sábado, 23 de diciembre de 2017

Osaka (Season Finale)

Llegamos al final de la temporada y estábamos obligados a  cerrarla con una experiencia de lujo. Con ustedes: ¡Osaka!

La mesa está servida.
Sigue nuestro periplo por los restaurantes de la lista Summum y esta vez toca hablar de una marca que ya tiene una fuerte presencia en Latinoamérica. Con tamañas credenciales las expectativas son altas y para eliminar el suspenso innecesario confieso que fue una de las mejores experiencias gastronómicas del año.

Llego al nuevo Osaka con algo de recelo. Ya me ha pasado antes que en este tipo de locales, ubicados en las zonas más exclusivas de Lima, la recepción siempre es algo árida si uno no es cliente habitual o cumple con el perfil de su público objetivo. Me gustaría extenderme sobre el tema pero entraríamos en subjetividades que nada tienen que ver con lo gastronómico. ¿O sí? 

Apenas entro me doy cuenta de la tremenda inversión que han realizado en el local. Detalles como la decoración elegante y sofisticada, la separación de ambientes específicos (barra, salón, terraza) y el espacio amplio invitan a sentirse (o a sentarse) muy cómodos. Si fuera un experto en arquitectura tendría mucho de que hablar pero como mi fortaleza está en mi apetito vamos de frente a lo que nos interesa.

Nigiris: Buta y Tuna Foie.
Lettuce wraps. Mariscos al fuego.
Empieza mi jornada como suelo hacer invariablemente en los restaurantes nikkei con los nigiris. Primero con unos Hotate Truffle (S/.48.00) donde las conchas de abanico se sopletean con mantequilla de trufa blanca y limón. El buta (S/.44.00) es un homenaje al cerdo. La papada de cerdo tiene una textura de mantequilla que se deshace en boca y se complementa con el toque dulcete del shoyu. El de Tuna Foie (S/.56.00) exige estar familiarizado con los sabores intensos del foie, aunque para mi gusto la combinación funciona. Para contradecirme ordeno una tabla de rolls Spicy crunchy -langostinos batayaki, pulpa de cangrejo (S/.46.00)- suficientes para sacarme el clavo pero no logran superar la prolijidad que vi en las demás opciones de entrada.

Siguen unos mariscos al fuego (S/.39.00), plato efectista porque literalmente llega encendido a la mesa. En realidad es un batayaki pero dividido en seis porciones individuales que desatarán una inevitable rencilla para ver quien se come la última porción. La ejecución es precisa y si desean potenciar el sabor puede agregar unas gotitas de limón. Los lettuce wraps (S/.57.00) de pato confitado y verduras chinas son una entrada que no pueden dejar de ordenar. Si alguna vez ha comido un taco chino entenderán la lógica de presentar los ingredientes por separado. Consejo, prescindan de los fideos crocantes de arroz, aportan textura pero no hay manera de comerlos sin dejar la mesa hecha un desastre. Si Frieda Holler estuviera en la mesa...

Pato mochero. Chanchito nikkei.
Lomo balsámico. Salmón tensuyo.
El Pato Mochero (S/.64.00) es un plato con personalidad propia, no piensen que es una nueva versión de arroz con pato, tal cual están haciendo todos los restaurantes de marca. La pierna de pato llega con el pellejo crocante y jugosa por dentro. El acompañamiento de arroz al wok con cecina y shiitake no desentona, aunque yo lo hubiera podido comer solo como plato de fondo. El chanchito Nikkei (S/.49.00) replica todo lo que encontré en el nigiri de buta. La panceta está jugosa y se complementa con la salsa teriyaki. El acompañamiento de tacu-tacu no aturde, la porción es lo justo para no quitarle protagonismo al cerdo. El lomo balsámico (S/.59.00) es un plato sin sorpresas, el corte viene al punto medio con una salsa salsa balsámica teriyaki con puré al miso y hongos salteados. No hay ciencia, cumple la descripción de la carta pero no impresiona. Finaliza la jornada con un aburrido salmón Tensuyu (S/.58.00), un plato al que no le veo la gracia. Tampoco es que el salmón sea de mis pescados favoritos pero el emplatado no ayudó a que cambie de opinión.

Dessert platter.
Termina la cena con un impresionante Dessert Platter (S/.64.00), un recurso que felizmente se está haciendo común en varios restaurantes. La idea de esta bandeja degustación es compartir entre los comensales y a la vez hacerse una idea de lo que trae la carta de postres. Así pueden identificar su favorito y ordenarlo en versión completa en su siguiente visita.

Les recomiendo empezar con los sorbetes artesanales para limpiar el paladar y poder disfrutar los demás postres en toda su extensión. Por un tema de gusto me quedo con el chocolate crocante. Si bien soy fan del chocolate oscuro me sorprendió la combinación con helado de té verde. El yuzu cheesecake es un postre más ligero y refrescante donde la crema helada de cítricos y la granita de camu-cacu invitan más a disfrutarlo en una terraza  No dejen de ordenar un café americano, buen maridaje para esta correcta selección de postres.

La experiencia en Osaka fue más que satisfactoria. Me retiro con excelente sabor de boca por haber encontrado una propuesta bien trabajada y novedosa. La atención se merece un párrafo aparte porque el mozo estaba capacitado para hacer recomendaciones y siempre estuvo pendiente de las necesidades de la mesa. Además supo manejar bien el tiempo de espera de los diversos platos (palmas para el equipo de cocina) y demostró una cortesía nada impostada. Definitivamente fue una de las experiencias más memorables de la temporada y uno de sus platos ya tiene un lugar asegurado en mi lista anual de favoritos.

Osaka queda en Pardo y Aliaga 660, San Isidro.

Horario: Lunes a sábado de 12.30 a 16.00 y de 19.00 a 24.00. Domingos de 12.30 a 17.00
Ticket promedio: S/.150.00 por persona.
Teléfono: 222-0405

Estacionamiento: En el sótano del edificio.
Volvería: Sí, aunque amerita reservar un presupuesto aparte vale la pena seguir investigando el resto de la carta.

2 comentarios:

Gabriela dijo...

Pregunta tal vez incómoda: ¿por qué siempre haces reseñas de sitios tan caros? No sé si tus lectores tienen la capacidad económica necesaria, pero al menos a mí me parece que los precios son muy altos.

Renzo dijo...

Hola Gabriela
Sí, los precios de Osaka son prohibitivos pero considero que parte de la responsabilidad del blog es comprobar si vale la pena visitar estos restaurantes. Así que en realidad me sacrifico por ustedes. =)

Saludos muy cordiales