martes, 10 de mayo de 2011

El Candelabro (Día D)

Este restaurante ya cerró sus puertas. En su lugar se ubica una de esas malhadadas franquicias. ¿Qué le vamos a hacer? Así es el mercado.

Si alguien me pidiera que le recomiende un restaurante para celebrar el Día de la Madre haría uso de la tan políticamente famosa frase: No sé, no opino. Si reflexionan un poco, salir ese día implica lidiar con un tráfico insoportable, estar al tanto del reloj para alcanzar la hora de la reserva e inevitablemente estar armado de una paciencia infinita porque todos los restaurantes estarán repletos. Este año buscando un lugar cercano a mi casa y para variar del clásico restaurante italiano decidimos visitar El Candelabro y probar su alternativa de buffet de comida criolla. Claro, con el gran atenuante de tener un local repleto por un día tan especial, prefiero tomar este post como una breve introducción.

Este restaurante ofrece un buffet de cinco estaciones de comida criolla: ensaladas, entradas frías, entradas calientes, guisos y postres. Como ya sabrán nunca he sido muy devoto de las ensaladas así que de frente ataqué las entradas frías. Me quedo con el tartare de atún y con la mini causa, ambos por la calidad de los ingredientes y por la presentación. En la estación de entradas calientes no me fue bien porque me sirvieron un pastel de papa completamente desarmado y unos tamalitos sin mucha textura ni sabor. Los platos preparados a la guerra nunca salen bien pero puedo mostrar algo de indulgencia cuando el local está al límite de su aforo.

Probé varias rondas de los guisos calientes y puedo tranquilamente dar una opinión al respecto. Punto fuerte, su arroz chaufa amazónico: cecina, chorizo, jolantao y pimiento saltados. Estaba graneadísimo y se podía disfrutar el sabor de todos los ingredientes porque a diferencia de otros arroces prescindieorn del uso de sillao. No pierdan de vista los horneados, tanto el pavo como el cerdo estuvieron soberbios, con esa salsa concentrada producto de una larga cocción. Puntos débiles de la estación, el cau-cau de mariscos que tenía demasiada papa, el ají de gallina aguado y el langostino al panko con puré de camote (estaba frío y el puré estuvo para el olvido)

Felizmente siempre habrá una estación de postres para reconciliarme con mi vicio de comer. El mayor acierto, y que emocionó a mi madre, fue encontrar el budín de sémola, un postre olvidado pero que es un verdadero clásico de clásicos. Otro punto fuerte, el manjar de lúcuma con merenguitos. Estupenda idea la de servirlo en copitas para no empalagarse muy rápido aunque no sirvió con mi hermano porque él las devoraba de dos en dos. Pueden combinarlo con el parfait de chocolate para que vean lo que es bueno. También me pareció genial la idea de las mini creme brulee con el caramelo quemado al momento con soplete.

18 comentarios:

Gabriela dijo...

Eso de salir a comer en Día de la Madre forma parte de mi lista de nuncas. Por eso, mi familia sale el sábado. Este año lo hicimos así, y el mismo domingo hicimos un pedido de delivery... a las 11 am. El pedido llegó cerca de la 1 pm. No quiero imaginar cómo les habrá ido a los que esperaron hasta la 1 pm para hacer su pedido.
Creo que deberías darle otra oportunidad al lugar, en un día menos complicado. Y ahí veremos si los errores fueron por la fecha o si son habituales.

Macadamia y Lúcuma dijo...

jajajaja al ataaaaque gastro amigo!!! En tu próxima visita al Candelabro te recomendamos probar la entrada de pulpo con papa y chimichurri y su lechoncito con piel crujiente (sin la ayuda de caja china) de 21 días ;)

Renzo dijo...

Estimada Gabriela

Estoy de acuerdo contigo. Si bien el Candelabro me dejó con buen sabor de boca hubieron algunas circunstancias que complicaron un poco la celebración del Día de La madre.

De verdad es necesario usar reservas adicionales de paciencia ese día.

Saludos

Renzo dijo...

Estimados M y L

Obvio que seguiré su consejo. Sobre todo los horneados me dejaron con muchas ganas de volver.

¡Saludos!

Cyrano dijo...

Recién descubro este blog.
Tal vez tú me puedas sacar de una curiosidad que tengo y he tenido desde siempre: ¿por qué en los restaurantes sirven tan poquito? ¿Es un detalle francés, es la moda fusión... o es simple tacañería? Cuando salgo a comer, quiero comer, rico y bien. ¿Esto me pone en la categoría de Les Miserables? ja, ja.

Renzo dijo...

Bienvenido Cyrano

A mi criterio aquellos restaurantes que sirven poco buscan que disfrutes la comida en toda su extensión.

Es muy diferente comer un lomo saltado del Don Bosco a un pollo bb horneado con timbal de papas nativas en salsa balsámico de La Locanda.

Con uno te llenas, con el otro satisfaces tus sentidos.

Ahora que existan restaurantes que se aprovechan para servir una piltrafa es otro tema.

De todos modos te recomiendo que si vas a un restaurante gourmet pidas entrada, segundo y postre para quedar satisfecho.

Saludos

Gabriela dijo...

Parece que también fuiste víctima del desarreglo de ayer de Blogger. ¡Se fueron tus comentarios! Yo tuve que copiar los que perdí de manera manual. Tal vez puedas hacer lo mismo.

Renzo dijo...

¡De lo peor!

¿Como los recuperas?

Cyrano dijo...

<Yo te hice un comentario sobre lo "poquito" que sirven los restaurantes elegantes . <parece que tambien fue victima del terremoto Blloger

Renzo dijo...

Estimado Cyrano

Si me acuerdo haberlo contestado. Estos pavos de blogger me dejaron incomunicado un par de días

Saludos

Cyrano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cyrano dijo...

Estimado Renzo: corrijo mi comentario porque lo vi con errores.
Necesito saber tu opinion sobre el tema. Tú eres un gran conocedor del tema. Soy tan volado que en el comentario anterior escribí Blloger en lugar de Blogger.
Ojalá pudieras recuperar tu respuesta anterior.

Renzo dijo...

Estimado Cyrano

A ver, intentaré acordarme.

Yo creo que algunos restaurantes sirven porque no buscan llenarte sino que disfrutes de la presentación, de las texturas, de los sabores del plato.

Digo, es muy diferente que comas un lomo saltado del Hikari a un pollo bb horneado con timbal de papas rústicas y balsámico en la Locanda. Uno te llena, el otro te satisface.

Ahora que algunos restaurantes se aprovechen de eso para servirte una porción que se pierde en un plato inmenso en otro tema.

Saludos

ROCIO dijo...

Para el dia de la madre y otras festividades evito ir a restaurantes, me ha pasado en que el servicio demora y la comida no estan agradable.
Por mi linda madre preferi hacerle un buen desayuno y almuerzo, y lo mejor de todo es que estuvimos toda mi familia, para ella su mejor regalo es que estemos todos unidos.
Buen detalle para tu madre y en su oportunidad ire a este restaurante.

Besos

Ll

Renzo dijo...

Estimada Rocío

De acuerdo contigo. Salir el Día de la Madre implica correr algunos riesgos.

Me imagino que en tu casa como buenos arequipeños habrán preparado una comida excelente.

¡Saludos!

Cyrano dijo...

Gracias por tu respuesta.
Aprovecho para contarte algo que me pasó una vez en un restaurante de nombre arquelógico. Fui con un amigo y su esposa, y cuando me trajeron mi pedido, parecía comida de juguete por lo poquito. Le dije al mozo: "acá mi amigo me invita lo que está en la carta, pero por favor, compléteme la ración y yo pago la diferencia". Nadie sabía qué decir o qué hacer, hasta que el mozo la captó y se llevó el plato. Al ratito regresó con un plato que parecía sacado de Panchita. ¡Así sí, pues!

Renzo dijo...

Estimado Cyrano

A veces hay que ponerse exigentes con los restaurantes, sino abusan y te ven la cara.

¡Saludos!

Gabriela dijo...

Hey... te devolvieron tus comentarios.
:D