Confieso que no tenía la menor intención de visitar este restaurante "exclusivo". Confieso que no tenía ganas de ver la cara larga de una anfitriona diciéndome que todas las mesas estaban reservadas. Confieso que cuando escuché el precio de su buffet (S/. 59 por persona) me dije: "Seguro que hay algún truco". Pero a veces es bueno equivocarse rotundamente y esta vez lo hice en gran estilo. Bravo Restobar me recibió con un buffet de cuatro estaciones: entradas frías, entradas calientes, guisos y postres. Pareciera que no es muy variado pero guardaban una contundente carta bajo la manga.
De las entradas frías me quedo con la causa de pollo con palta y salsa de pimientos del piquillo. La masa de papa estaba bien sazonada y venía con una textura muy suave. La salsa de pimientos no picaba nada sólo daba sabor. También puedo mencionar el tiradito oriental, muy parecido al que probé en El Rocoto pero que lo supera rotundamente por el sabor y por la presentación en porciones individuales. No opino de las ensaladas porque nunca me he considerado muy amigo de los vegetales.
La estación de entradas calientes me recibió con una tortilla española tibia (atención con esa lámpara que no calienta nada, o la cambian o mejor no sirvan la tortilla). También probé sus yuquitas crocantes con huancaína, que no tenían nada extraordinario. Lo que si me dejó sin palabras fueron sus chicken thai rolls (rollitos rellenos de pollo salteado, lemongrass y shitake en salsa Masala). Me recordó vagamente al clásico enrollado primavera que venden en los chifas, pero con sabores más equilibrados y con una textura más crocante.
Luego fui por la estación de platos calientes. Se van a reír pero lo que más me gusto fue el arroz chaufa. Desconozco que secretos tendrán en este restaurant pero que bravos son para conseguir el gusto ahumado en sus platos. Tres datos más para que disfruten: el cordon bleu, los mini tacu-tacus y la bondiola en salsa de champiñones. Suficiente para que terminen satisfechos. Gran punto a favor de este buffet es que las bandejas no están muy llenas, lo que garantiza que la comida no es recalentada eternamente. Débil punto en contra, las mejores opciones se acaban rápido.
Para terminar visité la estación de postres donde por fin pude comer la tantas veces recomendada tres leches de Bailey's. Es un postre muy bueno porque el toque de licor le da un gusto menos infantil pero considero que debe ser mejor comerlo en su versión a la carta. No se olviden de probar el mini cheesecake de saúco y la crema volteada que también destacan. Los mini brownies, alfajorcitos y tartaletas estuvieron cumplidoras, nada que no pueda encontrar en cualquier pastelería.
La carta bajo la manga de este buffet es la opción de ordenar platos a la carta preparados al momento pero en versión reducida. Hubiera repetido hasta la hora de cierre el lomo saltado que me sirvieron. La carne cocida en el punto exacto, ese gusto ahumadito clásico que sólo consiguen los expertos. No quiero imaginarme como será este plato a la carta. También probé los fetuccini a la huancaína con ossobuco que a mi parecer llevan este plato a otro nivel por la combinación de sabores. No pierdan de vista el cebiche, de sazón moderada y con un sabor muy fresco del pescado resultó un plato muy cumplidor. Y les dejo como tarea: también hay postres a la carta en versión mini. Impresionante.
Me voy de Bravo Restobar con un buen sabor de boca. Considero que es una opción atractiva para disfrutar un buffet de calidad (no de cantidad) Personalmente lo he tomado como una introducción para evaluar a futuro los platos de su extensa carta. Probablemente sea un nuevo restaurante para mi top 5. Que bravo.
Bravo Restobar queda en Av. Conquistadores 1005, San Isidro.
De las entradas frías me quedo con la causa de pollo con palta y salsa de pimientos del piquillo. La masa de papa estaba bien sazonada y venía con una textura muy suave. La salsa de pimientos no picaba nada sólo daba sabor. También puedo mencionar el tiradito oriental, muy parecido al que probé en El Rocoto pero que lo supera rotundamente por el sabor y por la presentación en porciones individuales. No opino de las ensaladas porque nunca me he considerado muy amigo de los vegetales.
La estación de entradas calientes me recibió con una tortilla española tibia (atención con esa lámpara que no calienta nada, o la cambian o mejor no sirvan la tortilla). También probé sus yuquitas crocantes con huancaína, que no tenían nada extraordinario. Lo que si me dejó sin palabras fueron sus chicken thai rolls (rollitos rellenos de pollo salteado, lemongrass y shitake en salsa Masala). Me recordó vagamente al clásico enrollado primavera que venden en los chifas, pero con sabores más equilibrados y con una textura más crocante.
Luego fui por la estación de platos calientes. Se van a reír pero lo que más me gusto fue el arroz chaufa. Desconozco que secretos tendrán en este restaurant pero que bravos son para conseguir el gusto ahumado en sus platos. Tres datos más para que disfruten: el cordon bleu, los mini tacu-tacus y la bondiola en salsa de champiñones. Suficiente para que terminen satisfechos. Gran punto a favor de este buffet es que las bandejas no están muy llenas, lo que garantiza que la comida no es recalentada eternamente. Débil punto en contra, las mejores opciones se acaban rápido.
Para terminar visité la estación de postres donde por fin pude comer la tantas veces recomendada tres leches de Bailey's. Es un postre muy bueno porque el toque de licor le da un gusto menos infantil pero considero que debe ser mejor comerlo en su versión a la carta. No se olviden de probar el mini cheesecake de saúco y la crema volteada que también destacan. Los mini brownies, alfajorcitos y tartaletas estuvieron cumplidoras, nada que no pueda encontrar en cualquier pastelería.
La carta bajo la manga de este buffet es la opción de ordenar platos a la carta preparados al momento pero en versión reducida. Hubiera repetido hasta la hora de cierre el lomo saltado que me sirvieron. La carne cocida en el punto exacto, ese gusto ahumadito clásico que sólo consiguen los expertos. No quiero imaginarme como será este plato a la carta. También probé los fetuccini a la huancaína con ossobuco que a mi parecer llevan este plato a otro nivel por la combinación de sabores. No pierdan de vista el cebiche, de sazón moderada y con un sabor muy fresco del pescado resultó un plato muy cumplidor. Y les dejo como tarea: también hay postres a la carta en versión mini. Impresionante.
Me voy de Bravo Restobar con un buen sabor de boca. Considero que es una opción atractiva para disfrutar un buffet de calidad (no de cantidad) Personalmente lo he tomado como una introducción para evaluar a futuro los platos de su extensa carta. Probablemente sea un nuevo restaurante para mi top 5. Que bravo.
Bravo Restobar queda en Av. Conquistadores 1005, San Isidro.
9 comentarios:
siii el buffet de Bravo es bueno y de buen precio para lo que ofrecen ;) Has probado el de El Candelabro? Nosotros fuimos el otro día, pero quisimos pedir a la carta para poder probar el lechoncito con piel crocante de 21 días que estuvo bien rico. El buffet de este restaurante también parece prometedor y creo que sólo está a S./49 por persona.
Cuando leí el título pensé que se nos venía otro candidato para la lista negra. Me sonó como que todo era hecho de restos... despups de leerlo, veo que la parte del Bravo era la importante.
¿Hay que hacer reserva previa o no lo consideras necesario?
Estimados M & L
Habrá que esperar que pasen las elecciones y planeo una visita por ahí.
El buffet de Bravo es simple y cumplidor pero la opción de los platos a la carta es insuperable.
¡Saludos!
Estimada Gabriela
Todo lo contrario, Bravo Restobar tranquilamente puede formar parte de un top 5.
Te contaré que he vuelto otras veces y no lo he visto tan lleno. De todos modos siempre es mejor asegurarse con la reserva.
¡Saludos!
En uno de mis viajes a Lima fuí a Bravo y quedé encantada. Me gustò mucho el lugar, la atención (justo estaba Christian) y la comida excelente.
Fuimos en la noche por lo que fue a la carta y tengo los mejores recuerdos tanto de la barra, platos y postres.
Lo que sacaría es la tan usada pizarrita que ya me tiene un poco cansadita ;)
Saludos!!!
Estimada Katia
Quien habrá traído esa moda. Característica principal de todo restaurante "fashion" ya ha sido copiada impunemente en cualquier lugar.
Me quedé con ganas de probar más de Bravo. Es una alternativa muy interesante.
¡Saludos!
renzo, te confieso que yo soy amante de la torta de chcolate y e visto que tu no tantoo, bueno te cuneto que me he probado varias tortas de choco , y la que mas me ha gustado es la de la CASA GOURMET que esta en primavera con velasco astetee. su especialidad es el terremoto de guanabana! que deliciaaa todo es riquisimo, el precio es elevado peroo valee la pena demasiadoo! avisame que tal te parece, para mi no hay mejor torta de choco en todo limaa que esa :)
Estimada Anónima
¿Sabes que tengo un trauma con Casa Gourmet?
Siempre que voy está cerrado, hasta ahora no logro cuadrar horarios y eso que me lo han recomendado demasiadas veces.
Ya no se qué hacer ja ja ja
Saludos
PS: La torta de chocolate es mi favorita pero la consumo de vez en cuando para que se haga extrañar...
Publicar un comentario