domingo, 17 de junio de 2018

Gioconda (De pastas, salsas y otros manjares)

¿Otro restaurante italiano en Lima? Pues sí, esperemos que marque la diferencia. 

Detalle del salón principal
Hace algunas semanas me llegó un correo para conocer Gioconda, una nuevo restaurante de comida italiana en San Isidro. Si bien aceptar invitaciones me permite conocer nuevas propuestas, yo preferí negarme e ir por mi cuenta para vivir una experiencia más genuina y, sobre todo, no comprometer mi opinión.

Viernes en la noche. Luego de cruzar la congestionadísima avenida Javier Prado, vislumbrar el logo de Gioconda es como llegar a un oasis en el desierto. Encuentro estacionamiento sin problema y cuando entro al local me llevo una agradable sorpresa. La decoración es sofisticada y hay múltiples detalles que lo hacen acogedor, pero sobre eso me explayaré al final de la reseña. 

Quería empezar con una entrada, mas luego de un rápido vistazo ningún plato logra convencerme. Focaccias, bruschettas y carpaccio son opciones con las que ya estoy familiarizado y quiero algo diferente. Termino ordenando una piadina de quesos (S/.24.00) que luego del primer bocado termina intacta en el plato. Pequeño detalle, nunca he sido fan de las piadinas, lo cual me deja sin punto de referencia para evaluarla adecuadamente. Mejor vamos a los fondos.

Spaghetti peperoni. Tortelloni de ossobuco.
Ravioles de langostinos. Lasagna de carne,
Los agnolotti de ricotta y espinaca (S/.35.00) son el mejor ejemplo de como un plato se puede convertir en mi favorito sin mucho trajín. El relleno de la pasta es fresco y sólo necesita mantequilla, salvia y un toque de grana padano para alegrar mi noche. Siguen los spaghetti con peperoni y mascarpone (S/.35.00). La idea es mezclar la pasta con el queso y lograr en cada bocado un juego de sensaciones entre la proteína, el quesl y el tomate. Atención que la porción es tremenda y es recomendable ordenarlo si tienen buen estómago. Se hace extrañar el peperoncino que menciona la carta.

Los tortelloni de ossobuco (S/.40.00) son una apuesta segura. La salsa con funghi porcini y champiñones es el complemento perfecto al relleno de carne que se nota fresco y de textura suave Siguen unos ravioles de langostinos (S/42.00) al punto de cocción preciso. El chutney de mango le da un twist preciso al plato, siempre y cuando no les incomode la combinación de salado y dulce. Termina la jornada con una lasagna de carne (S/.36.00), plato que no trae mayor sorpresa aunque si una ejecución precisa que me deja más que satisfecho.

Panacotta de frutos rojos
La sección dulce de la carta no trae mayor novedad y solo por azar termino ordenando la panacotta con frutos del bosque (S/.20.00). Pensé que ya había pasado la moda de servir postres en tarrito (jar) y ver que en Gioconda lo utilizan para servir un postre tan tradicional se me antoja un recurso facilista. Entiendo que ahorra tiempo en emplatado y conservación, mas no le hace justicia al precio de carta. Es más, comer un postre recién salido de la refrigeradora tampoco ayuda a mejorar la experiencia. Vamos chicos, pueden hacer algo mejor que eso.

Me retiro de Gioconda medianamente satisfecho. El servicio del personal es muy obsequioso, hacen recomendaciones de acuerdo al gusto del cliente y piden retroalimentación al final de la comida. El ambiente del local invita a alargar la velada, tal como suelo hacer en mis restaurantes favoritos, pero faltan opciones más atractivas en las entradas y postres. Igual me quedo con la idea que es perfecto para una cita romántica o disfrutar una cena de largo aliento con amigos. Me verán volver con una botella de mi merlot favorito.

Gioconda queda en  Av. Dos de Mayo 570, San Isidro.
Horario: Lunes a sábado de 12:00 a 16:00 y de 19:00 a 23:00. Domingos de 12:00 a 18:00.
Precios: Entradas S/.24 - S/.38. Fondos: S/.32 - S/.45. Postres: S/.20 - S/.25
Teléfono: 222-9975
Estacionamiento: Amplio y vigilado.
Volvería: Sí, es una buena alternativa de pastas artesanales.

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