A la fecha este restaurante ya cerró sus puertas. Espero volver a encontrar al chef en otro proyecto.
Vista del salón |
Dario De Biasi es un chef italiano que tiene varios años de experiencia trabajando en Perú y el extranjero. El me invitó a conocer Fettucini, estaurante que diariamente a la hora de almuerzo ofrece una opción de menú económico para las oficinistas y residentes de la zona. Pequeño detalle, y motivo de la visita, en las noches del fin de semana tiene una propuesta de platos a la carta. El ambiente de local es sencillo pero con pequeños toques en la decoración que lo hacen acogedor. En la parte posterior tienen un área más formal, ideal para las parejas que desean compartir una cena romántica o grupos de amigos en busca de un after-office.
Tataki de bonito con tabuleh y gazpacho |
El almuerzo empezó con un tataki de bonito. El tataki es una preparación japonesa donde el atún es sellado a fuego alto pero en el centro queda crudo. Jugando con el concepto de fusión el chef decidió acompañarlo de un tabuleh de quinua (Marruecos) y gazpacho (España) Es un plato donde se combinan adecuadamente los sabores y las texturas, aunque siendo la primera vez que pruebo gazpacho me falta un punto de referencia para dar una opinión final. Luego me sirvieron una burrata con tomate, albahaca y aceite de oliva, casi una ensalada caprese. La diferencia está en el uso de la burrata, una variedad de mozarella más suave, típica de la cocina del sur de Italia. La idea es cortar una tajada del molde y servirlo sobre una tostadita al mejor estilo de una tapa española. Recomendable si quieren algo ligero para empezar.
Fettuccini con calamari e pomodirini |
Para los platos de fondo empezamos con unos fettucini con calamari e pomodirini, plato sencillo pero que funciona sólo cuando se presta atención a ciertos detalles. Son fideos salteados en aceite de oliva con ajo, vino y mariscos y (sorpresa) un ligero toque de ají limo cuyo picante está como un sabor secundario que no afecta el resultado final. Punto a favor para el uso de la pasta artesanal cocida al dente (algo que no se ve muy seguido) así como de los mariscos frescos. Vale la pena anotar que por un costo adicional pueden elegir pasta importada Barilla. Yo le recomendaría al equipo de Embarcadero 41 que se dé una vuelta por
este local para que aprendan como saltear y presentar una pasta. Que gran diferencia. ¿No?
Filet Mignon con puré rústico e funghi |
Fettucini también tiene una sección de la carta con platos con carne y pescado. Me sirvieron un filet mignon con puré rústico e funghi. Cuando se trata de platos con carne si logran el punto de cocción adecuado, el resto es mero trámite. Quizá a la salsa le faltó reducir un punto pero nada que malogre el resultado final. El puré rústico de papa amarilla y los champiñones salteados en aceite de oliva cumplieron como acompañamiento. Probé también una corvina a las finas hierbas, un filete cocido con romero y tomillo acompañado de tomates cherry y espárragos en el mismo estilo del plato anterior pero recomendable para los que deseen comer algo más ligero.
Burrata con tomate y albahaca |
La invitación a Fettuccini me dejó buen sabor de boca. Algo que tengo que destacara es la familiaridad entre los clientes, quienes no dudaban en acercarse para saludar al chef y hacer comentarios sobre los platos. Es algo básico pero que muchos restaurantes olvidan cuando alcanzan el éxito: la clave siempre estará en la satisfacción absoluta del cliente y nada más. Los rótulos y premios de marras no significan nada si no pueden mantener la calidad que los hizo conocidos. En cuanto al servicio les hice notar unas pequeñas oportunidades de mejora pero nada que interfiera con la experiencia en sí. Darío y Fabiola, les deseo muchos éxitos. Con dos años de presencia se notan que se han puesto muchas ganas en este proyecto. Prometo volver.
2 comentarios:
Por lo que cuentas, muy rico y a un precio bastante razonable.
Muero por ir! que ricooo!
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