domingo, 10 de abril de 2011

La mejor elección (No es política, obvio)

Hace algunos meses me notificaron que era miembro de mesa. No negaré que en un principio mi expresión fue de fastidio ("Oissshh todo el día sentado y tener que almorzar atún en lata") No negaré que tenía el gran "consuelo" de ser tercer suplente y que había cinco personas en lista antes que yo. No negaré que hubiera preferido pagar la multa antes que cumplir con mi deber. Pues les contaré que hoy participé del proceso electoral y me di cuenta cuán equivocado estaba respecto de esta labor.

Llegué temprano y encontré que sólo faltaba el presidente de mesa titular. La mesa recien se estaba armando porque la ONPE había demorado en entregar el material. Entre los cinco miembros nos repartimos las labores de armar la cámara secreta, el conteo y doblado de las células, el pegado del padrón electoral en un lugar visible. Y mientras hacía esto me di cuenta que éramos un equipo y que nadie pensaba en irse. Allí entendí realmente lo que significa participar de un deber cívico, colaborando al máximo para que el proceso electoral se lleve a cabo con éxito. Cuando se abrió la mesa sentí que habíamos cumplido un objetivo.

Pero todo no quedó allí. Comenzaron a entrar los votantes, y aunque mi participación ya había finalizado, decidí quedarme en los exteriores y ver qué más podía hacer. Ocasiones no faltaron. Ayudar a las personas a ubicar su mesa de votación (¿Quién habrá sido el inteligente al que se le ocurrió fusionar mesas?), dejar pasar a los votantes de mayor edad (¡Señora, pase por acá que tiene voto preferencial!), e incluso cuidar la cola a una joven madre de dos inquietos niños (¡No se preocupe, usted cuide a sus hijos!) Me habré quedado hasta el mediodía cuando la afluencia de gente bajó.

Ahora entiendo a una amiga quien siempre me dice: Cuándo acabe el día, siempre ponte un reto, pregúntate ¿He hecho hoy un bien?. Creo que no hay nada que se iguale al sentimiento de ayudar a alguien desinteresadamente y de todo corazón. Oportunidades siempre habrá (¡Nunca las dejen pasar!) porque quizá sean experiencias que los ayudarán a crecer como personas. Acudir a mi deber como miembro de mesa fue la mejor elección que hoy pude hacer.

7 comentarios:

Gabriela dijo...

Te felicito Renzo. Yo he sido miembro de mesa dos veces. No me hizo feliz ver mi nombre, pero es algo que no se puede eludir. Es de lo más irresponsable. Y termina siendo hasta divertido y aleccionador.
Justamente hace poco escribí sobre el tema, así que acá un poco de autobombo (si me lo permites).
Coincido contigo en mi crítica a la fusión de tres mesas en una. La cola de hoy me tomó más de una hora y media.

Renzo dijo...

Estimada Gabriela

Sólo cumplí con mi obligación cívica pero descubrí que había mucho más por hacer.

En realidad tu post inspiró al mío así que tranquilamente publica el link

Saludos

Rocío Cm dijo...

Orgullosa de tí, de mi esposo (que también le tocó suplente, aunque no tuvo que quedarse al final) y de todos los peruanos que cumplieron con su deber cívico.

No salgo de mi asombro en cada nuevas elecciones conque el voto sea obligatorio. Conque se queden mesas VACÍAS!! porque ni los presidentes, ni vocales ni suplentes, se presentaron. Conque pedían a gritos voluntarios porque había decenas de personas sin poder votar, porque tristemente al ciudadano se la rempanpinfla.

En España el voto es voluntario. Y se quedan muy pocas personas sin votar. Desde pequeños nuestros padres nos inculcan ese deber cívico, los acompañamos a votar y sentimos/sabemos que es algo muy importante y serio. Yo estaba deseando cumplir los 18 para poder hacerlo. Y recuerdo ese día como algo muy importante. Con el tiempo también me tocó ser miembro de mesa y acudí felíz; como tú, me sentí parte del proceso, de un equipo, otra pieza importante de una inmensa máquina.

Y aunque ahora viva en otro país, voy a seguir cumpliendo con mi deber. Logicamente votaré desde aquí, pero mi voz también se oirá.

Ojalá llegue el día en que todos los peruanos se den cuenta de la gran importancia que tiene éste acto. No puedes pedirle tanto a un futuro presidente cuando tú ni siquiera quieres ir a votar.

Gabriela dijo...

Coincido con Rocío Cm: es necesario que todos nos demos cuenta de que poder elegir es un privilegio y no una pesada carga.

Renzo dijo...

Estimada Rocío CM

Muy acertado tu comentario. El deber cívico es parte de nuestro nacionalismo. No es un fastidio o algo por lo que debamos esperar retribución.

Ojalá todos podamos entenderlo algún día...

Saludos

Anónimo dijo...

Hola Renzo

Te felicito por haber tenido un pensamiento diferente con ser miembro de mesa, y te cuento que yo lo he sido y fui 3er miembro, y me dije a mi misma " Es mi debe de servir a mi paìs" y afanosa por hacer bien las cosas hasta fui a la capacitaciòn para poder saber que hacer en el dia de las elecciones, y fue una experiencia grata por que ves los animos de cada votante, entre ellos me gusto ver a una anciana del cual me comento que aunque no tenia la obligacion de votar queria cumplir su deber con su Pais, y otro mas fue cuando un padre fue con sus dos hijos de 8 y 10 años enseñandoles con ejemplo lo bueno que es votar y cumplir con su deber civico y asi muchas cosas mas.
Nuestro Pais cambiara siempre cuando nosotros cambiemos primero, un presidente o un alcade no hara la diferencia, somos NOSOTROS que debemos tener otra vision para con nuestra patria y respetarnos como ciudadanos.
Te felicito que hayas sentido el deber de ayudar a los demas sin sentirte obligado, que bueno que los sentimientos negativos que a veces sentimos por hacer cosas que no nos gustan se hayan desvanecido en estas elecciones, siempre debemos aprovechar el momento, la circunstancia, donde estemos de ayudar y servir.
Alegra el corazon y el alma.

Besos

Ll

Renzo dijo...

Estimada Ll

Muchas gracias por tu comentario.

Uno de los aspectos que a veces dejamos de lado los seres humanos, quizá por culpa del trajín diario, es la posibilidad de ayudar a los demás.

Siempre, siempre que tengamos la oportunidad de hacerlo debemos aprovecharla...

Saludos.