miércoles, 26 de abril de 2017

Catalina 555 (Nuevos rumbos)

Si alguien mencionara la expresión "zona de comodidad" yo no diría esta boca es mía. Debo aceptar que mi radio de acción se ha limitado al "cerco perverso San Isidro, Miraflores y Barranco" (la frase no es mía) y quizá me esté perdiendo de algunas propuestas interesantes. Sea por desidia o falta de tiempo aún hay zonas ignotas para mí que espero descubrir en el corto plazo.

Eso fue lo que me motivo a visitar Catalina 555. En su web se presentan como una propuesta informal, de fiesta y para compartir. El local es sencillo, el garaje de una casa adaptado para restaurante con un salón interior. El mozo me informa que no hay carta impresa sino una pizarra donde uno puede escoger los platos del día. La ventaja es que trabajan con productos de estación y en todo caso siempre está el factor sorpresa de encontrar nuevas opciones en cada visita.

Mollejitas. Catalina Wings.
La aventura empieza con las mollejitas fritas. La ejecución es óptima tanto en textura como en una sazón criolla que explota en boca. No importa, para eso están las yuquitas fritas, crocantes por fuera y suaves por dentro, que funcionan como catalizador. Quizá desentona ese dulzor que le da el hoisin pero eso depende de cada uno. Las Catalina Wings (S/.30.00) siguen la misma tendencia, no puedo dejar de alegrarme por un piqueo que el mercado ha popularizado aunque con resultados disimiles. Consejo, prescindan del tenedor y el cuchillo que Frieda Holler no es la anfitriona, así pueden disfrutar hasta la última brizna de carne. Las verduras solo hacen acto de presencia salvo que uno de los comensales sea vegetariano.

Asado de tira. Chuletas de cerdo ahumada

Vamos por los fondos con la advertencia del mozo que las porciones están pensadas para compartir. El asado de tira (S/.65.00) me cae de perillas. Sólo de una cocción larga y cuidadosa puede resultar un corte donde la carne se desprende sin necesidad de usar cuchillo. El acompañamiento de puré de papa no amerita mayor comentario más que ser una referencia adecuada a la comida casera. Sigue una chuleta de cerdo (S/.56.00) con frejoles cajún. El toque ahumado del cerdo sería suficiente para darle mi aprobación más cuando intento cortar una porción descubro que es obligatorio pedir (a gritos) un cuchillo de sierra. Está claro que alguien se pasó de vueltas con el punto de cocción. Mejor hubiera sido si incluían un toque de frescura en vez de más proteína (jamón serrano) y fritura (huevo). Recomendable sólo para quien desee un plato contundente.

Sopa seca de mariscos
Finalmente llega la sopa seca (S/.53.00), un plato que auspiciosamente anuncian en su web como el "favorito de sus visitantes". Pedir una versión del fideuá español involucra un alto nivel de riesgo pues en la historia del blog los resultados siempre han sido desastrosos. Honrosa excepción, el fideuau de Palmiro Ocampo.

Catalina 555 no es la excepción a la regla porque esta sopa seca no pasa de buenas intenciones. No hay sabor a mariscos, los fideos están recocidos y pienso en que sólo un poco de ají molido me ayudaría a terminarlo. ¿Error de ejecución o de concepto? Vaya usted a saber.

La última palabra se la dedico al servicio, un aspecto que definitivamente tienen que mejorar. Al menos cuando le pregunto al mozo como son los frejoles cajún y me responde "son frijoles pues" intuyo que no tiene la menor idea de lo que está sirviendo. Si llevan un vino tampoco se les ocurra dejarlo en sus manos, hay nociones de etiqueta básica que por lo visto son casi una leyenda urbana. Considero que hace falta una tercera visita para dar una opinión final aunque la duda me aconseja, por el momento, volver lentamente hacia mi zona de comodidad. 

Catalina 555 queda en Santa Catalina 555, La Victoria.
Horario: Martes a domingo de 12.00 a 16.00
Teléfono: 637-2659
Ticket promedio: S/.50.00 por persona
Estacionamiento: Sólo hay dos sitios. Mejor vayan en taxi.
Volvería: Puede que sí, puede que no. 

1 comentario:

Gabriela dijo...

En tu introducción me has hecho acordar a esos odiosos taxistas caprichosos que dicen: "no voy, mucho tráfico". ¿Acaso un cirujano dice "no opero, mucha sangre"?