domingo, 2 de octubre de 2016

Alzo (Restaurante, bodega, café y algo más)

Desde que apareció el local de las paletas heladas, suelo frecuentar la avenida Villarán. No es mi zona favorita, el tráfico y el desorden generado por pastelerías de bajo costo, sangucherías de costo aún más bajo y franquicias “express” la hacen casi intransitable. Aunque la esperanza es lo último que se pierde y por esto estoy acá en Alzo, restaurante con opciones adecuadas para los tres momentos del día: desayuno, almuerzo y cena. ¡Que tal reto!

Tortilla de papas nativas
Como me dijeron que estaba en marcha blanca aproveché para dar un vistazo a este nuevo local. Cosa rara en mí, porque la percepción mucha veces se deja influencia por los bajos precios de introducción. A demás que el restaurante está realizando ajustes en el tiempo de servicio y las opciones de carta. Tal como lo esperaba, la tortilla de papas nativas (S/.18.00) queda en buenas intenciones. No me afecta la reducida cantidad de chorizo español (hace mucho que aprendí a prescindir de la proteína) sino por la ejecución. Esta tortilla debería llegar a la mesa en término medio y así equilibrar la textura arenosa de la papa nativa. En todo caso, les sugiero pedir aceite de oliva extra para que sea más fácil de consumir. Sigo con unos ravioles de cola de buey (S/.34.00) que no terminan de convencerme por la sequedad del relleno, aparte que la salsa de cocción falla en consistencia y no ayuda mucho. Prioridad, darle también una vuelta de tuerca a la presentación. En cuanto a la ensalada César (S/.22.00), un clásico de cualquier carta de ensaladas. Es difícil que fallen aunque si procesan mejor las hojas de lechuga será más fácil integrarla con el aliño. A propósito, intuyo que el tubo de ensayo donde lo sirven es un detalle lúdico pero créanme que no ayuda mucho para servirlo.

Ensalada César. Ravioles de cola de buey.
Una visita no es suficiente para escribir una reseña completa, así que regresé luego de un par de semanas para seguir investigando la carta. Comienzo ordenando una creación de la casa, la pechuga de pollo horneada (S/.31.00), suave y jugosa, cocida al punto perfecto. De acompañamiento un atamalado de tres quinuas, ligero y saludable, en una onda de comfort-food que no esperaba. Sigo con una pizza campesina (S/.28.00) con prosciutto y cebolla blanca y champiñones. La masa es delgada y crujiente, felizmente no se ha convertido en una galleta de agua, error común en las pizzerías  limeñas. A propósito ¿quién es fan de la arúgula en este local?

Pechuga de pollo horneada. Pizza campesina
Desayuno criollo. Waffles de la casa
Teniendo en cuenta que la carta incluye opciones para todo el día, regreso por sus desayunos. El desayuno criollo (S/.21.00) es un combo de jugo-café-plato de fondo que trae lo justo y necesario para empezar el día. El chicharrón está sabroso, crujiente y jugoso por fuera, aunque la cantidad de sarsa es insuficiente para armar un mini-sanguchito. Vamos, sean más generosos que no debe influir mucho en el costo final. El tamal se me queda en la punta del diente. No critico el sabor más sí el tamaño microscópico que hará enarcar las cejas al consumidor promedio que espera ver un plato lleno. En cuanto al café americano, basta un sorbo para darme cuenta que no es su especialidad. No importa, deshago la trufa de chocolate que viene al lado y pido un vaso de agua fría, suficiente para arreglarlo. Ordeno también unos waffles de la casa (S/.11.00), cuya presentación modesta no le hace justicia. Aparte no me molestaría ver una mayor cantidad de coulis de frutos del blosque aunque el manjar de lúcuma funciona a la perfección como topping. 

La propuesta de Alzo me deja satisfecho y con ganas de regresar. Su propuesta de comfort-food es efectiva y si bien transita por rutas conocidas lo hace con insumos de buena calidad. El servicio a la mesa es correcto y preciso, incluso me informaron cuánto se iba a demorar mi pedido. Punto aparte para la buena actitud del personal ante un par de requerimientos adicionales que hice. Sí, soy un blogger cargoso al que le gusta poner a prueba al personal.  Antes que me olvide, en el segundo piso tienen un ambiente amplio y una barra, ideal para esas noches en las que uno desea desconectarse de las preocupaciones laborales. Hasta en eso han pensado.

Alzo queda en Av. Villarán 759, Surquillo.
Horario: 08.00 a 23.00.
Teléfono 383-8569
Ticket promedio: Desayunos S/.25.00. Almuerzos S/.45.00
Volvería: Sí. Es una propuesta adecuada para cualquier momento del día.
Estacionamiento: Reducido. Hay valet parking.


Bonus track: Titi Reloaded
Y ya estamos en la séptima versión de nuestras cenas grupales. ¿Tan rápido?

Banquete imperial en el chifa Titi
Nuevamente me reuno con los seguidores del blog para compartir una cena en uno de mis restaurantes favoritos: el chifa Titi. ¿Cómo? ¿Ya no hubo una cena en este local? Sí, pero deseábamos repetirla con nuevos invitados. 

Comenzamos con una porción cuádruple de siu-mai. Es impresionante ver tremenda cantidad de dim-sum pero más las expresiones de los asistentes cuando los prueban. Seguimos con una sopa wantán en versión familiar que deja a todos con la boca abierta. Sin embargo, me comenta que existe una versión aún más grande. ¿Se imaginan?

Los platos de fondo siguen uno trás otro. Carne a la plancha, pollo Titi, chaufa Titi en tazón familiar. Hasta que aparece el plato más esperado: la gallina a la sal. Sola o con un toque de infernal salsa de ají nadie se resiste a coger una presa y desaparecerla en el acto. Sin embargo es el  Kru-Yoc cinco sabores el que se lleva finalmente las palmas de todos los asistentes. El tiro de gracia llega en forma de una fuente de sahofan saltado con cerdo. Aunque la mayoría estamos más que satisfechos, tenemos un asistente que nunca deja un plato intacto. Por algo son los #viciolovers.

La cena nuevamente ha sido un éxito y los asistentes están más que satisfechos. El desfile de platos fue interminable pero estuvimos cómodos y alcanzó de sobra para compartir. Cuando pienso en las críticas porque "en el Titi sirven poco” sólo me queda reír para mis adentros. No saben lo que se pierden.

Titi queda en Javier Prado Este 1212, San Isidro.
Ticket promedio: S/.100.00 por persona
Teléfono: 224-8189

1 comentario:

Gabriela dijo...

Me gusta cómo expones lo bueno y lo malo de cada lugar que visitas y no te quedas en la simple crítica.