Me acuerdo cuando hace varios años descubrí El Grifo. Era un oasis gastronómico donde servían la mejor comida en medio de una vorágine de clientes impacientes y hambrientos. Siempre reconocí el esfuerzo que ponían en dar la mejor atención y hacer del almuerzo una experiencia memorable. Pero los años pasaron y la última vez que los visité me fui bastante resentido. La respuesta inadecuada ante mi reclamo por un postre mal preparado me dejó sin ganas de volver nunca más. No me quedé tranquilo y le escribí a la misma Jana Escudero, quién de inmediato envió un mail de disculpa y una invitación para almorzar. Este post es la reseña del almuerzo de redencion.
De entrada ordené unos esquivos wantanes planos. Siempre me intrigó saber cómo eran y creo que la espera valió la pena. Son rectángulos de masa de wantan frito con un puré de alcachofa, crema de rocoto y langostinos cocidos. La presentación de por sí es toda una revelación pues nunca había comido un plato servido en ganchos de ropa. Me hicieron recordar más a unos tequeños que a los wantanes originales. Es una buena introducción pero me faltan probar las otras entradas para compararlas y dar una opinión final.
A diferencia del plato anterior los capelletis de ricota en salsa rosada y jamón serrano harán las delicias de los aficionados a las pastas. Los capelletis son fideos en forma de aros generosamente rellenos de queso ricotta y servidos con una salsa de tomate y crema de leche. No pude reconocer los otros ingredientes pero la combinación es perfecta. Sonará a herejía pero este plato es un digno competidor de los fetuchinis a la huancaína con lomo.
De postre elegí unos panqueques y no pude evitar que me embargue un sentimiento de nostalgia. El mozo me dijo que sólo tenían dos variedades: manjarblanco y sublime. Me acuerdo cuando servían los panqueques princesa en tamaño jumbo, con una bola de helado de vainilla, maní, salsa de toffee, trocitos de brownie, etc. El disminuido panqueque que me sirvieron estaba suave y tenía bastante manjarblanco pero es un tenue reflejo de lo que comía en este restaurante.
El almuerzo fue satisfactorio pero no sirvió para calmar mis dudas. A diferencia de mis experiencias con otros restaurantes tuve que hacer un reclamo a la misma dueña para obtener una respuesta satisfactoria. La comida es la misma y el ambiente es mejor pero el servicio no iguala al de los primeros años. Por el momento prefiero quedarme con aquellos memorables almuerzos en los inicios de El Grifo (sobre todo sus inigualables panqueques) . Ahora entiendo cuando dicen que todo tiempo pasado fue mejor.
El Grifo queda en Av. Colonial 2703, Lima. Teléfono 564-1025
Ahora tienen un nuevo local en Av. Faucett 2875, Callao. Teléfono 651-1388
De entrada ordené unos esquivos wantanes planos. Siempre me intrigó saber cómo eran y creo que la espera valió la pena. Son rectángulos de masa de wantan frito con un puré de alcachofa, crema de rocoto y langostinos cocidos. La presentación de por sí es toda una revelación pues nunca había comido un plato servido en ganchos de ropa. Me hicieron recordar más a unos tequeños que a los wantanes originales. Es una buena introducción pero me faltan probar las otras entradas para compararlas y dar una opinión final.
A diferencia del plato anterior los capelletis de ricota en salsa rosada y jamón serrano harán las delicias de los aficionados a las pastas. Los capelletis son fideos en forma de aros generosamente rellenos de queso ricotta y servidos con una salsa de tomate y crema de leche. No pude reconocer los otros ingredientes pero la combinación es perfecta. Sonará a herejía pero este plato es un digno competidor de los fetuchinis a la huancaína con lomo.
De postre elegí unos panqueques y no pude evitar que me embargue un sentimiento de nostalgia. El mozo me dijo que sólo tenían dos variedades: manjarblanco y sublime. Me acuerdo cuando servían los panqueques princesa en tamaño jumbo, con una bola de helado de vainilla, maní, salsa de toffee, trocitos de brownie, etc. El disminuido panqueque que me sirvieron estaba suave y tenía bastante manjarblanco pero es un tenue reflejo de lo que comía en este restaurante.
El almuerzo fue satisfactorio pero no sirvió para calmar mis dudas. A diferencia de mis experiencias con otros restaurantes tuve que hacer un reclamo a la misma dueña para obtener una respuesta satisfactoria. La comida es la misma y el ambiente es mejor pero el servicio no iguala al de los primeros años. Por el momento prefiero quedarme con aquellos memorables almuerzos en los inicios de El Grifo (sobre todo sus inigualables panqueques) . Ahora entiendo cuando dicen que todo tiempo pasado fue mejor.
El Grifo queda en Av. Colonial 2703, Lima. Teléfono 564-1025
Ahora tienen un nuevo local en Av. Faucett 2875, Callao. Teléfono 651-1388
8 comentarios:
Todo parece haber estado delicioso. Me parece que te has olvidad de incluir la dirección del restaurante, dato que siempre agregas.
mmm que pena cuando uno se desencanta ¿no?. Es terrible cuando se tiene algo como muy superior y con el paso del tiempo, vas viendo, en algunos casos, lenta y en otros de golpe, como se va viviendo abajo; ya sea en calidad, atención o lo que fuere, aunque lo que mas duele obviamente es cuando baja la calidad de algo.
¿Servirán las advertencias? al parecer no.
Saludos y a vivir de los recuerdos.
Estimada Gabriela
Aún puedes encontrar buenos platos en El Grifo. Ojalá que tengas una mejor experiencia con el servicio.
Saludos
PS Ya corregí el dato que faltaba.
Estimada Katia
Lo peor de un restaurante es cuando recibes una mala atención.
Alguna vez dije que un cocinero puede tener un mal día pero la mala atención es un virus incurable que se extiende por todo el personal. Jamás esperé encontrarlo en El Grifo.
Saludos
No me digas, que todavía no he ido al Grifo (sólo lo he probado en Mistura)... aunque de todas maneras tengo que ir a probar.
Estimado Maestro Roshi
La comida sigue siendo buena. El ambiente también. Pero el servicio no iguala al de los primeros años.
Increíble que no pueda recomendarlo como antes.
Saludos
Humm....ahora que estoy de vacaciones planeaba ir, que penita que ya no sea el de antes :( pero....me arriesgaré.
Estimada María del Rosario
Sigue siendo un buen restaurante pero no se compara a lo que ofrecían en sus primeros años. Ni modo.
Saludos
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