Actualización 25.10.13
¡Como cambian algunos restaurantes! Cuando leo este post y veo ese local de marras en el Centro Comercial del Jockey Plaza que lleva el nombre de El Grifo pienso si realmente vale la pena crecer tanto con tu negocio.
Tacu-tacu con lomo saltado |
Tuve la suerte de que en la empresa donde trabajo me dieran un día libre. Mi voz interior me dijo: ¡Día viernes! ¡Panqueques en El Grifo! No lo pensé dos veces y de inmediato planeé un almuerzo en este lejano restaurante. Una leve imprecisión ocasionó que llegue después de la una y encontré el local invadido por una horda de hambrientos clientes esperando que se desocupe una mesa. La paciencia es uno de mis defectos pero con el tiempo he aprendido que en cuestiones de comida vale la pena esperar. Aunque no mucho.
Esta vez vine decidido a romper la costumbre de pedir fetuchinis a la huancaína con lomo. No estaba tampoco con ánimos de arriesgarme con alguno de sus platos estilo fusión así que fui a lo seguro: Tacu Tacu con lomo saltado. En la carta lo definen como “nuestro insuperable tacu tacu” y les aseguro que se quedan cortos. Estuvo extraordinario. Cumplía con la condición elemental de tener esa textura armada y crocante. Además mezclada con los jugos del lomo saltado, me supo a gloria. El saltado tenía buen sabor pero se les pasó un poco el punto de cocción de la carne.
Tres leches clásico |
Para redondear la comida pedí un postre diferente a los legendarios panqueques. Tres leches en dos variedades: clásico y de chocolate. El tres leches de chocolate fue toda una novedad pues vino acompañado de coulis de fresa, ganache de chocolate y manjarblanco. La mezcla de sabores es perfecta. El tres leches clásico no estaba suficientemente remojado para mi gusto pero la presentación es verdaderamente de lujo. Se han tomado el trabajo de reinventar este postre y ese un gran mérito.
También hay en la
carta un tres leches encanelado pero me pareció muy gracioso que la
mesera me indique con un movimiento de cabeza que “no pasa nada con ese
postre". Da Como para pensar. ¿Por qué el personal no creería en lo que está vendiendo?
Nuevamente les dejo la recomendación de llegar antes de las una y con un grupo máximo de cuatro personas. De lo contrario se arriesgan a poner a prueba su paciencia (y la de sus acompañantes) lo que en horas de almuerzo no es buena idea. Hay mucho más que decir acerca de El Grifo pero eso será motivo de otro post.
El Grifo queda en Av. Oscar Benavides 2703, Lima.
Volvería: No. Prefiero quedarme con los buenos recuerdos.