¿Se acuerdan la última vez que escribí un post sobre un festival gastronómico? Yo tampoco, pero de vez en cuando hace bien salir de la zona de comodidad.
Vista del patio de comidas. |
El año pasado recibí muy buenos comentarios sobre Gochiso Perú. La idea de un festival gastronómico nikkei es más que atractiva, basta recordar el éxito de aquellos celebrados durante la semana cultural de Japón, cuya acogida era tal, que algunos platos volaban antes del mediodía. Sí, hasta ahora no me recupero de no haber podido comprar yucamochi.
Con varios motivos para hacer a un lado mi habitual reticencia y recopilando toda la información posible (precio, horario, estacionamiento) decidí darme una vuelta por el festival de marras. No conocía el complejo Domos Art y tampoco suelo manejar por la zona, así que la aventura estaba asegurada.
Zona de comidas. |
Llego rápidamente al complejo, encuentro estacionamiento sin problemas (¡aleluya!) y camino hacia la entrada. Me entregan un mapa del evento en el que incluyen todos los restaurantes participantes así como los platos que ofrecen. Hay varios nombres que llaman mi atención y me alegro de haber participado de esta edición. Son cerca de 10 estaciones con diferentes estilos de comida que van desde el nikkei contemporáneo, pasando por huariques hasta llegar a los food trucks. ¿Ya ven? Hay para todos los gustos.
Decido ir a la segura y empezar por las marcas ya conocidas. El sándwich de punta de costilla de Sushipop es un placer culposo. El corte es sabroso y está acompañado de verduras para darle un toque de frescura. Los springs rolls de arroz con pato me hacen arquear las cejas, es un bocadillo inesperado pero funciona y, mejor aún, con las salsitas que ponen de acompañamiento. Pruebo un taco ebi (langostinos) de Yume, pero no me va tan bien como el original de bonito. Resulta demasiado neutro para mi gusto.
Punta de costilla. Spring rolls de arroz con pato. Pollito Bao. Karaage de pejerrey. |
Sigue mi aventura por la estación de sándwiches y, ¡por fin! logro sacarme el clavo con los bocadillos de Bao. Pido uno de pollo crocante y descubro que guarda varios puntos de contacto con el sándwich de SushiPop: la proteína bien trabajada, verduras que aportan frescura y el pan como adecuado catalizador. El Kaarage de pejerrey de Ku Mar me deja buen sabor de boca por el correcto empanizado del pejerrey, más los wantanes de camote que acompañan el plato quedan blandos y sin gracia. No puedo cerrar el párrafo sin saludar la presencia de la señora Angélica Chinen, quien el año pasado recibió un premio de Summum como el mejor huarique del año 2017 con su propuesta de comida casera. Todo un lujo haber tenido la oportunidad de conversar con ella y me siento en deuda por no haber probado alguno de sus platos.
Para terminar no podía faltar algo dulce y obviamente que todos mis sentidos estaban concentrados en los mochis de Aimochi en nueve sabores distintos. Cada quien con su favorito pero no dejen de probar el de chocolate belga. Su yucamochi también estuvo espectacular, con una textura muy suave y el punto preciso de dulce. Ojo que también está Yogashi pero con tantos posts que les he dedicado sería redudante resaltar sus bondades.
En resumen, mi visita al Gochiso Perú me dejó con excelente sabor de boca y con muchas ganas de participar en la siguiente edición. Eso sí, es recomendable ir en grupo y así probar un poco de todo. No sean como yo, no se dejen llevar por la emoción y al final se darán cuenta que ya no les entra ni un Pocky.
Gochiso Perú 2018 dura hasta el 15 de abril
Dónde: Complejo Domos Art de la Costa Verde, San Miguel.
Cuánto: S/.15.00 a través de Joinnus. Precios por plato S/.4.00 a S/.16.00
Estacionamiento: Amplio y vigilado.
2 comentarios:
Justo lo veo el día que se acaba...
Interesante articulo, yo estoy iniciando un blog del mismo tema en Honduras.
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