martes, 16 de febrero de 2016

A su gusto (De gustos y colores...)

Hace algunos meses leí un artículo donde se comentaban la gran variedad de restaurantes orientales que hay en la avenida Aviación. Haciendo un ejercicio de mente los primeros que se me vienen a la cabeza son Naruto, Yakitori y Four Seas, tres locales en los que hace mucho soy cliente habitual. Sin embargo todavía hay otras propuestas que merecen investigarse como Haita, Viet y No Da Ji. Pero si la voz autorizada del blog me dice que sino visitaba A su Gusto me estaría perdiendo de algo bueno abrí mi agenda y marqué el día para la visita.

Medusa, navajos, orejitas de chancho
Llego al local temprano, tal cual es mi costumbre, aunque esta vez la falta de estacionamiento es el motivo principal. He venido con ganas de experimentar con nuevos sabores y rechazo la carta de platos cantoneses que me ofrece el mozo. No he venido tan lejos para ordenar combinado pues. Es más, dejo que la voz autorizada elija los platos de acuerdo a su criterio aunque exijo que haya un plato picante. Tanto que hablan de la comida de Sichuán veremos que tan brava puede ser. 

Empecemos con algo tradicional de un comensal chino: la ensalada de medusa. No hay sorpresas, ya la he probado antes en Four Seas, pero acá la han procesado de una manera tal que el sabor a mar no es tan intenso. El pepino le aporta más frescura y el ajonjolí potencia el sabor de la medusa. Siguen unas orejitas de chancho servidas en salsa dulce. No tengo punto de referencia para evaluarlas adecuadamente y salvo lo fastidioso del cartílago es un bocadillo frío que volvería a ordenar. Terminanos con una ensalada de navajos, mariscos que antes he probado salteado y hasta en fideuá, pero acá se deja apreciar mejor pues están sazonados ligeramente con ajo, cebolla china y ají. ¿Ya ven? Todo no es wantan en esta vida.

Caracoles. Vongole. Taco chino
Los caracoles salteados con ají son una buena introducción a los platos de fondo. El tiempo preciso de cocción y el gusto ahumado que le da el paso por wok son razones suficientes para celebrar este plato. El toque de picante es preciso y no llega a ser agresivo al paladar. ignoro por que insistí en pedir vongole salteados pues termino empotrándome con la dura realidad. Obvio, no estoy en los dominios de Lula Prai pero tampoco había que exagerar. No han sido procesados adecuadamente porque una parte de los vongole están cerrados y en otros encuentro conchas vacías. Al final parecía un saltado vegetariano.  

Paso de la cacerola de pescado con jam choy. Quizá me desalienta el aspecto porque más parece una sopa que un guiso aunque la principal razón es encontrar a mi némesis: el ají seco chino. Basta una cucharada para comenzar a toser y aunque apresuradamente engullo una cucharada de arroz blanco sé que es una batalla perdida. Al igual que en Chinatown de Chicago, al igual que en el Four Seas, nuevamente debo claudicar. 

Cerdo con muy choy
No importa, el picadillo de carne (o taco chino) es el catalizador adecuado para calmar el infierno en mi boca. La lechuga aporta frescura, un toque de hoisin le da alegría pero es la grasa de la salchicha china lo que me deja más que satisfecho. No es un plato que suela encontrarse fácilmente en los chifas y por eso le doy dos pulgares arriba. Sigue el cerdo con muy choy, un guiso que exige cierto nivel de tolerancia para el comensal peruano promedio. Los cortes de cerdo son cocidos en baño maría y esto le deja una textura muy suave pero viene con toda la grasa y piel del cerdo. Allí donde está la grasa está el sabor pero no es algo a lo que estemos muy acostumbrados los peruanos ¿O sí? 

Leche frita
Hablar de postres en los chifas equivale casi a una leyenda urbana. Aparte de las naranjitas chinas y los lychee de conserva no hay mucho para escoger (error, el chifa Titi tiene un helado de lychee que es para morirse) pero acá tenían un as bajo la manga: la leche frita. Una variedad de crema pastelera congelada que luego se empaniza y se fríe. La idea funciona pero el bocadillo pide más. No sé, azúcar en polvo, canela, algo que le dé un twist para que seduzca más al cliente. También pedí unos bocadillo de camote cuya textura raspaba la garganta y no provocaba seguir comiendo.

En cuanto al servicio definitivamente es un punto a mejorar. Al menos el mozo que atendió a mi mesa no atinaba a hacer ninguna recomendación. Incluso cuando se le pidió que vaya a la cocina para averiguar si el chef deseaba preparar un plato especial nos miró como si le hubiéramos hablado en esperanto. Vamos, algo de proactividad es deseable, no le pido que recite cuantas regiones hay en China pero al menos que sepa cuál es la especialidad de la casa. En fin tampoco es un punto en el que destaquen muchos chifas y lo asumo con tranquilidad. La experiencia en A su gusto no deja de tener interés siempre y cuando pidan la carta china y deseen aventurarse. A veces es bueno correr riesgos. Pero no muchos.

Ah su gusto queda en Av. Aviación 2786, San Borja.
Teléfono: 224-7976
Ticket promedio: S/.50.00 por persona
Estacionamiento: Delante del local. No vigilado.
Volvería: Quizá por la leche frita y para vengarme de ese ají seco. He dicho.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Nunca he podido con el ají, no lo paso. Con olerlo solamente, comienzo a estornudar y no paro. No entiendo a quienes comen ají, siento que pierden el sabor en medio del fuego que no deja percibir nada más.