lunes, 2 de mayo de 2011

Café Bulé (Café 101)

Esta cafetería ya cerró sus puertas. Para mí, se adelantó a su tiempo porque en Miraflores ahora se encuentran cafeterías en cada esquina.

Desde hace mucho tiempo me sentía con ganas de probar un buen café. Ello implica no sólo la calidad y preparación óptima de la bebida sino estar en un ambiente cómodo, con música tranquila y leyendo una revista o un libro. Si me dicen: ¿por qué no vas a Starbucks? podría decir que esta franquicia hace mucho que dejó de ser un lugar tranquilo. Sin ir muy lejos, la última vez que fui a uno de sus locales estaban, justo en ese momento, taladrando una puerta. Y eso que no estoy hablando de las hordas de adolescentes bulleros que hace mucho ya lo han invadido. Mejor, imposible.

Como caída del cielo llegó una invitación para conocer Café Bulé, un nuevo local en Miraflores con ambiente fresco y una decoración moderna. Según me explicó Silvia Saco-Vértiz, una de sus propietarias, aquí ofrecen café peruano de la zona de Villa Rica 100% calidad de exportación. Si a eso agregamos que su personal ha sido capacitado por baristas colombianos tranquilamente puedo deducir que se han preocupado por brindar un producto de calidad hasta en el último detalle. Esta vez no sólo tuve la oportunidad de tomar un café excelente sino que recibí una clase intensiva de cómo debe prepararse para disfrutarlo de la mejor manera. Pero no todo es café en este local según leerán más adelante.

El desayuno empezó con un capuccino 33. Como todo capuccino que se respete tenía el porcentaje de leche perfecto que no desentonaba el sabor del café. Como todo café que se respete su sabor era concentrado pero no fuerte y tranquilamente pude probarlo sin azúcar. Me hizo recordar ligeramente al café Juan Valdés que tomé en Guayaquil, digo ligeramente porque hay una gran diferencia entre el café de una franquicia masiva y el que sirven en una cafetería de pequeña escala. El nombre de este capuccino se refiere al porcentaje de leche texturizada que lleva y que reemplaza a la crema que normalmente suelen ponerle. A ver si la administradora del Crepes & Waffles de Dasso se da una vuelta por este local para que aprenda cómo se prepara un café en la temperatura perfecta. (Y que no me venga con historias que por culpa de la chantilly fría el café no se puede mantener caliente)

Luego me sirvieron una infusión aromática de hierbabuena con naranja, mango y piña golden endulzada con miel. Realmente, después del excelente café, no imaginé que seguirían sorprendiéndome. Probar una infusión con el sabor de la frutas más frescas no es algo que se pueda encontrar en mucho lugares. Si alguna vez pensaron que el té Tazo era bueno pues les diré que esta infusión es muchísimo mejor porque es preparada al momento y después de terminarla pueden disfrutar de los trocitos de fruta fresca. Quise salir de la duda y pregunté si la podía tomar helada pero me comentaron que si la sirven de esa manera la fruta perdía toda su calidad. Les comento que esta infusión se prepara en tres colores/sabores de acuerdo a las frutas que lleve. Se las dejo de tarea para que la pidan a su gusto.

Para terminar el desayuno pedí otra deliciosa infusión aromática con fresa y manzana y además un croissant de pollo con mayonesa y apio. La infusión estuvo igual de buena y recomendable que la anterior. Pero lo que más me gustó, y que me hizo regresar a mis mejores años de infancia, fue probar el croissant con pollo. Ojo, no era ese pollo desmenuzado al extremo que suele encontrarse en muchas cafeterías y que es más una mezcla indefinible de mayonesa con otros ingredientes. Este croissant sí estaba preparado con pollo deshilachado aderezado con mayonesa y su toque de apio. Como siempre lo digo, lo más simple es lo más difícil de lograr y aquí saben hacerlo.

Me retiré contento de Café Bulé. No fue sólo la experiencia de probar bebidas tan buenas en un ambiente tranquilo y acogedor. También fue muy interesante la clase que recibí sobre la preparación del café y todos los procesos involucrados para conseguir un producto de calidad. Es bueno encontrar una cafetería que se preocupa por brindar una oferta diferenciada usando un producto nacional. Mi agradecimiento a Silvia y a Hugo, los dueños del local, por la invitación. Prometo regresar porque sé que aún hay mucho más por descubrir.

11 comentarios:

Gabriela dijo...

Con eso de que no me gusta el café (entre otras muchas cosas), a veces me siento un poco extraterrestre. ¿No habrá un lugar así para los amantes de la leche?
u.u

Renzo dijo...

Estimada Gabriela

¡Prueba las infusiones aromáticas!
Son demasiado buenas y con el sabor más natural que puedes imaginar.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Excelente.. ese café es nuevo verdad? ojalá pueda visitarlo pronto.. gracias por la información!!
ERIKA M.

Renzo dijo...

Estimada Erika

Tiene un mes en el mercado. Es una buena alternativa frente a las cafeterías de franquicia.

Igual yo me la juego por sus infusiones aromáticas.

Saludos

Maestro_RoShi dijo...

Esas infusiones me intrigan, se ven buenas. Espero tener tiempo para visitar el sitio.

Renzo dijo...

Estimado Maestro Roshi

Considero que en cafés el gusto puede diferir pero en cuestión de infusiones, difícil que superen una preparada con frutas frescas.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Fui a Bulé y probé la infusión aromática amarilla, excelente!
Gracias por el dato.
Javier

Renzo dijo...

Estimado Javier

¡Genial!
Me alegra mucho que hayas disfrutado esa infusión. Para mí fue toda una revolución tomar una bebida caliente preparada con furtas frescas.

Más saludable, imposible.

Saludos

Anónimo dijo...

El Peruanísimo Bulé Café
En el distrito de Miraflores surgió un nuevo negocio promotor de nuestro delicioso y aromático grano de café, el cual viene ganando un gran prestigio en los principales mercados consumidores de este producto.

Anónimo dijo...

Que líndo,encontrar lugares así.Yo tambien practicaba la exelencia cuando tenía mi pequeño Huarique,caletaza(2002)...hasta que se hizo popular y se fué todo al tacho,empecé a recibir visitas de gente apurada,impaciente y que por complacerlos,empece a malograr mis maquinas por el apuro,a la gente que se amontonaba no le interesaba que cosa le estan sirviendo con tal que le sirvan...me enfermé y me dañé psicologicamente ya que cuando veía como se amontonaba la gente yo entraba en pánico,era imposible mantener la calidad con tanta presión acumulada,al mismo tiempo.Empecé a practicar el "champazo"con lo cual mis asiduos clientes me abandonaron y me quede con la zarta de mediocres que echaron a perder mis pretenciones de hacer un Café como en Paris o Grecia.Se me cayó el pelo,tengo ojeras azules...en fín...no estuve preparado para la guerra y morí en el intento...ahora vendo bolsas en el mercado central de lima.

Unknown dijo...

Hola: Podrias validar si Cafe Bule sigue abierto??? Con muchas ganas fui ayer y estaba cerradisimo :(