Hace un par de años, motivado por un artículo que leí en un diario local, viajé al Cuzco para hacer una ruta gastronómica. Lo interesante del tema es que recorría varios pueblos ubicados en las afueras de la ciudad. Lamentablemente en esos tiempos no tenía mi todopoderosa Cybershot y la cámara que llevé funcionó tan mal que todas las fotos salieron inservibles. La valiosa información se perdió pero mi estómago guardó muy bien los recuerdos. Decidí cobrarme la revancha y volví al Cuzco con la única intención de repetir este recorrido. Como en toda aventura sucedieron algunos imprevistos y tuve que usar mi imaginación para cumplir con mi objetivo: Comer en cada uno de los lugares señalados.
Esta ruta consta de seis paradas en las cuales pueden disfrutar de una excelente comida o visitar un atractivo turístico. El viaje comienza en Cuzco en el paradero de la avenida del Ejército donde pueden tomar las combis en dirección a Tipón. El traslado de pueblo a pueblo está asegurado por buses que pasan cada cinco minutos y el pasaje no les costará más de un sol. El cobrador siempre les orientará en caso tengan dudas pero los pueblos quedan uno tras otro y es muy difícil perderse. Recomiendo hacer esta ruta día sábado o domingo pues algunos de los restaurantes sólo atienden fin de semana.Los paisajes son muy bonitos y parte de la ruta puede recorrerse caminando en caso quieran bajar la comida. Los pueblos son muy humildes, la infraestructura es antigua y deteriorada pero su gente es muy amable y da lo mejor de sí para atender bien a los visitantes. Esta ruta es una buena alternativa a los estereotipados restaurantes gourmet del Cuzco o a las sobrepobladas y harto conocidas ruinas de catálogo. Viajar por cuenta propia y descubrir nuevos destinos y sabores no tiene precio. ¡Que comience el viaje!






















