De como el blogger se niega a abandonar su zona de comodidad. No hay feriado que valga.
Matria (Déjà vu)
Que predecible soy a veces. Demasiado tal vez.
Conchas de abanico Indochina |
Teniendo en mis manos la penúltima suscripción de Caudalia Wine Box el dilema era qué restaurante escoger. Esta vez me enviaron vinos australianos y nuevamente un The Stump Jump Riesling que pedía a gritos un plato con mariscos a la parrilla. Podría haberme aventurado por otros lares pero la respuesta a ¿qué lugar abriría en Jueves Santo? no me dejó con más opción que manejar rumbo a Matria. Literalmente, santo remedio.
Como llego temprano al restaurante encuentro mesa sin inconvenientes. Cualquiera diría que en feriado la gente está fuera de Lima pero luego de media hora el local está a su capacidad completa. Para comenzar una entrada que va de la mano con el maridaje: las conchas de abanico "Indochina" con mantequilla al curry amarillo y quinua tostada. Este Riesling australiano es un vino joven con una acidez refrescante que le va perfecto a los mariscos a la parrilla. Nuevo dilema para mí que yo tan feliz estaba con el chardonnay. Ni modo, así es el mundo de los vinos, uno nunca termina de aprender ni de disfrutar.Obvio con moderación, ningún tipo de exceso es bueno. Volviendo al plato, no hay sorpresas, manejan el punto de cocción adecuado y los sabores armonizan con cada bocado. El limón es mera decoración porque dejaría en segundo plano el sabor del curry y además para eso está el vino. Esa manía popular de echarle limón a todo.
Tagliolini alle vongole |
Es turno de los platos de fondo y no puedo creer lo que veo en la carta ¿Tagliolini alle vongole? Esto ya es personal. Desde hace tiempo me he planteado el reto de encontrar un plato que supere a los spaghetti alle vongole de Trattoria dei Prati (A propósito estimada Lula, hace tiempo que te debo una visita, mis disculpas) pero los resultados nunca me han dejado satisfecho. Es difícil hacer una comparación pues al agregarle más ingredientes el sabor de los vongole puede quedar en segundo plano. Vamos, mi objetividad me obliga a declarar un empate técnico porque me dejan muy buen sabor de boca. Pido también un lomo saltado que sucumbe ante mi escepticismo por encontrar uno bien preparado. Le falta más fuerza al saltado, aunque celebro la decisión de presentar arroz y cubos de papa frita aparte.
Florianópolis, cake tibio de zanahoria |
La vez anterior me retiré de Matria sin ordenar postre y así que me cobro la revancha ordenando por partida doble. Primero va el Florianópolis, una estrambótica combinación de frutas de estación y sorbetes de manzana verde, sanki y mango con crema de pisco y tierra de cacao. Demasiado grande para mi gusto, la mezcla de sabores se me antoja exagerada y en cuanto al tamaño de la porción tranquilamente alcanza para dos personas. Peor aún, si no lo comen rápidamente este calor de marras terminará derritiendo los sorbetes.
Mejor me va con el cake tibio de zanahoria y especias. ¡Sorpresa! Han reemplazado esa crema de marras con helado de yogur griego. Y le va perfecto, pues ese queque tibio y esponjoso se deja acompañar a la perfección con cada cucharada de helado. Ahora que me doy cuenta, me birlaron el butterscotch de miso pero no lo echo de menos. Quizá podrían trabajar más la presentación. Se lo merece.
Matria queda en Mendiburú 823, Miraflores
Ticket promedio: S/.90.00 por persona.
Volvería: Sí, es de esos sitios en que siempre se encutnrea algo nuevo.
Le Cafe (Los tiempos cambian)
Cuantos años que no venía por el Swissôtel a tomar desayuno buffet. En realidad cuanto tiempo que no visito ningún tipo de buffet
Ya no soy el blogger de antes que se dejaba impresionar por una estación de fiambres calientes y panecillos dulces. Será que no soy tan fácil de convencer o es que ya no le encuentro mucho atractivo a servirme un plato que se recalienta indefinidamente a baño maría. Pero como en la vida es mejor ver el vaso medio lleno he aprendido a disfrutar de los desayunos y los tea-time, ocasiones en las que puedo ser menos exigente. Mención honrosa para el brunch del hotel Hilton donde sirven opciones preparadas al momento en porciones para degustar. Sí, para todo hay solución en esta vida.
Aprovechando los feriados quise recordar viejos tiempos visitando el restaurante Le Café del Swissôtel donde todos los días sirven desayuno buffet. Mi jornada empieza, como ya es costumbre, con una visita a la estación de frutas. No sólo porque me refresca el paladar sino porque dudo que exista alguien tan perezoso como yo que se niega a consumir fruta con cáscara ¿Será por eso que adoro la granadilla? Con tantas bandejas a disposición cualquier persona estaría feliz de armar la mejor ensalada de frutas pero como gracias a un reconocimiento previo del terreno descubro que en la estación de waffles hay chirimoya en jugo de naranja y miel de maple a disposición. No necesito nada más para ser feliz.
Mi conciencia ya está calmada y ahora puedo atacar otras estaciones. Le pido a la moza un café negro y voy a la estación de frituras. Jamon ahumado, tocino, variedad de salchichas pero... ¿Dónde quedaron los huevos revueltos? Pequeño detalle, ahora se preparan al momento pero como mi hambre no espera y me conformo con un mini omelette que ha sufrido con el eterno recalentado. No importa, con ají todo pasa.
Es turno de visitar la estación de desayuno peruano. Prescindo del pollo saltado por razones ya descritas, me decepciona el caldo de gallina porque usar fideo cabello de ángel implica que luego de un tiempo adquieran una textura deshecha y termine tomando caldo solo. A propósito, no estaría de más poner cebolla china y rocoto picado al costado para que uno se sirva al gusto. Me reconcilio con mi lado más peruano sirviéndome tamal criollo y chicharrón, un poco de sarsa criolla para aportar frescura y crema de ají amarillo para darle alegría. Prescindo del pan francés ¿para qué llenarse gratuitamente?
Desayuno hipercalórico. =) |
Aún puedo seguir comiendo pero no se trata de exagerar. Me conformo pidiendo otra taza de café negro sin azúcar para acompañar una tajada del mejor enrollado de canela que se puede encontrar por estos lares. Está claro que estoy jugando de local porque conozco al revés y al derecho la propuesta de panadería y pastelería del Swissôtel.
Me retiro de Le Café con buen sabor de boca. Siento que han hecho lo justo a pesar que ya no soy el mismo blogger que se dejaba impresionar por la variedad de estaciones. Aún estando en uno de mis lugares favoritos no puedo dejar la objetividad a un lado y reconocer que algunos detalles se les están escapando. Sobre todo cuando evoco mi última experiencia en cierto hotel americano de cinco estrellas. ¡Esto es guerra!
Swissôtel queda en Santo Toribio 173, San Isidro.
Ticket promedio: S/.100.00
Volvería: Sí, pero en Navidad cuando tienen una oferta más variada.
Volvería: Sí, pero en Navidad cuando tienen una oferta más variada.
Chaxras (Verde, no te quiero verde)
Comer saludable o comer feliz. He ahí el dilema.
Pan de la casa, Chorichaxras |
Después de un largo trayecto por la carretera sorteando a esos choferes, primates no evolucionados que suelen invadir el carril de emergencia, llego a Chaxras. Me siento relajado al ver tanto espacio para cuadrar, señal inconfundible que el local todavía no se ha llenado. No negaré que también estaba emocionado por esta nueva oportunidad de seguir evaluando el resto de su carta. ¿Qué le vamos a hacer? No es que todos los días uno pueda almorzar en Pachacamac
Truco de blogger, antes de ocupar mi sitio en la mesa designada cojo yo mismo una carta. Estamos en día de fiesta y como buen veterano en estos resfríos anticipo lo que sucede a continuación. Cuando la moza, luego de varios minutos, se digna prestarle atención a mi mesa ya tengo listo el pedido. Veo en la entrada como no paran de llegar los grupos de comensales e ingresar mi orden a la cocina es una carrera contra el tiempo.
Para comenzar mi almuerzo campestre elijo los ChorichaXras artesanales de pollo con champiñones y de ternera a las finas hierbas. Sin embargo basta una mirada para tirar la toalla.. De nada vale que sean chorizos de la casa si los han recocinado al punto que el interior se desmorona apenas hinco el tenedor. El chutney que promete la carta es más bien una picadillo de piña en almíbar que deja en segundo plano cualquier sabor. me resigno a comer los chorizos con el ají que acompaña los panes de la casa.
Entraña a la parrilla |
Continua mi desventura con una, al menos según dice la carta, "imponente" entraña Angus Beef a la parrilla. Está claro que el rótulo Angus Beef no es garantía de nada teniendo en cuenta que hasta en las franquicias prometen hamburguesas hechas con esta carne. Dudo más de la calidad cuando, a pesar de haberla pedido término medio, tengo que bregar con el cuchillo y tenedor para cortar una porción. Peor aún cuando descubro que la carne está bañada innecesariamente en una salsa de sabor indescriptible ¿Para qué? El sabor de la parrilla queda en el olvido. El graten de papas y verduras y los espárragos sólo tienen como función llenar espacio en el plato. Para el precio una decepción. Consejo, pidan la carne aparte y exijan que prescindan de esa salsa de marras.
Raviolones vegetarianos |
Si la carne no funciona entonces mi lado veggie se activa y elijo los raviolones vegetarianos. Apenas llega a la mesa echo pestes contra mi optimismo. Está claro que no voy a terminar ese plato, y no tiene que ver con la cantidad. Pruebo la pasta sola y encuentro un relleno de puré de loche donde el queso paria brilla por su ausencia, mejor sería utilizar un ricotta de sabor más neutro. Pero es la crema de champiñones y hongos la que termina de embotar el paladar y debo claudicar a la segunda cucharada. El picadillo de lechugas que corona el plato no contribuye a mejorar la experiencia. Punto aparte para la presentación tan deslucida.
Olvidable experiencia en Chaxras quizá por mi mala elección de platos, quizá por la falta de prolijidad en la cocina para ejecutar las recetas adecuadamente. Luego de haber visitado más de cinco restaurantes en la zona me queda claro que la propuesta de comida criolla de Don Cucho no tiene competencia. Probablemente no sea orgánico, eco-sostenible y tanta floritura de la que se precia en Chaxras pero al menos allí se come rico. Y eso para mí es suficiente.
Chaxras queda en Calle 8, Pachacamac
Ticket promedio: S/.80.00 por persona
Volvería: No. Dos visitas bastan y sobran
1 comentario:
Entre comer rico y comer sano, siempre ganará comer rico. Lo siento por los "saludables", pero este tipo de festines no se dan todos los días y bien que el cuerpo lo puede resistir.
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