domingo, 7 de mayo de 2017

Jin Ying (¡Sale caliente!)

"A mí con todas las salsas"
Hace años, cuando ni siquiera pensaba en tener un blog de gastronomía, mi ruta de vuelta a casa incluía una caminata por la avenida San Luis. Entre el bullicio de los autos y la gente siempre me distraía cuando pasaba junto al chifa Dong Hai. Nunca faltaba un grupo de comensales chinos sentados en una mesa redonda que tenía una olla en medio en medio conteniendo quién sabe qué mejunjes. De no haber sido por una pésima experiencia en ese chifa de marras ya me hubiera sacado el clavo preguntando qué diantres era esa olla..

Cuando abrí y el blog y aprendí un poco más sobre comida china la voz autorizada del tema me desaconsejó probar el fo-wo. ¡No puede ser! Algo bueno debía tener este plato que tanta efusión despertaba incluso entre chefs conocidos que no paraban de recomendármelo. El puntillazo final vino de parte de una seguidora del blog qué con foto y todo me hizo saber de lo que me estaba perdiendo.

Nunca se me hizo tan difícil empezar una cena.
Llego al chifa Jin Ying sin problemas. El tráfico en San Borja a las 6 de la tarde no es pan comido más si uno conoce los atajos correctos es fácil evitar la congestión. La moza me conduce al segundo piso donde están los ambientes privados para consumir el fo-wo. Genial, los #viciolovers ya están esperándome. La puntualidad alemana (diez minutos antes de la hora) es característica esencial del grupo.

El mozo nos explica pacientemente como funciona el sistema. Cada uno dispone de una cocinilla individual donde verterán un caldo que, apenas empiece a hervir, servirá para cocinar todo los ingredientes que irán trayendo. En la mesa hay diez tipos de aderezos que van desde la pachikay y la salsa de maní, hasta el ají limo y culantro. Material suficiente para que cada uno dé rienda suelta a su creatividad en las combinaciones de salsas para acompañar los cortes de carne, mariscos y bocaditos.

"Man vs. Food"
Cocinar el fo-wo no es difícil. Cada comensal dispone de un cubierto en forma de canastilla, un plato para poner los ingredientes cocidos y un pocillo para las salsas. Lo idea es empezar con mariscos, continuar con verduras y carnes (res y cordero). Estas se dejan para el final porque después de cocinarlas el caldo adquiere un color turbio. El caldo no se toma porque contiene los residuos de todo lo que se ha ido sancochando, aunque ya depende del gusto de cada uno. Además el caldo se va evaporando por el constante hervor y hay que avisar al mozo para que lo reponga. De lo que se trata es cocinar lentamente cada corte o verdura al gusto y no emocionarse comiendo, por ejemplo, siu kao. La idea es disfrutar los distintos sabores y textura acompañando de la salsa que tienen a diposición.

Cabe agregar una ventaja de tener cocinillas individuales a diferencia de lo que he visto en otros chifas. Cada persona tiene gustos diferentes respecto a los ingredientes y también un ritmo propio para comer. No me imagino como hubiera funcionado esto de tener una sola olla. Una recomendación final, en este chifa van sacando las bandejas de ingredientes de golpe sin preguntar. En algunos casos hay vísceras o verduras y si no los van a consumir devuélvanlos de inmediato a la cocina para no desperdiciar. Si desean repetir alguna opción pueden solicitarla sin problemas, al menos eso fue lo que ofreció el mozo y lo cumplió al pie de la letra.

¿Alguien dijo postre?
Cuando llamé para hacer la reserva me dijeron que el costo del fo-wo también incluía postre pero ya estoy acostumbrado a que en los chifas este suela ser el aspecto más débil. Gran equivocación la mía porque aquí sí que se lucieron. 

Primero con unas rodajas de sandía para refrescar el paladar y unos trocitos de gelatina tricolor, al mejor estilo de fiesta infantil. Vamos, el que menos se emociona evocando esos momentos y yo no fui la excepción. Pero aún faltaba otra bandeja, esta vez con un correcto min pao relleno de coco y man tou (min pao sin relleno), un trozo de suave masa acompañado de leche condensada para que uno lo unte al gusto. Créanme que hubo una pequeña escaramuza entre los asistentes por el pocillo que contenía la leche condensada.

La experiencia en el chifa Jin Ying fue muy satisfactoria. No sólo por la oportunidad de probar algo nuevo, sino que, en términos generales, la relación calidad-precio estuvo completamente justificada, y además el servicio fue impecable en todo sentido. Con tantos ingredientes y salsas a disposición está claro que no he probado ni la mitad de combinaciones posibles y es muy probable que vuelva en el corto plazo. Aunque será cuestión de esperar que llegue el invierno ¿O no?

Chifa Jin Ying queda en Av. las Artes 388, San Borja.
Horario: Lunes a domingo de 11.00 a 24.00
Ticket promedio: El fo-wo cuesta S/.60.00 por persona.
Teléfono: 2243263. Es recomendable hacer reserva.
Estacionamiento: En plena calle. Mejor dejen el auto en La Rambla.
Volvería: Sí, vale la pena repetir.

2 comentarios:

Gabriela dijo...

Con esa puntualidad vale la pena juntar el grupo.

Anónimo dijo...

Anoche fui... realmente una experiencia única. Por 5 soles mas por cabeza accedes a un apartado con televisor y karaoke chino. Sin embargo, los comensales deben ir advertidos de lo que van a comer. Un hincha del arroz chaufa y taypa especial no te aguanta esta propuesta.