Como sabrán mis estimados lectores, hace algunas semanas obtuve un éxito académico muy importante. Los que me siguen por el Facebook saben que hubieron varios almuerzos de celebración con amigos, familia y compañeros de trabajo. Cada uno de ellos fue una experiencia memorable porque nada se iguala a compartir el éxito con las personas que uno estima. Ya es momento de escribir acerca de estos almuerzos pero lo haré sin ningún orden en particular porque todos fueron igual de importantes. Esta reseña se las debo a mis compañeros de trabajo que me dejaron escoger un restaurante que hace mucho tiempo tenía ganas de visitar: Cala.
La primera entrada que pedimos fue la Sobredosis. Son cuatro cebiches para compartir: langostino jumbo con pulpo, ceviche tradicional de lenguado, mixto tres ajíes y chalaco de conchas negras y almejas (este fue reemplazado por otro sabor, acuérdense de la veda). ¿Qué puedo decir ante tal variedad de ceviches preparados y presentados tan magistralmente? Fue una clase maestra de como se debe comer este plato tan peruano. Difícil elegir una variedad pero, a riesgo de sonar mezquino, me quedo con el clásico cebiche de lenguado. Desde que probé el usuzukuri en el Matsuei es mi pescado favorito y dudo que lo cambie por un buen tiempo .
Luego vino el Tandem 360: langostinos jumbo al panko sobre confit de camotes a la vainilla, canela y espuma de cítricos. Ok, ahora sí es en serio. Declaro el confit de camote como el más rico que he probado en toda mi vida. Increíble que hayan conseguido una textura tan suave y un sabor tan delicioso, sin resultar empalagoso. Los langostinos, muy crocantes y cocidos en un punto perfecto, volaron de los platos, pero yo feliz seguí comiendo solo ese incomparable puré de camote. Como siempre digo, lo más simple es lo más difícil de lograr.
Cuando me tocó elegir un plato principal me vi frente a un dilema tremendo. Cada descripción se veía más sabrosa que la anterior. Al final me decidí por lo más simple, el lenguado meunier al estilo oriental, acompañado de dados de papa nativa, espárragos y arroz de la casa. Voy a sonar a disco rayado pero lo reitero, el sabor del lenguado no tiene punto de comparación. Cocida en un sazón muy suave es un plato ideal para las personas que desean probar algo ligero. Me quedo también con las papitas crocantes porque eran el acompañamiento perfecto.
Habiendo llegado tan lejos sólo podía terminar este almuerzo revisando la carta de postres. Menudo problema porque todos se veían demasiado buenos. Terminé escogiendo el que ya había visto reseñado como la especialidad de la casa, la crocante ponderación rellena en salsa de suspiro limeño, espuma de chirimoya alegre, helado de guanábana y aguaymantos al caramelo. La ponderación es un postre tradicional no muy conocido: una espiral de masa frita servida con manjarblanco de yemas. Aquí lo han reinventado y lo acompañan con chirimoya y helado de guanábana. Tengo que confesar que ya lo incluí en mi lista personal de postres favoritos. Lo mejor de todo es el sabor de chirimoya más dulce y fresca que puedan imaginar. Dudo que en el corto plazo encuentre algo mejor.
La verdad fue una experiencia como pocas y que me dejó con un buen sabor de boca. Sólo quiero dejarles algunas recomendaciones. Primero, es obligatorio hacer una reserva con la debida anticipación. Cala es un restaurante muy concurrido por turistas y ejecutivos de modo que conseguir una mesa puede resultar bastante complicado si uno llega de improviso. Por el mismo motivo les aconsejaría también llegar muy temprano. En plena hora punta no hay restaurante que tenga la capacidad de atender un lleno total y ustedes tendrán que hacer uso de sus reservas de paciencia porque los platos pueden demorar un buen tiempo en llegar a la mesa. Igual considero que son detalles superables y que no afectan todo lo bueno que pueden encontrar en Cala.
Cala queda en playa Barranquito, Costa Verde, Lima.
Teléfono 252-9187
Ticket promedio: S/85.00 por persona.
Volvería: Sí pero más temprano.
La primera entrada que pedimos fue la Sobredosis. Son cuatro cebiches para compartir: langostino jumbo con pulpo, ceviche tradicional de lenguado, mixto tres ajíes y chalaco de conchas negras y almejas (este fue reemplazado por otro sabor, acuérdense de la veda). ¿Qué puedo decir ante tal variedad de ceviches preparados y presentados tan magistralmente? Fue una clase maestra de como se debe comer este plato tan peruano. Difícil elegir una variedad pero, a riesgo de sonar mezquino, me quedo con el clásico cebiche de lenguado. Desde que probé el usuzukuri en el Matsuei es mi pescado favorito y dudo que lo cambie por un buen tiempo .
Luego vino el Tandem 360: langostinos jumbo al panko sobre confit de camotes a la vainilla, canela y espuma de cítricos. Ok, ahora sí es en serio. Declaro el confit de camote como el más rico que he probado en toda mi vida. Increíble que hayan conseguido una textura tan suave y un sabor tan delicioso, sin resultar empalagoso. Los langostinos, muy crocantes y cocidos en un punto perfecto, volaron de los platos, pero yo feliz seguí comiendo solo ese incomparable puré de camote. Como siempre digo, lo más simple es lo más difícil de lograr.
Cuando me tocó elegir un plato principal me vi frente a un dilema tremendo. Cada descripción se veía más sabrosa que la anterior. Al final me decidí por lo más simple, el lenguado meunier al estilo oriental, acompañado de dados de papa nativa, espárragos y arroz de la casa. Voy a sonar a disco rayado pero lo reitero, el sabor del lenguado no tiene punto de comparación. Cocida en un sazón muy suave es un plato ideal para las personas que desean probar algo ligero. Me quedo también con las papitas crocantes porque eran el acompañamiento perfecto.
Habiendo llegado tan lejos sólo podía terminar este almuerzo revisando la carta de postres. Menudo problema porque todos se veían demasiado buenos. Terminé escogiendo el que ya había visto reseñado como la especialidad de la casa, la crocante ponderación rellena en salsa de suspiro limeño, espuma de chirimoya alegre, helado de guanábana y aguaymantos al caramelo. La ponderación es un postre tradicional no muy conocido: una espiral de masa frita servida con manjarblanco de yemas. Aquí lo han reinventado y lo acompañan con chirimoya y helado de guanábana. Tengo que confesar que ya lo incluí en mi lista personal de postres favoritos. Lo mejor de todo es el sabor de chirimoya más dulce y fresca que puedan imaginar. Dudo que en el corto plazo encuentre algo mejor.
La verdad fue una experiencia como pocas y que me dejó con un buen sabor de boca. Sólo quiero dejarles algunas recomendaciones. Primero, es obligatorio hacer una reserva con la debida anticipación. Cala es un restaurante muy concurrido por turistas y ejecutivos de modo que conseguir una mesa puede resultar bastante complicado si uno llega de improviso. Por el mismo motivo les aconsejaría también llegar muy temprano. En plena hora punta no hay restaurante que tenga la capacidad de atender un lleno total y ustedes tendrán que hacer uso de sus reservas de paciencia porque los platos pueden demorar un buen tiempo en llegar a la mesa. Igual considero que son detalles superables y que no afectan todo lo bueno que pueden encontrar en Cala.
Cala queda en playa Barranquito, Costa Verde, Lima.
Teléfono 252-9187
Ticket promedio: S/85.00 por persona.
Volvería: Sí pero más temprano.
7 comentarios:
Nunca, jamás en mi vida hasta el día de hoy había oído hablar de ese postre llamado ponderación. Después de leer la forma en que lo describes, creo que es un nombre que le cae perfecto.
Estimada Gabriela
Tu aporte literario siempre será más valioso que el mío.
No es un postre muy conocido y sólo conozco dos lugares para comerlo: Cala y la Bonbonniere. Ambos son igual de buenos.
Saludos
Renzo
No he tenido oportunidad de ir al CALA pero con las fotografias y con la descripcion que haces, pues mi visita sera muy proxima al lugar.
Todo se ve muy bueno!!
Besos
Ll
Estimada Ll.
Tienes que darte una vuelta cuando puedas. Es un restaurante que vale la pena visitar.
Saludos
Y qué tal es la atención? Yo he ido algunas veces hace un par de años(en la noche, cuando es más bar que restaurant) y la atención me pareció muy mala. Además la carta de tragos era muy limitada.
Esa vez se me quitaron todas las ganas que había tenido hasta entonces de ir a comer, y bueno, nunca regresé.
cys
Estimada Cys
Tal como dije, es difícil dar una atención satisfactoria cuando tienes un local lleno. Me imagino que en las noches la situación no será diferente.
Dale una segunda oportunidad porque de hecho tiene buenos platos. Pero es obligatorio ir temprano.
¡Saludos!
Muchas gracias ! podrias por favoriete podrias dar una idea de los precios
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