Me gusta celebrar. Me gusta comer. Pero más me gusta celebrar comiendo. Y cuando una amiga tiene la cortesía de invitarme al restaurante La Vista del J.W. Marriot la celebración es apoteósica. Continuando con las reseñas por los festejos de mi último éxito académico, cortesía de Ll. (amiga y comentarista), pude visitar nuevamente uno de mis buffet favoritos en la versión del tea-time. Teniendo en mi haber sendas visitas a los buffet de desayuno y almuerzo ahora puedo decir que la impecable trilogía del J.W. Marriot está completa.
Comencé en la estación de entradas frías. Tienen a disposición una variedad limitada de quesos, embutidos y fiambres para servirse con tostaditas y panecillos y prepararse unos mini sándwiches al gusto. No hay mucho que destacar salvo la frescura de los insumos. En cuanto a las ensaladas no les presté mucha atención porque soy un carnívoro declarado. Pero también habían otras opciones como las mini-causas y la salsa de ocopa servida con papitas cocktail, ambas para mi gusto estuvieron muy bien preparadas.
Luego pasé por la estación de frutas y sándwiches fríos. Ofrecen frutas trozadas y listas para servirse con yogur. Son ideales para los que desean comer algo ligero pero yo pasé de largo porque prefiero verlas en el desayuno, para las tardes busco siempre algo más consistente. Respecto a los sándwiches fríos tienen los clásicos triples, capreses, croissants y otros. Pero la estrella de la estación es el petipan con pollo deshilachado. El pollo tenía un delicioso gusto ahumado que nunca había probado en este tipo de sándwiches. Definitivamente conocen una receta secreta porque tenía la proporción perfecta de mayonesa y apio. Luego pueden continuar en la estación de entradas calientes. Prueben las hot wings con salsa sour cream, clásico piqueo americano pero con un picante muy peruano. También tienen unas croquetas de jamón que si están con ganas de divertirse pueden acompañar con salsa ocopa en lugar de la tártara que ofrecen. Había también mixtos y pizzas en versión miniatura. Punto a favor del J.W. Marriot porque estaban calientes.
Antes de pasar a la estación final de postres me dediqué a saquear una bandeja de galletas. Tal vez piensen que no hay nada especial pero les garantizo que esas galletas de avenas con pasas no tienen competencia en toda Lima. Pruébenlas con una taza de chocolate o café bien caliente y verán lo que es bueno. En cuanto a los postres me quedo con los encanelados y las tres leches en versión miniatura. Ojo, también hay helado a disposición para servirse con torta de chocolate, si es que todavía tienen espacio.
Como siempre encontré en el J.W. Marriot una atención impecable y un ambiente muy elegante y cómodo. Siempre lo voy a recomendar para las ocasiones especiales y esta vez nuevamente cumplió mis expectativas. El post está dedicado a Ll. quien siempre me recuerda que el alimento más importante es el que llena el alma. Ojalá algún día pueda escribir un post al respecto. Por el momento me conformo con este.
J.W. Marriot queda en Malecón de la Reserva 615, Miraflores
Teléfono 217-7000
Comencé en la estación de entradas frías. Tienen a disposición una variedad limitada de quesos, embutidos y fiambres para servirse con tostaditas y panecillos y prepararse unos mini sándwiches al gusto. No hay mucho que destacar salvo la frescura de los insumos. En cuanto a las ensaladas no les presté mucha atención porque soy un carnívoro declarado. Pero también habían otras opciones como las mini-causas y la salsa de ocopa servida con papitas cocktail, ambas para mi gusto estuvieron muy bien preparadas.
Luego pasé por la estación de frutas y sándwiches fríos. Ofrecen frutas trozadas y listas para servirse con yogur. Son ideales para los que desean comer algo ligero pero yo pasé de largo porque prefiero verlas en el desayuno, para las tardes busco siempre algo más consistente. Respecto a los sándwiches fríos tienen los clásicos triples, capreses, croissants y otros. Pero la estrella de la estación es el petipan con pollo deshilachado. El pollo tenía un delicioso gusto ahumado que nunca había probado en este tipo de sándwiches. Definitivamente conocen una receta secreta porque tenía la proporción perfecta de mayonesa y apio. Luego pueden continuar en la estación de entradas calientes. Prueben las hot wings con salsa sour cream, clásico piqueo americano pero con un picante muy peruano. También tienen unas croquetas de jamón que si están con ganas de divertirse pueden acompañar con salsa ocopa en lugar de la tártara que ofrecen. Había también mixtos y pizzas en versión miniatura. Punto a favor del J.W. Marriot porque estaban calientes.
Antes de pasar a la estación final de postres me dediqué a saquear una bandeja de galletas. Tal vez piensen que no hay nada especial pero les garantizo que esas galletas de avenas con pasas no tienen competencia en toda Lima. Pruébenlas con una taza de chocolate o café bien caliente y verán lo que es bueno. En cuanto a los postres me quedo con los encanelados y las tres leches en versión miniatura. Ojo, también hay helado a disposición para servirse con torta de chocolate, si es que todavía tienen espacio.
Como siempre encontré en el J.W. Marriot una atención impecable y un ambiente muy elegante y cómodo. Siempre lo voy a recomendar para las ocasiones especiales y esta vez nuevamente cumplió mis expectativas. El post está dedicado a Ll. quien siempre me recuerda que el alimento más importante es el que llena el alma. Ojalá algún día pueda escribir un post al respecto. Por el momento me conformo con este.
J.W. Marriot queda en Malecón de la Reserva 615, Miraflores
Teléfono 217-7000