Siguiendo con más blogger bites ahora me toca hablar acerca de tres bocadillos típicos de Sao Paulo. Antes de viajar ya había hecho mi tarea y revisado algunos blogs para saber que no podía dejar de comer en esta ciudad. Felizmente no fue muy dificíl encontrarlos. Lo difícil será soportar el tiempo que pasará hasta que vuelva a probarlos.
Brigadeiro
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Brigadeiro |
El brigadeiro es un dulcecito tradicional brasileño preparado con chocolate y leche condensada. De acuerdo a la historia (aunque hay varias versiones) su nombre hace referencia a Eduardo Gomes, un militar que durante su campaña para la presidencia los repartía entre sus simpatizantes. Diría que son muy parecidos a nuestras trufas sólo que acá los preparan de todas las formas posibles. Sólo en el Brigadeiro Bistro preparan 40 variedades de este postrecito. ¿Se imaginan una trufa sabor a cheesecake? ¿O de maracuyá? ¿O de pistacho? Epico. Si quieren saber más del brigadeiro y de su historia visiten está
página.
Pao de queijo
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Pao de queijo |
Antes de viajar uno de mis compañeros de trabajo me había hecho una advertencia. ("Una vez que lo pruebes no podrás dejar de comerlo") Yo tomé este comentario con escepticismo. ¿Qué tan delicioso puede ser un pan con sabor a queso? Claro hasta que lo probé y tuve que aceptar que era uno de los panes más sabrosos que había probado en mi vida. Es un pancito preparado con fécula de mandioca lo que le da una textura crocante por fuera y esponjosa por dentro. Su aspecto inocente no revela el peligro que supone tratar de comer sólo uno. Como es pequeño se deja comer uno trás otro y cuando menos se den cuenta habrán acabado con toda la bandeja. El pan de queso debería venderse con un letrero de advertencia.
Petit Gateau
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Petit Gateau |
Un postre que me habían recomendado todos mis amigos brasileños. Aprovechando la cena en el Fogo de Chao lo busqué en la carta de postres y no perdí tiempo en ordenarlo. A ver, si alguna vez han comido un fondant no tendrán problemas es imaginar a qué sabe el petit gateau. Un quequito de chocolate relleno de chocolate acompañado de helado de vainilla (que no es D'onofrio felizmente). Lo mejor es que lo traen tibio a la mesa y va derritiendo lentamente el helado. El petit gateau es un reto para mí. Ahora me toca encontrar un postre que pueda invitar a mis amigos de Brasil cuando vengan por acá.
6 comentarios:
Sin duda lo mejor de Brazilm Yo me volví fanática del pan de queso, te conté que me traía la mezcla para hacerlo en casa? claro que no era lo mismo, pero igual muy bueno. Y bueno, no hay nada más que decir sobre el Petit Gateau, hay que comerlo...punto.
A mí me pueden hablar maravillas de la comida, y me provoca. Pero si me hablan bien de los postres y los dulces en general, simplemente me lo imagino y se me hace agua la boca.
No sé cuándo podré ir a Sao Paulo, o a Brasil en general, pero tomo nota con la debida diligencia.
Hola Renzo, Ni hablar un estupendo viaje. Ahora nos presentas el pan de queso. yo me los devoraba cuando visite a los primos por lares Paulistas mi tia me los compraba, llevaba dos paquetes, uno para mi y el otro para toda la familia. Debo aclarar avergonzado que al momento que terminaba me lanzaba sin temor alguno sobre el otro. Qué tiempos aquellos.
Estimada MVD
Algo así me dijeron, que traiga la mezcla pero no creo que sea tan sencillo. Nunca he horneado pan y no quería echarlo a perder.
A propósito. ¿Quién gana? ¿El Petit Gateau o la Bocanera de La Trattoria?
Saludos
Estimada Gabriela
La vida es más dulce si un postre acompaña tu almuerzo. ¿Sí o no?
Espero que cuando viajes tomes algunas fotos de las comidas que probaste. =)
Saludos
Estimado Cyrano
Te creo. El pan de queso es realmente adictivo. Increíble, con ese tamaño y ese aspecto nadie lo pensaría.
Saludos
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