pena la recomendación: vayan temprano porque es un local pequeño y como la gente va en grupos encontrar una mesa puede ser algo complicado.

Naruto Japanese Food queda en Av. Aviación 2982, San Borja.
Horario: Lunes a sábado 12:30 a  4:00p.m. y de 7:00 p.m. a 11:15 p.m.
Ticket promedio: S/.30.00 por persona
Volvería: Sí. Exclusivamente por el ramen.Y nada más por el ramen.


5cina (Blogger bajo cero)
De como escapar en cinco minutos la eterna pregunta ¿Qué cocinaré hoy?

No les ha pasado que han tenido un día de marras en el trabajo y saben no tienen en casa nada para la cena. Ir a comer a un restaurante entre semana es un lujo que no aguanta ningún presupuesto. Comprar comida chatarra puede afectar la salud en el largo plazo. Felizmente existe una alternativa que puede salvar el día. O la noche. O el fin de semana.

Las dos opciones que probé
5cina, la primera marca peruana de comida congelada, nos da la opción de tener en cinco minutos un plato de comida listo y saludable para disfrutar. La comida es preparada en una planta bajo estándares de calidad y sanidad para luego ser sometidos a un proceso de congelamiento. Eso garantiza que la comida sale de la olla a la bandeja sin utilizar ningún tipo de preservante. Sus platos van desde lo más simple (arroz chaufa) hasta lo más elaborado (lomo strogonoff) Mejor aún, se vende a un precio módico y está disponible en los principales supermercados. Con tantas cualidades, ¿Por qué no darles una oportunidad?


Spaghettis con albóndigas
Por cortesía de 5cina pude probar dos de sus platos para evaluar su calidad y sabor. Que quede claro, olvídense que por ser comida congelada tiene un sabor "diferente". Es la misma comida tal cual podrían encontrar en un catering o en un restaurante de diario. Los spaghettis con albondigas en salsa de tomate son los clásicos tallarines rojos de la abuelita. La porción adecuada para una sola persona y con mi toque personal de queso parmesano estuvo perfecta. En cuanto al seco con frijoles lo que más me gusto fue el punto de cocción de la carne y que el aderezo no cayó muy pesado. Se nota que se han preocupado por brindar una alternativa saludable. Como toda comida que se calienta en microondas es conveniente removerla a media cocción para que el calentamiento sea uniforme. Prometo evaluar pronto su lasaña de carne. Palabra de blogger.

Los platos de 5cina se encuentran en Tottus, Vivanda y Plaza Vea.
Precio: Entre S/.12.00 y S/.15.00
Visiten su página web www.5cina.pe para mayor información.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Delifrance (Tout va bien!)

Si les dijera que hace un par de años estuve en París y no pude comer más que un croissant de chocolate no me creerían. Pero siempre hay una oportunidad para desquitarse.

Ravioles de pato con foie gras en concentrado de pato
Confieso que cuando hace algún tiempo me hablaban de Delifrance sólo pensaba en las tienda donde venden panes artesanales, quesos importados y otros productos de delicatessen. Sin embargo ya dos personas que me recomendaban visitar el restaurante principal, tanto por su propuesta de gastronomía francesa como por el ambiente acogedor. Navegando en su página web me enteré que "tienen en Oxapampa una granja donde se cría patos, corderos y cerdos respetando buenas prácticas de crianza al aire libre". Eso sin mencionar que también han creado una fundación para proteger el medio ambiente. Desarrollar una propuesta tradicionalmente francesa con insumos producidos en el país puede sonar descabellado. Claro, hasta que lo ponen en práctica y vean que sí funciona. ¿Por qué otras personas no harán lo mismo?

Sopa de cebolla gratinada
Para comenzar pedí la clásica sopa de cebolla, una receta muy sencilla que se consume en Francia desde el siglo XIV (Gracias Wikipedia). Las cebollas se saltean en mantequilla y se ponen a hervir lentamente con otros ingredientes. No les sorprenda entonces la textura caramelizada y el sabor dulzón que le puede dar la cebolla blanca. El gratinado es sólo un detalle que no cambia la esencia del plato. La foto muestra una media porción, más que suficiente para una sola persona. También probé unos ravioles de pato con foie gras servidos sobre concentrado de pato. Es una entrada contundente más que nada por los sabores fuertes del foie gras y el concentrado. Pídanlo si es que están familiarizados con esos sabores. Vale la pena indicar que también puede ordenarse como plato de fondo.

Tartar de salmón al eneldo
Pero si tuviera que escoger una sola entrada mencionaría en primer lugar el tartar de salmón al eneldo. A veces los peruanos pecamos de soberbia presumiendo de nuestros tiraditos y cebiches, platos donde las "cremas" o el exceso de ají puede ahogar el verdadero sabor del pescado (O tal vez la idea principal es camuflar que no están usando un insumo del día) En este tartar el salmón destaca por su untosidad natural, se acompaña con alcaparras, cebolla y mostaza dijon en una proporción suficiente para que me permita disfrutar el sabor del salmon crudo. Aún así, tienen a disposición tabasco y salsa inglesa en la mesa para que uno lo aderece de acuerdo a su gusto. Créanme no es necesario, disfrútenlo tal cual sale de la cocina. 

Pierna de pato a la naranja
Para los platos de fondo comencé con la estrella de la casa, el pato de Oxapampa. Primero con una pierna de pato a la naranja. A mi parecer supera al que comí en Herve en tanto en términos de preparación como de presentación. Entiendo que el pato es el protagonista pero ni el pastel de papas ni el souffle de brocoli me convencieron. Buscando salir de dudas luego me incliné por el parmentier de canard, pastel de puré de papas relleno de pato. El problema de este plato es resulta muy simple. Siempre destaco esto como una cualidad pero dos capas de puré y un relleno de pato no le quita el sueño a nadie. Además era obligatorio comerlo con la ensalada de acompañamiento porque al paladar resultaba muy seco. Y por lo que uno paga siquiera pongan un mix de lechugas con balsámico.

Enrollado de cerdo en salsa de hongos silvestres
La situación tomó un mejor rumbo cuando llegaron los platos con cerdo. Primero el enrollado de cerdo con salsa de hongos silvestres, alfombrita dorada de papa y tartaleta de acelgas. El sabor del cerdo es insuperable y el punto de cocción mejor aún. Sin embargo el exceso de crema en la salsa  puede convertirlo en un plato muy pesado. (Y eso que yo muero por los hongos) El lomito de cerdo con salsa de mostaza de Dijon y pasta de la casa sigue la misma tendencia, por eso preferí combinarlo con las verduras salteadas. Tengan en cuenta, y pueden confirmarlo en las fotos, las porciones son más que generosas. Si van a pedir platos con cerdo prescindan de las entradas. Después no digan que no les advertí.

Tartaleta de peras
Para los postres pedí la clásica Creme Brulee. Acepto que la crema esté preparada con anticipación pero al menos el caramelo lo podrían quemar al momento. Igual nada le quita el espectacular sabor natural de la vainilla, algo que pocas veces (o nunca) se ve en los restaurantes peruanos. La tartaleta de peras es un postre que entra por la vista pero cuando la probé sentí que estaba muy fría como si recien la hubieran sacado del refrigerador. Le pedí al mozo que la pusiera unos minutos en el horno eléctrico pero se hizo el desentendido, acotando que "así se come, ¿ya?" Al final de todas maneras la llevó a calentar pero de mala gana. Me queda claro que la próxima vez debería ordenar algo que se prepare al momento para no soportar caras largas.

Vista del salón principal
Delifrance es una alternativa adecuada para aprender un poco más de gastronomía francesa. El local es muy acogedor con una decoración romántica que podría evocar a un bistro frances. Pero, siempre hay uno, tiene el mismo punto débil de todos los restaurantes peruanos: el servicio. En ambas visitas los mozos tuvieron una actitud muy pasiva. Hubiera esperado que presenten los platos y no se limiten a repetir la descripción de la carta cuando les consultaba al respecto. Pero es algo a lo que ya estoy (mal)acostumbrado. Tengan en cuenta que los precios son elevados pero están justificados por la calidad de los insumos y sobre todo por la presentación de recetas que no son fácil de encontrar en el mercado.

Delifrance queda en Av. Santa Cruz 982, San Isidro.
Horario: Martes a sábado de 9:00 a.m. a 8:00 p.m. Domingos de 9:00 a.m. a 2:00 p.m.
Teléfono:221-7196
Ticket promedio: S/.120.00
Volvería: Sí. Considero que todavía debo probar otras opciones.