miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mesa 18 (¿18? ¡20!)

Este restaurante ya cerró sus puertas. En su lugar está ahora Tragaluz que, para mi gusto, no le llega ni a los talones a la propuesta de Mesa 18.

Canastilla de panes
Antes de ser un aficionado al buen comer me considero un fanático del servicio perfecto. El mejor almuerzo puede echarse a perder por culpa de un mozo descortés o un ambiente incómodo. Por eso tengo en un lugar especial a los restaurantes de hotel, donde el cliente es atendido como si fuera el único presente en todo el establecimiento y hacen todo lo posible, y hasta lo imposible, para que te lleves la mejor de las impresiones. Luego de un cumplidor desayuno en The Observatory, Karen Carrillo, Jefe de alimentos y bebidas del Miraflores Park Hotel, tuvo la cortesía de invitarme a conocer su restaurante principal, Mesa 18. Aunque muchos me critiquen el uso constante de superlativos en este blog, creo que si tuviera que escoger el mejor momento gastronómico del año, no dudaría en poner a este restaurante en primer lugar, un milímetro por encima de La Locanda. Este post será un intento de transmitir lo que me dejó la visita a este resturante, aunque probablemente me quede corto. Cuando un restaurante logra ir más allá de la experiencia gastronómica es difícil transmitirlo en palabras. 

Ya hace buen tiempo que los restaurantes gourmet han puesto la mira en los panes. Años atrás ningún retaurante pasaba de los francesitos con mantequilla. Ahora sobran las variedades de panes especiales acompañados de mantequilla de hierbas y diferentes salsas. Confieso que trato, sin éxito, de no prestarles mucha atención porque son tan buenos que termino devorando toda la canastita. Mesa 18 no fue la excepción. Me sorprendieron con un pan crocante de quinua servido con una salsita de berenjena. Luego me convencieron de probar su pan de aceituna con mantequilla de hierbas. Finalmente me liquidaron con un pan de pecanas. Consejo: Cománlos lentamente porque son tan buenos que terminarán pidiendo una canastilla adicional. 

Langostinos crocantes. Spring rolls de cordero
Para comenzar el almuerzo me sirvieron unos langostinos crocantes con salsa de maracuyá. Sólo por la presentación ya podría tranquilamente hablar de un plato que no tiene competencia. En cuanto al sabor lograron un matrimonio perfecto con el punto de cocción exacto y el ácido moderado del maracuyá. El crocante de cereales fue el toque especial. Luego me trajeron unos spring rolls de cordero con salsa de miso. Siempre he visto a los springs rolls de lejos porque en los chifas (disculpen la comparación exagerada) lo que sirven es una esponja de grasa. Aquí me trajeron unos bocadillos muy crocantes, rellenos de la carne de cordero más suave que se puede comer en este mundo.

Sopa de parmesano
Luego me sirvieron la especialidad de la casa, sopa de parmesano con conchas grilladas y aceite de rocoto. Las características de este plato me podrían remitir a lo que llaman gastronomia molecular porque es una reinvención de las conchitas a la parmesana. La costra de queso parmesano se convierte en una sopa y las conchitas en lugar hornearse pasan por la parrila. No se asusten con el aceite de rocoto, tiene un sabor tan tenue que no afecta el equilibrio del plato. Considero que es una opción muy interesante para aquellos que disfrutan de la comida gourmet.

Me sentía satisfecho con todo lo que había consumido pero Alex Blanch, Jefe del restaurante, aún tenía reservadas un par de sorpresas. Pero eso lo contaré en la segunda parte de esta reseña. Un lugar tan bueno se merece más de un post.



14 comentarios:

Gabriela dijo...

Se me hizo agua la boca... mala idea leer esto a la 1 pm, ja, ja.
Ya te lo ha dicho alguna vez: ya me gustaría que mi blog me regalara ocasiones como esta. Te felicito por eso, demuestra que tus lectores te escuchan y te tienen en cuenta.
Saludos.

Renzo dijo...

Estimada Gabriela

Ja ja ja. Lo siento pero me encanta cuando me dicen que mi blog abre el apetito porque esa es justamente la intención.

Este almuerzo no hubiera sido posible sin la generosa invitación de Karen Carrillo. Las palabras de agradecimiento me quedan cortas.

Saludos

Cris dijo...

Hola Renzo,

Ya nos gustaría semejante invitación...

Dejando de lado el sabor, por más fusión que sea, ese spring roll debería llamarse spring "pack"... digo yo, ja ja ja

Muchos saludos.

Renzo dijo...

Estimada Cris

Muy acertado tu comentario ja ja ja.
Tienes mucha razón con el "spring pack". Sacrificaron la forma pero el sabor resultó estupendo.

Si pues, no todos los días unos puede disfrutar de una cena gourmet de cortesía. Y eso que falta reseñar los platos principales y los postres.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Es cierto cuando dices que a veces se hace muy difícil describir algo, es casi como intentar describir la sensación propia al ver un paisaje hermoso.
Esa sopa me hizo pensar que podría tener alguna intervención molecular.
Espero la segunda parte.
Saludos!

Julio Cesar dijo...

Hola Renzo,
Creo que eso de escribir mucho sobre gastronomía tiene sus ventajas, eh (esas invitaciones especiales). Recuerdo que tuve un almuerzo allí en 1999. Me acuerdo mucho del año porque en 1999 se dicto en dicho hotel un seminario sobre "El Problema del Año 2000". Finalmente el mundo no desapareció. El almuerzo formaba parte de la jornada. Memorable.

Renzo dijo...

Estimada Katia

Sabes que le estaba dando diez vueltas al nombra. Claro pues, comida molecular!

Esa sopa de parmesano es el ejemplo perfecto.

La verdad me pareció agradable pero se me complica describirla por ser la primera vez que como algo así.

Saludos

Renzo dijo...

Estimado JCA

Claro que son agradables las invitaciones, sobre todo cuando son para almorzar en lugares tan buenos como los restaurantes de hotel.

Saludos

Mercedes dijo...

Interesante articulo.. y una consulta..que tal los precios de la carta?? un promedio??? gracias por el dato.

Renzo dijo...

Estimada Mercedes

En promedio una cena incluyendo un trago, plato principal y postre tranquilamente puede salir 125 soles por persona.

Los precios son elevados pero justifica si eliges este restaurante para una ocasión especial.

Saludos

Jorge dijo...

Bueno tuve la mala suerte de ir a este restaurante y no lo recomiendo por su pesima atencion y servicio es mas primera vez que me pasa que se equivocaron en la cuenta 3 veces por supuesto cobrando de mas.
hay mejores opciones de comida en Lima asi como la gente felicita a los buenos restaurantes creo que tambien se deve de advertir sobre las cosas malas
Saludos

Jorge

Renzo dijo...

Estimado Jorge

En restaurantes de hotel es grave que cometan ese tipo de errores porque ellos están abocados a la satisfacción absoluta del cliente.

Te agradecería mucho si pudieras enviar a mi correo la fecha y un detalle de lo que sucedió.

Saludos

Anónimo dijo...

Estimado Renzo, fui a Mesa 18 efectivamente la Carta a cambiado, no habia leido esa aclaración antes de ir, grave error.
De los platos que mencionas ya no queda ni uno, los panes de entrada frios.
Tuve que pedir, un trio de causas, un lomo saltado y un chupe de langostinos. La atención muy buena, pero demasiado caro, 160 lecs, la próxima te pasó la cuenta.

Renzo dijo...

Estimado Anónimo

Ya he cambiado la etiqueta y he tratado que la actualización sea más notoria.

No opinaré sobre la propuesta de Toshiro porque no la conozco pero sí me da pena ver que no volveré a probar esos platos.

Te recomiendo La Locanda, un restaurante que tiene un nuevo pero que mantiene la calidad excelente de su propuesta.

Saludos