domingo, 13 de diciembre de 2015

Días de blogger XXVII (Smartblogger)

Primera vez en la historia del blog que un post contiene sólo fotos tomadas con un smartphone. ¿Ya era hora, no? Eso sí, no me pidan Snapchat ni Pinterest que de aplicaciones ya tengo suficiente con las nueve versiones de Angry Birds instaladas en mi tablet.

Ana Avellana (The sweetest thing)
Lo bueno de seguir en Instagram a  restauradores o periodistas especializados es tener acceso a información de primera mano sobre las nuevas propuestas que aparecen en el mercado. Lo malo es que vivo antojado cada minuto de mi vida.

Sándwich aplastado. Tarta de hongos y cebolla blanca.
Hace algunas semana vi en el Instagram de Renato Peralta la foto de un espectacular sánguche que me provocó el mismo efecto que la campana de Pavlov. Un lector escéptico me preguntaría a qué se debe tanta alharaca. Bueno, si estamos acostumbrados al mixto de cafetería donde se conforman con usar pan industrial con sabor a preservantes, jamón de baja calidad y con suerte mantequilla entendería las dudas. Pero si alguien se atreve a preparar un mixto como el de la foto definitivamente  

Ana Avellana es un pequeño local en Miraflores que lleva dos semanas funcionando. Su propuesta de cafetería y pastelería artesanal está en pleno desarrollo y sólo fui para hacer una visita de reconocimiento. Llego a la hora de almuerzo ¿En serio, blogger? ¿Quién almuerza sánguches? Bueno, déjenme ser, tenía que aprovechar el feriado para probar el mixto y además de noche nunca voy por esa zona. El local es pequeño y acogedor, el mobiliario consta de una mesa grupal, dos pequeñas y un sofá donde uno puede sentarse a sus anchas mientras uno disfruta de un postre junto a su persona favorita. En el counter están todos los productos que uno puede pedir, la mesa de trabajo y el horno donde se produce tanta maravilla. Pido el sándwich de marras que resulta ser un mixto muy especial. El pan de quinua roja es de L'Artisan, usan jamón ahumado artesanal, queso tipo gouda y, el quid del asunto, una espectacular mantequilla con tomillo.  Le han cogido el punto exacto de cocción y el queso se estire al infinito con cada mordisco, el pan quede crocanta pero no hecho una tostada y el toque adecuado de mantequilla es suficiente para que quede bien dorado. Es el mejor mixto que he comido en mucho años. De puro novelero ordené una tarta de hongos y cebolla blanca que por el tamaño de la porción alcanza de sobra para dos personas. Algo en ella me hace evocar a la Deep Dish Pizza de Chicago. Me encantan los hongos pero el sabor puede terminar empalagando rápido. ¿Como sería si la sirvieran con una ensaladilla fresca?

Chocotoffee, New York Cheesecake. Bizcocho de moras
Pero la parte fuerte de esta cafetería está en sus tortas. Entre otras está el clásico New York Cheesecake, el Key Lime Pie y una espectacular torta trufada que debe ser el sueño de todos los chocolateros. Pero... tengo que confesar que luego de semejante introducción me siento lleno para enfrentarme a una porción entera y debo resignarme a escoger algo "para cambiar el sabor de boca" El chocotoffee es una masita con relleno de ganache de chocolate Orquídea y toffee. Basta un mordisco para sentir como la mezcla de chocolate amargo, el dulce del toffee y el toque de sal de la galleta se mezclan en el paladar para darme una idea como es el cielo. Como es pequeña se devora al toque y se van a dar cuenta como les va a provocar pedir otra al toque. Advertidos están. Para mi café de la tarde llevé además tremendas tajadas de bizcochos de la casa. El de moras y frambuesa es muy suave y con harta presencia de fruta. El de plátano con pecanas es un reto porque siempre me he considerado un experto preparándolo pero acá han sabido manejar adecuadamente la proporción de los ingredientes para evitar el exceso de humedad del plátano y que a veces le da esa característica textura amelcochada.

Con dos semanas de existencia  es obvio que la propuesta de Ana Avellana está en pleno desarrollo y aún deben realizar algunos ajustes antes de  lanzar nuevos productos. Sin embargo me deja buen sabor de boca como como algunos restauradores aún siguen bregando por hacer algo diferente a los demás. Es cierto que los precios son elevados pero justifican una propuesta diferenciada donde se le da prioridad a la pastelería de casa, artesanal y hecha con amor por la cocina. Por favor, nunca cambien.

Ana Avellana queda en Mendiburú 1096, Miraflores
Teléfono: 960622884
Estacionamiento: Escaso pero a media cuadra hay una playa. 
Volvería: Sí. Todavía queda mucho por probar.


Crem dela Crem (¡Que venga el verano!)
Día a día siguen aumentado las propuestas de heladería artesanal. Vamos mejorando, vamos mejorando. 

Fachada y detalle del hall
Lo digo con todas sus letras. Hace mucho años que no consumo los helados de la marca del sol rojo. ¿La razón? Obvio, hace mucho que de he dejado de ser niño y de ilusionarme con esos helados coloridos donde lo que más destaca es el azúcar antes que el sabor del insumo. Vamos, no hay que ser un erudito para darse cuenta que en un producto de consumo masivo los colorantes y saborizantes son el insumo básicos. De todos modos al final es una cuestión de oferta y demanda pero lo que no soporto es ir a un restaurante y ver que caen en el facilismo de acompañar sus postres con este tipo de helado. Felizmente ya se están respirando vientos de cambios. Vientos fríos pero que soplan fuerte. Y lo mejor de todo, el público está respondiendo.

En medio de la plaza de Barranco ha nacido una nueva propuesta de helados artesanales. Un momento, no helado sino gelato. ¿Se acuerdan del post de Blu? A riesgo de repetirme hay dos grandes diferencias en la fabricación del gelato. El proceso es más lento lo que resulta en un producto menos "aireado" y su punto de congelación no es tan bajo. Si a eso le agregamos que favorecen el uso de ingredientes naturales autóctonos (fruta fresca de estación) sin presencia de colorantes o saborizantes. Dicho y hecho, es mi sueño hecho realidad. Pero... ¿No es lo mismo que hace Blu? Puede que sí y puede que no. Quizá yo veo en esta heladería un ambiente más relajado y no esa necesidad de ganarse un rótulo para ser atractivo a cierto nicho. Pero vamos a lo principal, comencé con lo más básico: el helado de chocolate de alto porcentaje y también vainilla natural. Los insumos lo son todo pero al no servirse tan fríos uno puede degustar mejor los sabores. ¿Se imaginan lo bueno que es el de gianduia? Sigo con los de frutas: zarzamora y frutos del bosque. Sí son un loco por los berries y aquí no tengo más que claudicar. Este sitio es la locura. Sin embargo falta evaluar la vitrina de postres caseros hechos por Patricia Nagamine. ¡Nah! Eso se lo dejo de tarea a ustedes. Me lo agradecerán.

Crem dela Crem queda en Parque Municipal 109, Barranco.
Estacionamiento. Alrededor de la plaza o al costado de Hosso hay una playa.
Volvería: De hecho.

Thanksgiving Buffet en Hotel Westin Lima (Gracias totales)
Tradición del blog: Todos los años asistir a una cena de Acción de gracias. Y este año no sería la excepción.

Entradas. pavo horneado,. Fondos.
El año pasado cumplí uno de los sueños de mi vida: estar presente en un corso de Acción de gracias en la ciudad de Chicago y tomarme una foto con un personaje disfrazado de pavo de acción de Acción de gracias. No me pregunten por qué tanta emoción. Quizá durante mis épocas de infante consumí tantas series americanas y que se me grabó la importancia de esta fiesta de origen americano. Anécdotas aparte hace algunos años que he decidido celebrar esta fiesta participando de una cena especial preparada para la ocasión. Ojo, no se trata de una tradición religiosa ni mucho menos sino de agradecer por todo lo que tengo y lo que ha pasado en el año. Entenderán por qué cuando recibí la publicidad del Hotel Westin no demoré un minuto en asegurar la reserva.

Comienza mi visita con un paso por la estación de fríos. Fiambres y quesos son suficientes para abrir el apetito pero estoy en la obligación de probarlo todo y la terrina de hígado con mantequilla de naranja es una agradable sorpresa. Hace mucho que he aprendido a disfrutar el hígado (o su versión de foie-gras) con frutas y es toda una experiencia que ayuda a educar el paladar. El jamón de pierna con miel, piña y clavo es un clásico de las navidades y felizmente aquí supieron manejar adecuadamente el punto de cocción y el nivel de dulce para que no resulte empalagoso. No me queda claro porque había una estación de makis y menos el hecho de conservarlos sobre hielo porque era como probar algo recien sacado de la refrigeradora. Obvio no pasé de medio bocado porque los makis se hacen al momento o mejor prescindir de ellos.

Estación de postres
Me acerco a la zona de carving con escepticismo. Incluso cuando he asistido a un buffet en mi hotel siempre encuentro alguna falencia en dicha estación. Es que de tanto recalentado los cortes de carne adquieren una textura seca y correosa lo que obliga a servirse ingentes cantidades de la salsa de acompañamiento. El cerdo horneado no pasa la prueba ni siquiera con la salsa de romero con que lo ofrecen. Es turno del pavo y basta un bocado para que alegre mi existencia. Incluso sin abusar de la salsa de cranberry puedo disfrutar esa textura jugosa que denota un excelente proceso de cocción. En la estación de calientes las palmas se las lleva la pechuga de pollo salsa de champiñones. Sí, no estoy siendo nada objetivo con el resto de plato porque ya saben que los hongos y yo formamos un matrimonio bien avenido. Nada, el filete de salmón con quinuotto y la cacerola de pavo con verduras también desempeñaron un buen papel.

Pero la estrella de la noche fue la estación de postres y me alegra ver que la maestría de Fiorella Falco sigue presente. Contaría con los dedos de la mano las veces que he visto el famoso croquembouche en un buffet. Me pareció simpático ver como la gente no se animaba a servirse, (quizá pensaban que era decoración) pero yo soy un viejo zorro conocedor de estas lides y sin dudar un segundo cogí las pinzas y serví los profiteroles a discreción. Que falta me hacía un buen helado de vainilla artesanal pero no es bueno abusar. Sigo con un espectacular pye de pecanas coronado con manjar, me llevo una tajada del panetón de la casa relleno con nutella pensado en comprar uno idéntico para Navidad y termino saqueando la estación de postres en versiones mini. ¿Esperaban menos de mí?

La experiencia en el Hotel Westin Lima fue muy satisfactoria, tal cual esperaba de un hotel cinco estrellas. Es cierto que en los buffet algunas estaciones destacarán más que otras pero la idea es estar preparados para satisfacer los gustos de todos los comensales. Dicho y hecho yo siempre me inclinaré por los postres pero tengo que reconocer que hubieron platos muy bien logrados. De todos modos ya despertaron mi curiosidad y no creo que sea la última vez que me dé una vuelta por este hotel. Al menos no esperaré hasta el próximo año. Palabra de blogger.

Hotel Westin Lima queda en Las Begonias 450, San Isidro.
Reservas al 201-5022
Estacionamiento: En el sótano del hotel. 

No hay comentarios: