lunes, 25 de agosto de 2008

Iguazú (El encanto de viajar)


Si tuviera que escoger mi favorito entre los viajes de este año sin dudarlo un minuto elegiría a las cataratas de Iguazú. Este blog no se ha hecho con fines turísticos pero no puedo dejar de mencionar que Iguazú es de esos lugares que merecen verse una vez la vida. El paisaje es espectacular y la infraestructura turística es impresionante. Todo está preparado para recibir al turista y hacerle vivir una experiencia inolvidable. El gasto del viaje estuvo enfocado en el transporte y la estadía por lo que tuve que ahorrar en la comida. Sin embargo hay un par de experiencias que vale la pena contar.

En las cataratas de Iguazú es recomendable llevar una botella de agua y algo ligero para comer (sandwiches, galletas o frutas). Las caminatas, largas y en subida, demandan gran esfuerzo físico y los pocos lugares que venden algo para comer lo hacen a precios excesivos. El tour incluye un paseo debajo de las cataratas así que es obligatorio llevar ropa de baño.  Un último dato: cuando vayan al lado brasileño aléjense de los coatíes porque son capaces de atacar a la gente para quitarle su comida.

En el vuelo de LAN Buenos Aires-Iguazú recibí una agradable sorpresa. El snack que repartían constaba de un mini alfajor Havanna de dulce de leche bañado en chocolate blanco, un empaque de tres galletas Havanna bañadas en chocolate y un paquete de Club Social. Para un fanático del chocolate como yo era el snack ideal y estaba mucho mejor que los poco afortunados quequitos que reparten en los vuelos nacionales. Hay que aceptar que corresponde a otra realidad. Sólo me faltó preguntar a un argentino si es que no estaban hartos de comer alfajores por todos lados.

En el lado brasileño de Iguazú fui a un restaurante buffet llamado Rafaín. Ofrece estaciones de entradas frías, parrilla, platos calientes, comida italiana y una bien surtida estación de postres. Antes que nada tengo que mencionar que la comida es solo un pretexto. El gancho del restaurante es un show de danzas de todos los países de Latinoamérica. Es realmente emocionante conocer otras culturas y costumbres pero lo que más gustó fue las maniobras de los paraguayos con las boleadoras y el fin de fiesta con un típico carnaval brasileño, incluyendo unas alegres garotas.
En cuanto al buffet ignoré la estación de entradas frías. La estación de parrilllas no fue nada espectacular. Ofrecían diversos cortes de carne al estilo argentino, sazonados sólo con sal parrillera. La estación de comida italiana fue otra decepción pues ofrecían las clásicas pastas que se pueden encontrar en cualquier buffet. Me consolé con la estación de postres. Había variedad de tortas, postres con frutas y lo mejor de todo: cinco diferentes variedades de helados para servirse al gusto. Fanático del dulce me dí el gusto de hacer todas las combinaciones posibles. Rafain es paso obligado si quieren disfrutar de un extraordinario show de danzas latinoamericanas. Pero si están cortos de presupuesto pueden obviarlo. Al menos en lo referente a la comida no justifica el precio pagado.

Para información sobre los tours pueden entrar a http://www.iguazuargentina.com/
Para información sobre el restaurante visiten http://www.rafainchurrascaria.com.br/home/

1 comentario:

Pollo especialista dijo...

gracias por los tips...de todas maneras se tomarán en cuenta cuando me de una vuelta por ahí...seguiré visitando tu blog super interesante