lunes, 26 de enero de 2015

Días de blogger XVII (El blogger vuelve a las andadas)

Ando, ando, nankeando.
Chicharrón de panceta glaseada
Hay restaurantes, dícese huariques, donde la carta sólo tiene una especialidad. Basta que uno se aleje de esa opción y el almuerzo terminará en desastre. No seré mezquino poniendo a Nanka en esa categoría pero sucede que cada vez que los visito sólo tengo ánimos de comer su arroz con pato acebichado. Sin embargo esta vez vine con la intencion de probar otras opciones de su carta.

Ravioles artesanales de seco de pato.
La panceta glaseada es uno de esos platos que funcionan a primera vista. Digo, quién puede resistirse a una combinación tan efectiva, que no por ser conocida deja de tener méritos. La carne de cerdo bien cocida, jugosa y con una superficie caramelizada que haría llorar a cualquiera. Se adapta demasiado bien al gusto peruano que siempre busca intensidad en los sabores pues el dulzor hace que el puré se acerque más a un postre que a un acompañamiento. He ahí el papel que juegan los encurtidos pues no sólo aportan frescura sino que ayudan a cortar el sabor. 

Luego me aventuré con los ravioles artesanales de seco de pato. Funciona la pasta, funciona el relleno, funciona la porción pero no termina de convencerme la mantequilla de culantro. Ya he tenido antes este problema en otro restaurantes y considero que es más una cuestión de gusto personal antes que un defecto del plato en sí. En todo caso si ustedes no se hacen problemas con la mantequilla sería su plato ideal.

En fin, fue una experiencia muy satisfactoria para un sábado que amanecí con ganas de probar algo nuevo. Les dejo un dato final, Nanka es uno de los poquísimos lugares en Lima donde pueden tomar infusiones naturales. Sentir el sabor fresco de las hierbas cae muy bien después de un almuerzo tan contundente.

Nanka queda en Los Bambues 198, La Molina.

En busca del chanchito más famoso
Año tras año llevo escuchando la misma noticia: el plato estrella de Mistura fue el chancho al palo y se vendieron miles de porciones.  Pregunta del millón: ¿Cómo es posible que hasta ahora yo no haya comido el plato de marras? Porque la última vez que fui a Mistura vi una cola tan larga como las que se forman delante de la RENIEC en tiempos de elecciones. Si a eso le sumo que sólo de pensar en manejar hasta Huaral me invade la flojera entenderán el por qué no ha aparecido en el blog. Felizmente gracias a los datos que me pasa mi hermano he considerado salir por lo menos una vez la mes hacia Pachacamác donde, por una feliz coincidencia, hay una sucursal de Tradiciones de Huaral. La oportunidad estaba a la vuelta de laa esquina. Mejor dicho, a la vuelta del peaje.

Porción completa de chancho al palo
El ambiente del local en Pachacamac es muy parecido a todos los restaurantes de la zona. Campo abierto, mobiliario sencillo y el plato estrella en plena cocción a la vista de todos los comensales, quienes al igual que el blogger cargoso, no dejaban de tomar fotos. Si bien en la carta hay otros platos típicos (arroz con pato, picante de cuy, etc.) no cabía otra posibilidad que ordenar la estrella de la casa.

Creánme que fui sin ninguna expectativa pues es un factor que a veces puede influir en la evaluación final. El aroma es espectacular, el punto de cocción adecuado, el sabor me convence. Pero la vuelta de tuerca es la porción de carapulcra, pues es el acompañamiento ideal. Comerlo con zarza criolla le quitaría protagonismo al cerdo entre el ácido del limón y el sabor intenso de la cebolla. En cambio la carapulcra es el catalizador perfecto al punto que tranquilamente hubiera pedido una porción extra. Es obvio que siendo la primera vez que lo como no tengo una referencia para compararlo pero vale la pena el viajecito (aunque no las colas de Mistura) para probar algo hecho al momento y a la manera tradicional. Tengan en cuenta que a pesar de ser un lugar abierto y campeste van a quedar oliendo a chancho al palo el resto del día. Créanme, no es broma. 

Tradiciones de Huaral está en Av. Manuel de Valle Mz. A. Lt. 5A - Huertos de Pachacamac.

Dulzura hecha en casa
Cheesecake de Bailey's
Después de comer chancho al palo tenía antojo de un postrecito tal cual es mi costumbre. Lamentablemente ese día la señora que hacía los picarones nunca se apareció (mejor dicho yo fui a almorzar muy temprano) y tuve que retirarme derrotado. Luego de discurrir varias alternativas manejé hacia Miraflores pero cuando estaba por el parque Kennedy un carro me cerró y terminé desviándome por la calle Henry Revett. Feliz coincidencia de la vida pues en esa calle se ubica Homemade y ¡oh sí! había estacionamiento disponible.

Pye de manzana
Para comenzar ordené un postre que hace mucho tenía en la mira. El cheesecake de Bayley's me hizo recordar mis mejores momentos en Chicago cuando visité The Cheesecake Factory. Una porción contudente, una presentación fastuosa y el toque preciso de Bayley's son suficientes para considerarlos ya un candidato a estar en la lista de los mejores postres del 2015. En igual categoría pondría a su pye de manzana con las manzanas en su punto, ni ácidas por la mala calidad ni ahogadas por el exceso de azúcar. La corteza se me antojo demasiado buena, suave y sin ese sabor a margarina por el cual dejé de comer este postre. Punto bajo, la creme brulee de Nutella es sólo recomendable para aquellos que gustan de postres muy empalagosos. Siempre pensé que con Nutella cualquier postre funcionaría pero en este caso basta una cucharadita para terminar satisfecho.

No está demás resaltar la presencia del helado industrial, factor que le resta algunos puntos, pero a diferencia de otros lugares estaba justificado por el precio. En todo caso lo recomendable sería pedir el postre para llevar y servirlo en casa con una bola de helado artesanal de su preferencia. Grave punto débil, la lentitud del servicio. Vamos chicos, entiendo que los platos de fondo se hacen al momento pero los postres ya están listos y, salvo la creme brulee, decorarlo no debió haber tomado más de 10 minutos. En fin, sigo pensando en Homemade como una buena alternativa para sentirse como en casa. Sobre todo si es domingo en la tarde y uno no quiere ir a otro sitio.

Homemade Coffee queda en Henry Revett 259, Miraflores.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Qué rico lo que cuentas acá, sobre todo el Homemade Coffee.