Me gustan los sitios que me hacen recordar. Me gustan los sitios que me devuelven a mi niñez. Me gustan volver a esos sitios y darme cuenta que nada ha cambiado. Don Rosalino es uno de esos restaurantes a los que me llevaban cuando era niño y por motivos inexplicables nunca más volví. Pero el destino a veces nos regala agradables coincidencias y resultó que Ll., acérrima lectora y comentarista de este blog, tuvo la cortesía de invitarme un almuerzo en este mismo restaurante. A Ll. le debo, entre otros favores, una excelente lista de restaurantes de Arequipa y que tuve la oportunidad de visitar con resultados muy satisfactorios. (Muy pronto en este mismo blog por su mismo autor: La ruta de Arequipa, el regreso) Ahora le dedico este post a manera de agradecimiento por un estupendo almuerzo.
El almuerzo comenzó con unos portobellos gratinados acompañados de jamón serrano y una mixtura de lechugas. Aunque no lo crean nunca había comido antes los portobellos así aproveché la oportunidad de pedirlos como entrada. No sólo estuvieron muy buenos sino que el jamón serrano le daba un toque especial y el mix de lechugas aportaba frescura al plato. Vale la pena anotar que la aceituna es parte esencial del relleno en caso este no sea su ingrediente favorito.
El segundo plato fueron unos canelones rellenos de carne de lomo y pollo, gratinados con crema de espinaca y champiñones. Y este plato cumplió con lo que yo siempre afirmo, lo más simple es lo más difícil de lograr. Unos simples canelones rellenos pero que tenían el sabor suficiente como para anotarlos y justificar una futura visita a este restaurante. Primera vez que no extrañé la salsa bolognesa en un plato italiano, lo que para un carnívoro nato como yo, es todo un logro.
Luego vino un Lomo a la funghi porcini, medallón de lomo a la plancha con salsa funghi porcini, acompañado de linguini y legumbres. El ingrediente principal, el lomo, estaba cocido en punto tres cuartos, rosado pero no crudo, tal cual lo solicité y la carne jugosa combinaba perfecto con los linguini a la crema. No sentí que las legumbres estuvieran bien cocidas, quizá muy al dente para mi gusto, pero como sólo eran un acompañamiento no le dí mucha importancia a ese detalle. Recomendable para los carnívoros.
Para terminar el recorrido nostálgico pedí de postre un trufón. Es un bizcocho de chocolate relleno de mousse de chocolate y bañado con fudge y salsa inglesa. El bizcocho no tenía mucha presencia en el postre pero el mousse de chocolate tenía un ligero toque de licor que lo hacía interesante. Sólo criticaré, sin desmedro del buen sabor de este postre, que se pasaron de ahorrativos con la salsa inglesa. Parece que la sirvieron con gotero.
En resumen fue una grata experiencia regresar a Don Rosalino. La atención es muy buena y el ambiente es agradable. Los precios son módicos y la relación precio/calidad está completamente justificada. Bien vale la pena luchar contra el tráfico para probar la cocina de este restaurante. A Ll. le debo las gracias, no sólo por el almuerzo, sino por haberme hecho regresar a épocas más agradables.
Don Rosalino queda en Av. Aviación 2667, San Borja.
Ticket promedio: S/.40.00 por persona.
Teléfono: 476-7732
Volvería: Sí, es de esos lugares que hacen lo justo y necesario.
El almuerzo comenzó con unos portobellos gratinados acompañados de jamón serrano y una mixtura de lechugas. Aunque no lo crean nunca había comido antes los portobellos así aproveché la oportunidad de pedirlos como entrada. No sólo estuvieron muy buenos sino que el jamón serrano le daba un toque especial y el mix de lechugas aportaba frescura al plato. Vale la pena anotar que la aceituna es parte esencial del relleno en caso este no sea su ingrediente favorito.
El segundo plato fueron unos canelones rellenos de carne de lomo y pollo, gratinados con crema de espinaca y champiñones. Y este plato cumplió con lo que yo siempre afirmo, lo más simple es lo más difícil de lograr. Unos simples canelones rellenos pero que tenían el sabor suficiente como para anotarlos y justificar una futura visita a este restaurante. Primera vez que no extrañé la salsa bolognesa en un plato italiano, lo que para un carnívoro nato como yo, es todo un logro.
Luego vino un Lomo a la funghi porcini, medallón de lomo a la plancha con salsa funghi porcini, acompañado de linguini y legumbres. El ingrediente principal, el lomo, estaba cocido en punto tres cuartos, rosado pero no crudo, tal cual lo solicité y la carne jugosa combinaba perfecto con los linguini a la crema. No sentí que las legumbres estuvieran bien cocidas, quizá muy al dente para mi gusto, pero como sólo eran un acompañamiento no le dí mucha importancia a ese detalle. Recomendable para los carnívoros.
Para terminar el recorrido nostálgico pedí de postre un trufón. Es un bizcocho de chocolate relleno de mousse de chocolate y bañado con fudge y salsa inglesa. El bizcocho no tenía mucha presencia en el postre pero el mousse de chocolate tenía un ligero toque de licor que lo hacía interesante. Sólo criticaré, sin desmedro del buen sabor de este postre, que se pasaron de ahorrativos con la salsa inglesa. Parece que la sirvieron con gotero.
En resumen fue una grata experiencia regresar a Don Rosalino. La atención es muy buena y el ambiente es agradable. Los precios son módicos y la relación precio/calidad está completamente justificada. Bien vale la pena luchar contra el tráfico para probar la cocina de este restaurante. A Ll. le debo las gracias, no sólo por el almuerzo, sino por haberme hecho regresar a épocas más agradables.
Don Rosalino queda en Av. Aviación 2667, San Borja.
Ticket promedio: S/.40.00 por persona.
Teléfono: 476-7732
Volvería: Sí, es de esos lugares que hacen lo justo y necesario.
15 comentarios:
Se ve que comieron bien rico.
Qué suerte la de poder volver a los sabores de la infancia. Yo busco uno que ya no existe: la pizza del Beverly Inn de San Isidro. Pizzas ricas he comido muchas en mi vida, pero lamentablemente ese añorado sabor de la infancia no lo he podido recuperar.
Saludos.
Todos los platos tienen pinta, pero puede que la salsa funghi porcini haya estado muy lìquida? a lo mejor es solo la foto. El postre da muy lindo en la foto.
Has ido alguna vez a Elia? ahi hacìan una lasagna que me encantaba!! Javier Prado Oeste 299..todo cambia asì que no se como estarà ahora.
Saludos!!
Estimada Gabriela
Es triste cuando un local desaparece para nunca más volver (un minuto de silencio por Elio Tubino)
Por eso valoro tanto a la panadería Belgravia con su inigualable baguette dulce, a la panadería San Martín y su delicioso turrón y por supuesto al Tip Top y la mejor salchipapas de todo el Perú.
¡Saludos!
Estimada Katia
Ambos platos estuvieron buenos pero si tendrían que recomendar uno serían los canelones.
En cuanto a Elia queda un poco lejos de mi casa y quiero evitar la fatiga. Ja ja ja...
Saludos
Renzo
Para mi es una sorpresa saber que este lugar te haya traído gratos recuerdos de tu niñez, y me siento muy contenta de haberte llevado a un buen lugar y que este te haya llevado al mundo mágico de tu niñez, quién no tiene recuerdo de niños, quién no...
La velada estuvo agradable, y el lugar ayudo mucho para que uno pueda almorzar con tranquilidad, el ambiente es de colores sobrios y acompañados de flores blancas, que eso trae mucha paz y espiritualidad. Busque un lugar donde uno pueda estar en armonía, y son estos lugares que me gusta concurrir y sabia también que te iba a gustar. Siempre he pensado que para disfrutar una bonita velada y sobre todo disfrutar de la buena comida, debes estar en lugar adecuado y que en este te haga sentir mucha paz, tranquilidad y que en el ambiente te haga sentir muy comodo.
Me alegra saber que te haya gustado el almuerzo y esto lo hice con mucho cariño.
Ahora me das otra buena noticia!! La ruta de Arequipa!! claro ahí hay muy buenos restaurantes, y mas que eso, la ciudad es bonita y sobre todo si uno quiere encontrarse con uno mismo pues hay muchos lugares por ir, esta bella ciudad te da mucha paz, su cielo, su clima, el respirar el aire helado, su sol, sus flores, sus volcanes y el gran cañon. Todo eso te da mucha vida, buenos animos y con ganas de seguir luchando ante tanto desafios.
Me da mucha alegría saber todo esto por medio de tu blog.
Y más contenta saber que te hice regresar al mundo mágico de tu niñez.
Y gracias Renzo por tu buena compañía y el haber pasado una buena tarde.
Espero pronto " La ruta de arequipa, el regreso " jajaja
Besos
Ll
Estimada Ll
Me faltó comentar sobre el ambiente. Es bastante tranquilo y sobrio como para almorzar en paz.
Si a eso le agregamos que la comida fue más que aceptable este restaurante es un punto de paso obligado.
De nuevo muchas gracias por la invitación.
Saludos
¿Han visto en El Dominical los 5 platos que mencionan algunas personas reconocidas publicamente? Bueno, en mi caso pondría mi querida pizza Napoli de Don Rosalino, restaurante que conozco casi tres decadas.
Estimado JCA
Siempre chequeo esa sección y la uso de referencia para visitar nuevos lugares.
El Don Rosalino tiene sus fans por lo visto. Hay que visitarlo antes que comiencen las obras por el tren eléctrico y quede cercado
Saludos
Hola Renzo:
Una pregunta, entre cuanto oscilan los precios de Don Rosalino?
Gracias
Saludos
Jose
Estimado José
El rango de precio da para todos los bolsillos. Va de S/.25.00 a 35.00.
Saludos
Renzo, ya que mencionas que eres carnívoro, has probado el T-bone del Charrúa?? Para algunos es mucho (900 gr. y S/. 140) pero en mi modesta opinión, es el mejor corte de carne que he comido en Lima.
Saludos,
Luis Felipe.
Don Rosalino, es el mejor restaurante, tiene unos platos deliciosos. =)
Hola:
Bueno a mí me pareció muy poco para el precio que pagué. La pizza de la carta era más cara que el precio de un menú con pizza. La porción de pan al ajo también, reducidísima.No volveré.
hola a mi tambien me trae muchos recuerdos de mi niñez alguien sabe exactamente en que año abrio esta pizzeria en miraflores cuando quedaba al lado del bowlin ,era al paso y te hacian las pizzas y las pastas al la viata del cliente?
Cuando conocí la pizza por primera vez en mi vida a los 11 años allá por 1982, fue en Don Rosalino en la Calle de las Pizzas, un local muy pequeño pero con la pizza más deliciosa del mundo, ese día comenzó una relación con ese restaurante que sigue aún por estos días y es que es de los pocos restaurantes que no han cambiado su manera de hacer las pizzas. Vivo en los Estados Unidos y siempre que regreso al Perú, Don Rosalino es una parada obligatoria, tan simple como comer una pizza de jamón, la misma pizza que comí hace 34 años.
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