Sólo por la insistencia de un seguidor contacté al restarurante IK para organizar la nueva cena grupal. Luego de transar las condiciones me ofrecieron un menú degustación de cinco tiempos en un salón privado. Así de simple y sin mucho trámite iba a cumplir un doble objetivo. Por un lado completar el top 20 de la lista Summum, por otro hacerlo en compañía de mis seguidores. Mejor imposible.
Canchita glaseada. Abrebocas. Pisco sour dos temperaturas. |
Escogí una hora prudente para la cena pero aún así tuve que recurrir a mis mejores atajos para esquivar el tráfico miraflorino y poder llegar puntualmente. El grupo aún no está completo, así que mientras esperamos nos ofrecen unos pocillos con canchita chullpi glaseada. Mi voz interior, con alma de quejón empedernido, me susurra: "canchita, gran cosa". Claro, hasta que la pruebo y noto que es realmente adictiva. Me extraña la presencia de unas piedras redondas en la mesa pero luego recuerdo que estamos en un restaurante premiado y no es raro ver esas ¿innecesarias? florituras. Luego de haber acabado varias porciones de canchita llega el resto del grupo. Es momento de empezar. Vale la pena una aclaración, todas las fotos corresponden a porciones de degustación.
Luego de una breve presentación del restaurante y todo el concepto que engloba nos traen los abrebocas. Demasiado simples para mi gusto: causitas clásicas de papa y un crocante con mousse de hongos de Porcón y chocolate. Más forma que fondo, ojalá que no sea un indicador de lo que vendrá más adelante.
Luego de una breve presentación del restaurante y todo el concepto que engloba nos traen los abrebocas. Demasiado simples para mi gusto: causitas clásicas de papa y un crocante con mousse de hongos de Porcón y chocolate. Más forma que fondo, ojalá que no sea un indicador de lo que vendrá más adelante.
Comunidad del tomate. Cebiche amazónico. Chota 190°. Panceta en su jugo |
Se inicia la cena con la comunidad del tomate, diferentes presentaciones y variedades de tomate sumergidos en un aliño de agua de tomate. Cada bocado trae una sensación diferente, más yo me quedo con el tomate ahumado que explota en boca y hace contrapunto con los sabores tan refrescantes. El agua de tomate no es novedad, ya la he probado antes en Astrid y Gastón pero aquí lleva chía y esta le da más consistencia. Sigue un cebiche amazónico envuelto en hojase bijao. Este plato calificaría más como un "falso" cebiche pues los trozos de paiche son flambeados al wok antes de aderezarse con una salsa de mishkina y ají charapita. No tengo observaciones, la ejecución es precisa y los trozos de pescado llegan en su punto. El toque divertido son los chifles que deben ser triturados con las manos para usarlos de "topping". Malas noticias, la porción es para compartir entre dos personas y tengo que resignarme con un par de bocados. Es lo malo de un menu degustación, uno se queda con la miel en los labios cuando prueba un plato tan sabroso.
Lúcuma enterrada. La yunza. Petit-fours. Los viciolovers en pleno |
Cuando traen la lúcuma enterrada dudo si estamos en un restaurante o en una clase de botánica. ¿Quién lo diría? nunca había visto un postre que replicara una escena de la naturaleza. Un bombón-semilla de chocolate relleno de lúcuma cubierto de tierra de café y cacao como si estuviera en su hábitat natural. El detalle de la hoja, como si fuera un cogollo de la planta naciendo, me deja emocionado. ¡Hasta un "gusano" de chocolate han incluido! Fuera de la sublime presentación, la combinación de lúcuma y chocolate es un recurso conocido pero bien ejecutado. Aunque había un as bajo la manga: un cremoso de vainilla que integra todos los ingredientes Sólo me hizo hace falta un café americano para redondear la experiencia.
La cena cumplió con las expectativas que se tenían de un restaurante conocido. Tal como lo esperaba no se trata sólo de disfrutar la comida sino de vivir una experiencia de comunión con todo los ingredientes. Tal cual IK se acerca más a Central en la idea de ofrece una experiencia para todos los sentidos y justifica regresar para investigar el resto de la carta. El servicio ha sido correcto, aunque sabiendo qué se trata de una cena organizada para el blog es obvio que se esforzaron en cuidar cada detalle. No me sorprende entonces cuando el mozo aparece cargando un ekeko para terminar la cena-celebración. Se desarrolla una pequeña escaramuza entre los asistentes por ver quién es el primero en tomarse un selfie con el muñeco de marras. Paciencia, que viene un segundo ekeko para agilizar el proceso. Pero no hay celebración completa sin un arbolito de yunza y pica-pica lo que desata la alegría de los asistentes. Aunque falta un detalle más, una cajita con piedras donde nos toca descubrir cuáles son bombones de chocolate y eucalipto. Ha llegado el momento de decir adiós.
IK queda en Elías Aguirre 179, Miraflores.
Horario: Lunes 19.30 a 23.00 Martes a sábado de 12.30 a 15.00 y de 19.30 a 23.00. Domingo cerrado
Teléfono: 652-1692
Entradas: S/.43.00 - S/.49.00. Fondos S/.71.00- S/.76.00 Postres S/.23.00 - S/.33.00
Menú degustación 5 tiempos: S/.200.00 (sin maridaje)
Estacionamiento: Delante del local. Cuenta con valet parking.
Volvería: Sí, pero exige todo un presupuesto aparte.
1 comentario:
Realmente, es un poco caro.
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