martes, 27 de septiembre de 2011

Masterchef (No va)

Como blogger gastrónomico me sentí en la obligación de ver Masterchef, la nueva y redundante aventura televisiva de Gastón Acurio. Esperé hasta la edición del domingo 25 para apreciar por primera vez el programa completo. Mi idea era ver un capítulo quizá más cuajado y con mayores retos para los participantes. Lamentablemente me aburrí con la interminable tanda de comerciales (¿El nombre del programa es Masterchef o Marketchef?), introducciones e insoportables cintillos de auspiciadores (De por sí ya no quiero saber nada de cierta salsa huancaína) Entiendo que Canal 4 pueda tener mucho interés en ganar dinero por la publicidad pero no exageren por favor. Si ustedes prendieran el televisor a las 7.30 no se perderían de nada.

Que me corrijan los expertos en comunicaciones pero a mi parecer la edición del programa no se enfoca en lo que realmente esperamos ver: ¿Cómo cocinan los candidatos? Media hora se va en introducciones, los clásicos "yo confieso" de los participantes y en ver a Gastón Acurio haciendo comentarios que no aportan gran cosa al desarrollo del programa. La participación de los jueces, salvo algunos chispazos de Mitsuharu Tsumura, no me llena. Astrid siempre dice que espera algo más pero no dice qué y Renato Peralta no sale de dos frases: "está rico" o "está feo".

En cuanto a los participantes ya se nota quiénes serán los finalistas. Poner cocineros fieles a la comida casera juntos a los que mezclan ingredientes sólo para quedar bien me parece una competencia desleal. Me imagino que la intención inicial era crear un programa más democrático pero mejor hubieran quedado eligiendo a personas enfocadas en lo gourmet. Ver en la edición anterior como obligan a un ama de casa a mezclar cocona, chocolate, choros y cebada me pareció una exageración. Ojalá que mejore porque como va le está haciendo flaco favor a nuestra gastronomía.

Masterchef va todos los domingos de 6.30 p.m a 8:00 p.m.
Si se encuentran fuera del país les cuento que en Youtube ya están disponibles los videos.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Mistura 2011 (Cada vez más grande)

Sólo la Providencia pudo brindarme la oportunidad de asistir a Mistura. Cuando ya había perdido las esperanzas de encontrar tiempo y entradas para asistir al evento gastronómico del año, el Finance Manager de mi trabajo me obsequió con boletos para usar ese mismo día. Como blogger tenía que estar presente de todas formas en Mistura, pero como contador sabía que tendría que luchar contra el tiempo para cumplir con mis responsabilidades. Esta es la reseña de todo lo que pude ver y comer en dos brevísimas horas. Nunca el tiempo fue tan tirano conmigo.

Llegando a Mistura me di cuenta de una dura realidad. A pesar de haber llegado 12:00 en punto la extraordinaria cantidad de gente en las afueras me hizo entender que era muy tarde. De inmediato fui a comprar los tickets de comida y noté que esto aún implica un gran problema para Mistura. Sobre todo porque hay gente que recien delante de la caja se pone a pensar en cuántos debe comprar y si debe pagarlo en efectivo, con tarjeta de crédito o con puntos Bonus. Sólo como dato les digo que no todos los restaurantes aceptan los famosos tickets así que guarden algo de dinero y sobretodo, sencillo.

Iluso yo quise comenzar la jornada gastronómica en los restaurantes de caja china o chancho al palo. Lamentablemente las colas que vi me recordaron esas épocas electorales cuando la gente va a la Reniec a sacar a última hora sus documentos. Resignado fui a la sección huariques y escogí los stands donde hubiera menos gente. Primero pedí una huatia en "El refugio de Santiago". Me gustó sentir el sabor de la carne cocinada con las hierbas y ajíes regionales. De textura también estuvo en su punto y no tuve que luchar con el cuchillo. Los tubérculos no me parecieron gran cosa, al menos teniendo en cuenta el enfoque de cocina autóctona que ofrece este restaurante.

Después fui por la chicharronería "Mi pequeño Lurín". En este lugar tuvieron la proactiva idea de tener el chicharrón trozado y guardado de antemano. No fue una idea muy afortunada porque lo servían frío, lo que para mi gusto resultó muy desagrable. Felizmente también pedí una porción de relleno que frieron al momento. Estuvo muy rico y con el camote me recordó esos legendarios desayunos dominicales que consumía de niño. Como seremos de glotones los peruanos que había un aviso que advertía "No vendemos tamal". Creo que perdieron algo de plata por no hacerlo.

Aún no estaba satisfecho y el tiempo corría así que debía elegir el lugar más cercano a mi posición. Felizmente en la sección de "Cocinas regionales" encontré a El Rincón del Pato, un restaurante de Lambayeque donde cocinan magistralmente este plato bandera. La porción que me dieron no me impresionó; es más, la presa de pato daba pena. Sin embargo cuando me llevé a la boca una porción de arroz lamenté no haber comprado dos porciones. Un arroz graneado con ese delicioso sabor norteño que sólo pueden conseguir los expertos y que estaba caliente cuando me lo sirvieron. Obligatoria una parada en este local donde felizmente no había mucha cola.

Obvio que no iba a combinar estos platos con gaseosa así que hice una breve parada en emolientes San Roque. Para mí el emoliente más que una bebida es una medicina, nada se compara a tomarse uno recien hecho con ese sabor resultado de la combinación ambiciosa de hierbas y frutas, con su textura gomosa por la linaza, y con su toque de limón. Después llegó el momento de atacar los postres. Quizá alguien pueda argüir la ingenuidad de ir Mistura para comprar algo de Tanta pero debo confesar que yo no suelo concurrir a este local y debía aprovechar esta oportunidad de oro para comprar sus postres. Bastó un mordisco de un macarrón de chocoframbuesa para lamentar haber dejado pasar tanto tiempo sin haber visitado este local. Advertencia, estos macarrones pueden ser realmente adictivos. Yo compré tres para "probar" y terminé llevando tres más porque los devoré en un minuto.

Buscando algo más clásico fui por el stand de postres limeños de Tina Mía. Su combinado patrio de mazamorra y arroz con leche estuvo muy pobre. Si bien la mazamorra tenía bastante fruta seca el sabor era muy simple y al arroz con leche no le encontré nada rescatable. Peor, la textura que tenía me dio la impresión que lo habían preparado con leche en polvo. La situación empeoró aún más cuando fui al stand de Dulces Rosita para comer picarones. Completamente desabridos y ni siquiera pidiendo miel adicional pude terminarlos. De mi parte no les recomiendo que vayan a ninguna de estas dos dulcerías. Y me queda la gran duda de si es que cualquiera puede armar su puesto en Mistura.

En resumen fue una visita muy corta y que no me permite dar una opinión final acerca de esta feria gastronómica. Pero me llevo la percepción de que esta feria ha crecido demasiado y no necesariamente en calidad. El hecho de cocinar para tantas personas y con prisa puede afectar el resultado final de algunos platos. Si a eso le agregamos que después de formar una cola durante dos horas uno no va a estar del mejor humor, las decepciones pueden ser muy duras. Como le dije a alguien, paciencia y expectativas moderadas son muy necesarias para visitar esta feria. Aprovechen en ir antes del fin de semana, después será demasiado tarde. Por algo se los digo.

Tres consejos.
-Escojan aquellos stands donde haya menos cola. Formar una fila durante dos horas para recibir una porción minúscula y mal cocinada no vale la pena.
-Lleven ropa y calzado cómodo. La gente camina por donde puede y ha dejado al parque de la Exposición convertido en un terral. El calor infernal del mediodía y de las cocinas tampoco ayudan mucho.
-Sean muy organizados. Mientras una persona va a comprar los tickets otra puede ir haciendo cola para las comidas. Tengan planes alternativos en caso no puedan comer en los lugares elegidos de antemano para evitar malos ratos.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Sólo para carnívoros

Desde que he comenzado el blog nunca me he dado mucho tiempo para escribir sobre restaurantes de parrillas. La razón es muy simple: no es muy recomendable comer carne a la parrilla muy seguido si uno quiere llevar una dieta saludable. Y si lo pienso un poco más, por motivos económicos también podría resultar perjudicial para la billetera. (Aceptemóslo, la mejor carne siempre proviene del extranjero y su precio no es nada cómodo). Sin embargo ya hace buen tiempo que tengo dos posts en el tintero y llegó el momento de publicarlos. Un post sólo para carnívoros.

La Carreta
No hay mucho que decir cuando se habla de un clásico. La Carreta, junto a La Tranquera y El Rincón Gaucho, forman una trinidad de restaurantes de carne a la parrilla que tienen una fama muy bien ganada. En un ambiente con una decoración formal, se combinan los mejores cortes de carne con una gran variedad de vinos. Sí a eso le agregamos que en su carta ofrecen otros platos de creación propia entonces tenemos un ganador absoluto.

El motivo de mi visita fue un almuerzo de despedida donde aproveché para ordenar uno de sus famosos cortes: el baby beef uruguayo. Este corte viene de la parte delantera de la vaca y como tiene unas vetas de grasa el resultado es una carne jugosa y de muy buen sabor. Aquí me la sirvieron en un punto de cocción excelente, rosada pero no roja, suficientemente cocida para no perder su textura jugosa. El acompañamiento sólo fue una papa al horno porque considero innecesario llenarme con papas fritas o algo más.

Alguna vez me dijeron que el dulce no es necesario en un restaurante de carnes. Basta mencionar la vez que en El Hornero me sirvieron una tres leches que daba pena. Sin embargo en La Carreta tienen un carrito de postres de una variedad y calidad insuperables. Yo me fui a la segura y elegí un delicioso pye de limón. Una corteza muy suave, un equilibrio perfecto entre el ácido del limón y el dulce de la leche condensada y, como era de esperar, el merengue "quemadito". El toque de color se lo daba un coulis de limón muy suave que contribuye a resaltar el sabor del postre. Cinco estrellas para este postre (Aunque también ofrecen una creme brulee que haría delirar al más exigente).

En fin, fue una muy buena experiencia en La Carreta. Lo recomiendo tranquilamente como un restaurante para disfrutar los mejores cortes de carne. Los precios pueden ser elevados pero justifican completamente el ambiente, la buena atención y la calidad de sus platos. En La Carreta comer carne puede convertirse en un estilo de vida. Es en serio.

La Carreta queda Av. Rivera Navarrete 740, San Isidro.
Horario: Lunes a domingo de 12:00 a 12:00 a.m
Ticket promedio: S/.75.00 por persona
Teléfono: 441-4742
Volvería: Sí. Para comer la mejor carne hay que escoger los mejores lugares.

El Charrúa
En los últimos meses los alrededores de la intersección de Javier Prado con la avenida La Molina se han convertido en un nuevo polo gastronómico de la ciudad. El antes solitario O-Mei ahora tiene una nutrida competencia que va por todos los estilos. Sea gourmet, criolla o nikkei, esta intersección tiene mucho por ofrecer. ¿Ruta gastronómica dijo alguien? Bueno, todavía sigo medio peleado con el tiempo pero algo se hará. Al mejor estilo uruguayo y haciendo honor a su nombre llega El Charrúa.

Siguiendo la recomendación del mozo pedí el asado de tira sin hueso americano. Este corte corresponde al costillar de la vaca cortado en forma transversal y al estar cerca de los huesos tiene vetas de grasa que le darán un sabor muy especial al momento de ser cocinado. De mi parte no hay mucho que comentar salvo que estuvo muy bueno y servido en un punto de cocción. ¿Cómo les digo que no era necesario acompañar esta carne con nada? Disfruté el sabor de la carne tal cual, nada de chimichurri o acompañamientos. Creo que nada se compara a tal experiencia.

Obvio que tampoco iba a dejar pasar la oportunidad de evaluar su carta de postres. Yo elegí de puro cargoso la crème brûlée porque se me antojó ver como quemaban el caramelo al momento. Creo que se han tejido muchas leyendas alrededor de este postre que resulta ser una especie de crema volteada más refinada. Estuvo muy bien preparada pero sin quitarle ningún mérito no me pareció nada extraordinario. Es cuestión de gustos, al final vi que también tenían otros postres muy cumplidores.

El Charrua me dejó una buena impresión. Un ambiente elegante, una carta muy variada y buen servicio. Vale la pena darles una visita pero hay que considerar que sus precios son bastante elevados. De todos modos, como dije al inicio del post, la mejor carne es la extranjera y en estas cuestiones es impensable hablar de ahorros.

El Charrúa queda en Av. Javier Prado Este 5898, La Molina.
Horario: L-S de 12:00 a 12:00 a.m. Domingos de 12:00 a 6:00 p.m.
Ticket promedio: S/.100.00 por persona
Teléfono: 434-5503
Volvería: Por los precios lo eligiría sólo para ocasiones muy especiales.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Receta: Pan de plátanos

Por cuestiones de tiempo durante las últimas semanas había descuidado un poco mi afición por los postres hechos en casa. Hoy que me levanté inspirado y tratando de recuperar un poco el ritmo me animé a preparar un pan de plátanos. Quizá una receta bastante simple y muy conocida pero que siempre despierta murmullos de admiración entre amigos y conocidos cada vez que la hago. Incluso recuerdo que una vez la hermana de una amiga inexplicablemente me lo pidió como regalo de cumpleaños. Vamos, tan bueno no puede ser. Por mi lado sólo les digo que la receta es el inicio del camino, ustedes deciden hasta donde quieren llegar.

Ingredientes
100 gramos de mantequilla.
1 taza de azúcar rubia.
2 huevos.
1 cucharadita de bicarbonato de soda.
2 tazas de harina sin preparar y cernida varias veces.
2 plátanos prensados con medio limón.
1/2 taza de pecanas.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
1/2 taza de leche evaporada sin diluir.

Preparación
-Batir la margarina con el azúcar hasta que la mezcla quede muy cremosa.

-Agregar los huevos uno por uno, seguir batiendo.
-Agregar el harina intercalando con la leche. Con paleta de madera mezclar en formar envolvente.
-Terminar la masa incorporando los plátanos prensados y las pecanas.
-Verter en molde tipo terrina enharinado y enmantequillado. Para este tipo de recetas es el molde más recomendable.
-Hornear por 45 minutos a 200°C

Sugerencias
-Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente. Es en serio.
-Pueden utilizar plátano de Guayaquil, de la isla o bizcochito. Ustedes deciden.
-Pueden combinar la taza de pecanas con pasas rubias y negras.
-Los hornos son traidores, yo les recomiendo que vigilen cada cierto tiempo el nivel de cocción para evitar que se pase.