miércoles, 15 de octubre de 2008

Chiclayo II (Almuerzo de marras)

Durante el tour por Chiclayo el guía constantemente estuvo haciendo propaganda a un restaurante cuyo nombre nadie me había mencionado. Siempre desconfío de estas personas porque su costumbre es recomendar aquel lugar que les dé la mejor comisión. Al final ganan todos menos el cliente. Por eso me deje llevar por las recomendaciones de un amigo que vive en Chiclayo y que me había dado buenas referencias de El Cántaro. Así que con bastante esfuerzo logré convencer al resto del grupo para comer en ese lugar. Quién diría que después tuve que hacer uso de todo mi poder de convencimiento para que no me linchen por aguafiestas. 

¿Arroz con pato?
El Cántaro es el típico restaurante de ambiente rústico, ideal para turistas. Los mozos son corteses, brindan una buena atención y hacen sugerencias sobre los ¿mejores? platos. Sin pensarlo dos veces ordené un arroz con pato. A veces no me explico como el plato que es el referente de la gastronomía de una ciudad puede ser preparado de una manera tan descuidada. Un arroz verde de sabor pobre y servido con una presa de pato que daba pena. Una completa decepción y ni con ají pude arreglarlo. La presa estaba tan dura que debí pedir cuchillo de sierra siquiera para cortar una porción. No entiendo como le pueden llamar especialidad de la casa a ese bodrio. 

¿Seco de cabrito con frijoles?
Pedí también un cabrito combinado que venía acompañado de una porción de frijoles. Tal vez no debería escribir la reseña y dejar que la foto hable por sí sola. Total, esa bola de arroz con frijoles y unos trozos de carne los podría encontrar en cualquier concesionario de marras. Los frijoles completamente desabridos como si nada más los hubieran cocido en agua y de ahí servidos al plato. Asumo que la intención es comerlo mezclándolo con el jugo del seco pero sí se fijan en la foto ¿Dónde está el aderezo? Un simple rehogado de cebolla y ajo no cuesta nada y mejoraría mucho el sabor del plato. Prescindible.

Los platos estuvieron en la mesa sólo para cumplir. Quizá el chef principal estaba de mal o humor o de vacaciones pues la calidad de la comida fue bastante pobre. Después de esta visita sólo les recomiendo seguir confiadamente a su guía turístico. Sobre todo para no aguantarlo el resto de la tarde repitiendo una y otra vez como un loro: “Yo les dije que vayan al otro restaurante” 

El Cántaro queda en Av. Dos de Mayo 180, Lambayeque. 
Volvería: ¿Para qué?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Que platos tan miseros, no valian la pena por lo que escribes.

A veces pedir recomendaciones a otras personas es como un boomerang , ya que sus estandares de calidad pueden ser bajos como en este caso, que tu amigo te recomendo un sitio micio.

La proxima vez primero hay que ver que perfil tiene la persona, si es alguien simplon o alguien que tiene gustos exigentes.

Saludos.

J.

Anónimo dijo...

Renzo

Yo también conozco el lugar pues me lo recomendó una amiga de Chiclayo y opino lo mismo que tu, no ha sido de mi gusto y agrado.
Pero si hay un buen Restaurante que es el Rincón del Pato que queda en Lambayeque y ese si me pareció superior, el servicio, el lugar y la comida de primera, espero que con el tiempo no haya perdido su prestigio pues quiero volver a esa ciudad :) y de frente ir a comer un buen Arroz con Pato ja ja ja.

LL

Renzo dijo...

J.
No quería utilizar esa palabra pero los platos dieron pena. Creo que pudo más mi terquedad por las ganas de sacarme el clavo. Al final no valió la pena

LL
El año pasado visité el Rincón del Pato y el arroz con pato estuvo muy bueno. No sólo en el sabor sino también en la presentación supera al remedo que me sirvieron en "El Cántaro"

Anónimo dijo...

Comento: por lo que cuentas, la preparación del frejol se hizo a la típica norteña: efectivamente, el frejol pasa directamente del hervido al plato porque la salsa que acompaña al cabrito es lo que le da "sabor". Quien, cómo y cuando se invento esta forma de prepararlo, solo Dios sabe. Pero es tradicional.

Me hubieras preguntado y también te habria dicho: "El Rincón del Pato". El arroz es muy bueno...pero me pareció mejor el picante de mariscos...imaginate...

G.

Edu dijo...

Estimado Renzo
Creo que te faltó visitar los mejores lugares para comer y no es lambayeque donde debiste ir sino quedarte en la ciudad de Chiclayo e ir a "la ñusta" o "las flores" donde el arroz con pato es lo mejor, hubieses ido también a Monsefú al restaurant "Ramirez" donde preparan el mejor arroz con pato del norte...suerte

Anónimo dijo...

Estimado, la culpa es tuya. El arroz con pato no es originario de Chiclayo como tú dices, sino de Trujillo. Lo mismo pasa con el Cabrito. Su nombre no es "Seco", como habitualmente se le llama en Lima, su nombre es Cabrito a la Trujillana, o en último caso "Cabrito a la Norteña", pero jamás "Seco". La preparación es diferente, de allí que no tengan el mismo nombre. Cuando vayas a Trujillo puedes probar ambos platos en el ex-hotel de Turistas (plaza de Armas) o en el retaurante "Doña Peta". Hay otros sitios pero por ahora recuerdo esos. Si te recomiendan el "Mochica", puede ser, yo no lo garantizo, depende del plato. A mí la sangrecita que me dieron me pareció bofe; en cambio el pescado frito estuvo cumplidor.