domingo, 27 de julio de 2014

De la comida (no tan) rápida

Por más que me esfuerzo no logro recordar cuando fue la última vez que probé comida rápida. Atención, no estoy hablando de las malhadadas franquicias norteamericanas y su legión de consumidores optimistas (¿o inocentes?) que se dejan engatusar por los precios bajos y el marketing. Y en ningún caso me referiría a la actual (y muy penosa) versión de nuestra otrora marca símbolo de hamburguesas.

Felizmente todavía existen personas que buscan hacer algo diferente en este rubro, abriéndose a la creatividad desarrollando nuevas propuestas sin dejar de lado un aspecto tan importante como es la calidad de los insumos utilizados. Desde este pequeño blog mi agradecimiento a ellos por haberme invitado a conocer sus locales.

Perros y Papas (La verdadera salchipapería)

Vista del counter de Perros & Papas
Pamela Villareal, graduada de hotelería y turismo, quería desarrollar un negocio propio. Ganó experiencia trabajando en restaurantes y ganó capital a través un negocio alternativo hasta que decidió crear una propuesta que rescate los sabores de sus locales favoritos: Las salchipapas de La Casita y el Tip Top. Aunque yo no dejaría de lado las que preparaban en el autoservicio de Sears. ¡Que tiempos aquellos! Aún puedo evocar  las peleas constantes con mi hermano por ver quien se echaba más ketchup al plato. Pero esa historia corresponde a otro post.

En pleno centro de Miraflores se ubica Perros y Papas, un pequeño local con mesitas de madera y una alegre decoración en tonos morado y amarillo. Apenas uno entra es inevitable fijarse en el letrero luminoso que anuncia trece variedades de salchipapas. Un número ambicioso pero que fue resultado de muchas pruebas y evaluaciones para escoger las combinaciones y los productos que mejor se adaptaran a la cocción ¿Se puede pedir algo más? Claro, quince salsas a disposición y servidas al gusto del cliente. Algunas hechas en casa (rocoto, anticuchera, huancaína), otras hechas por terceros pero sin descuidar la calidad.

Salchibobo y Salchigaucha
La visita empezó con una variedad que despertó mi curiosidad desde que supe de este local: la salchibobo, preparada con corazones de pollo al wok y papas amarillas fritas. Es obvio que nada iguala a la textura arenosa de la papa amarilla y mejor cuandoes  procesada en el mismo local. Los corazones estaban cocidos en el punto adecuado y el aderezo se adhería las papas amarillas creando una combinación de sabores muy buena. Ahora tengo otra razón para consumirlos en otra forma que no sea sopa de pollo (Sí ya sé, que blogger tan cuadriculado). También me sirvieron la salchigaucha preparada con varios tipos de salchichas: clásica, blanca, morcilla y chorizo, todo acompañado con chimichurri de la casa. Es la opción ideal para aquellos que desean una salchipapas contundente pero que no llega a ser tan recargada. El chimichurri lo sirven aparte y su sabor ligero acompaña pero no hostiga.

No me podía ir sin probar una "exclusiva" de la casa: la salchipapas chilidog. Es la salchipapas clásica pero que viene bañada con una salsa tex-mex hecha con queso cheddar, frejoles, carne molida y otros ingredientes de la casa. Es una vuelta de tuerca al plato original y para mi gusto funciona. Claro, lo ideal es comerla sin ninguna otra salsa para apreciarla adecuadamente. No quiero pecar de mezquino pero me recordó vagamente al "Chilito" que servían en Taco Bell. ¿Que habrá sido de ellos?

Me voy de Perros y Papas feliz por haber encontrado una oferta bien trabajada en la cual han pensado en todos los aspectos. No negaré que siento desazón porque hace mucho dejé de ser niño y ya no puedo consumir todas las calorías que quisiera pero a los buenos lugares hay que extrañarlos. Y aunque mi nutricionista reniegue sí que los voy a extrañar.

Perros y Papas queda en Calle Berlín 555, Miraflores.
Ticket promedio: S/.20.00 por persona.
Teléfono: 255-9044
Volvería: Sí.Todavía quiero investigar otras variedades de salchipapas.


Don Bajadón (Sánguches a la peruana)

Vista del local
José Bustamante, Gustavo Bamonde y Cherman son tres amigos que desde niños disfrutaban comiendo sánguches en el vecindario y que ahora se han unido para crear un "point" en el que no sólo destaca la imaginería (la mano de Cherman) sino las ganas de preparar los sanguches como si fueran para ellos mismos. Inicialmente uno podría pensar que se lo toman a la broma cuando ve los nombres en la carta pero cuando se enteren de la pasión que han puesto en traer los mejores ingredientes entonces se darán cuenta que no podrán dejar pasar un día más sin visitarlos. En plena avenida República de Panamá se ubica un pequeño local decorado con los colores rojo y blanco, yo diría casi un símbolo patrio porque ¿Existe acaso algo más peruano que un sánguche con "todas las salsas"? 

Lomito ahumado
En la carta se pueden encontrar trece variedades de sánguches. Están los clásicos (lechón, pavo, chicharrón), las creaciones de la casa (cecina asesina, pollo hierbero, lechón nikkei) entre otros. Yo no quise correr riesgos y me decidí por el de lomito ahumado. Apenas lo probé la diferencia saltó al gusto porque utilizan bondiola, un corte que proviene del cuello del cerdo y que funciona a las mil maravillas para este sánguche. El sabor es tan logrado que no es necesario agregarle nada más. Suficiente con el toque de salsa criolla para que aporte frescura. Las papitas Tumbay fritas son otro punto a favor. Crocantes y arenosas por dentro, ideales para degustar con cualquiera de las nueve salsas propias de la casa. Recomendación del blogger: la Kasimuero Ulloa, con todos los picantes del Perú y balnearios. Recomendación de la casa: la Don Bajadón que lleva especies, ajos y "polvos mágicos".

Hamburguesa Don Bajadón
También probé la hamburguesa Don Bajadón, hecha con una molienda de salchicha de Huacho artesanal, carne y queso cajamarquino. Esta salchicha nunca ha sido de mis preferidas pero esto se debe a que siempre la he probado en versiones industriales donde más destaca la grasa que el sabor. La combinación con carne de res y queso funciona y mejora cuando la cocinan en el punto exacto. No han descuidado el tema del pan, muy crocante y que no se desarma al primer mordisco. Otro punto a favor, las papitas al hilo hechas en el mismo local, nada de esas papitas a granel que se compran en bolsas de a kilo.

Es complicado venir a Don Bajadón pensando que sólo pueden comerse un sánguche. Las porciones son contundentes y hay una adecuada relación precio/calidad. Me voy feliz y convencido de encontrar sitios que valen por lo que hacen y no por la publicidad (¿Se acuerdan de los "maestros sangucheros" y su oferta de marras?) Cuando me hablan de productos procesados en el mismo local, de insumos artesanales y del esfuerzo por hacer algo distinto al resto entonces no hay nada más que agregar. En lugares así da orgullo gritar "Soy peruano!"

Don Bajadón queda en Av. República de Panamá 6297, Miraflores.
Ticket promedio: S/.20.00 por persona.
Teléfono: 6049221
Volvería: Sí. Se merecen más de una visita.

5 comentarios:

Gabriela dijo...

Ese lomito ahumado tiene una cara más buena, como para quitar el hambre en una.

Anónimo dijo...

"el de lomito ahumado. utilizan bondiola, un corte que proviene del cuello del cerdo"
Entonces como lo pueden llamar lomito ahumado?

Renzo dijo...

Estimada Gabriela

Está en Miraflores así que no hay pretexto visitarlo pronto. Me cuentas como te fue =)

Saludos

Renzo dijo...

Estimado Anónimo

Es un tema de forma. La verdad en otras sangucherías te dan una tajada de jamón salado y "dicen" que es lomito.

Saludos

Anónimo dijo...

En pocos lugares dan lo que ofrecen