"La táctica militar, como el agua que en su curso natural corre desde los puntos altos a los lugares bajos, debe evitar lo que es fuerte y enfrentarse a lo que es débil"
La primera vez que hice mi recorrido para evaluar los restaurantes de San Isidro, Kaypí tuvo el lamentable honor de ganarse un lugar en mi lista negra. No fue tanto por la calidad de su propuest sino por algunas deficiencias en el servicio. Me había quedado con Aïoli y La Miga como las únicas opciones para almorzar, pero una llamada del chef consultor invitándome a conocer la nueva carta y comprobar los cambios en el tema del servicio me motivó a darle una segunda oportunidad a este restaurante. Con ustedes la reseña de los platos que probé en Kaypí versión 2.0.
El almuerzo empezó con una pasta a la crema con trucha ahumada. Atención a todas las personas que buscan un plato saludable para almorzar que no sea pesado y que permita regresar con bríos a la dura jornada laboral. El sabor salado de la trucha combinaba muy bien con la sazón ligera de la crema y como toda pasta venía con una generosa porción de queso parmesano. Punto a favor de las alcaparras, un ingrediente muy simple pero que le da un toque especial al plato y a la textura ideal de la crema. Por mi parte fue una muy buena introduccion.
Luego vino un strogonoff de pollo con arroz saltado al wok y brócolis al carbón. Ojo Aïoli, que este pollo es un serio competidor de tu strogonoff de carne. No es sólo la sazón equilibrada o el punto de cocción ideal del pollo. El truco de este plato está en las guarniciones. Por un lado el arroz salteado con morrones que combina perfecto con la salsa del strogonoff. Por otro lado los brócolis al carbón que con su sabor ahumado contribuyeron a darle un toque especial al plato.
En tercer lugar vino una bondiola al carbón con puré de papa pachamanquera. Este plato si me sacó de cuadro porque representa lo que siempre busco en los restaurantes de la zona financiera, un plato casero que es reinventado con un toque gourmet. La mondiola, mi corte favorito del cerdo, tenía un delicioso sabor ahumado y venía acompañada de un "juguito" de saltado que me supo a gloria. El puré merece un párrafo aparte porque salía del clásico de papa amarilla. Me parecío interesante la sazón que le dieron.
Después llegó la hora de los postres. Comenzamos con un cumplidor fondant de chocolate que llegó tibio a la mesa. La característica principal de este postre, chocolate derretido de buena calidad para combinarlo con el helado, lo que es un verdadero placer culposo. No es necesario una carta entera de postres, suficiente con algunas recetas bien preparadas que sean las armas secretas para coronar el almuerzo. Luego me sirvieron un crocante de manzana. ¿Existe otro ingrediente, claro aparte del chocolate, que combine mejor con el helado de vainilla? Este crocante estuvo muy cumplidor. La corteza no estaba muy dura, el relleno de manzanas me dejó buen sabor de boca y la decoración con pecanas me pareció un detalle muy simpático.
Kaypí regresa con fuerza y me dejó una buena impresión. Punto a favor del mozo quien no sólo estuvo muy atento sino que también conocía los ingredientes de los platos. Obvio que habían corregido los errores de la vez pasada y pude notarlo también en las otras mesas. Tal como le dije a Daniel Arenas, el chef que me invitó, la competencia no perdona y será una batalla dura. Sólo les recomiendo algo, sean constantes en todo lo bueno que hacen y si cometen un error, miren hacia adelante. Para mí ahora es Kaypí reloaded.
Kaypí queda en Los Halcones 124, San Isidro.
Teléfono: 442-3799
Ticket promedio: S/.35.00 por persona.
Volvería: Si mantienen la calidad tiene un lugar bien ganado en mi trilogía de restaurantes favoritos de la zona financiera.