lunes, 4 de diciembre de 2017

Symposium II (Renacimiento)

Cuatro años me tomó regresar a este restaurante.  Que se lo agradezcan a la lista Summum y a los seguidores del blog, quienes me acompañaron en esta aventura.

Detalle del salón posterior.
Estoy de vuelta en Symposium. Ha pasado mucho tiempo desde mi última visita, aquella vez cuando salí echando pestes luego de un olvidable almuerzo. El tamaño de las porciones, la preparación de los platos y la cuenta resultante no llenaron las expectativas que tenía de un restaurante tan recomendado. Quedó como tarea pendiente volver con un cliente habitual para que me guiara por los oscuros vericuetos de una carta con platos tan especiales, más todo quedo en el olvido.

Sin embargo, habíendome planteado como objetivo visitar todos los restaurantes del Top 20 de la lista Summum me vi en la obligación de visitar Symposium. Los precios de carta siguen siendo elevados como para desalentarme de ser un cliente habitual, aunque esta vez he regresado con refuerzos. 

Focaccia. Agnolotti del plin.
Orechiette con brocoli. Ravioles de azafrán
Mientras decidimos que ordenar aparece el mozo con la focaccia de la casa (S/.10.00 por persona). Para entretener el estómago sirven, sobre todo cuando le dan un toque de aceite de oliva importado.

La jornada empieza con los agnolotti del plin (S/.55.00), pasta de origen piamontés cuyo nombre se debe a la manera en la que se hacen, "peñizcando" dos láminas de pasta. El generoso relleno está hecho con tres tipos de carne, la porción se ve pequeña pero les garantizo que se ve van a llenar. Los orecchiete con broccoli (S/.43.00) son recomendables sólo para los que toleran esta verdura. El sabor es tan intenso que deja en segundo plano a los vongole, uno de mis ingredientes favoritos, pero es más un tema de gusto que de error en la ejecución. No me convencen los bordes de la pasta, se nota que le faltó cocción. Los ravioles de azafrán rellenos de trufa (S/.48.00) son ideales para quienes están familiarizados con esos dos ingredientes tan cotizados. Funcionan como experiencia didáctica aunque no me dejan ninguna sensación memorable.

Risotto al nero di seppia. Spaghetti alle vongole.
Ossobuco con polenta. Maialino al marsala.
De fondo llega un risotto acquerello al nero di sepia (S/.72.00). El uso de arroz acquerello ya le da una nueva dimensión este plato. Esta variedad resulta en un grano resistente al proceso de cocción y que absorbe todo el sabor de ese intenso fondo de mariscos. Es obligatorio pedir los spaghetti alle vongole (S/.44.00) para todos los que son fans de este molusco. Aquí le agregan un toque de limón y hojas de mostaza que refuerzan el sabor de plato. Para los carnívoros está el infalible ossobuco con polenta (S/.57.00). La carne se deshace con el tenedor, la textura soñada del comensal peruano y está el tuétano entero para que no desperdicien un solo bocado. La polenta está en el plato sin mayores ínfulas, sólo funge como un acompañamiento preciso. La última palabra se la dedico al maialino al marsala (S/.75.00). Si me hubieran dicho que en un restaurante italiano iba a encontrar un corte de cerdo tan bien ejecutado no lo habría creído. La foto vale por cien palabras y sólo agregaré que este plato ya representa en sí una poderosa razón para volver cuanto antes a Symposium.


Uovo di cioccolato.
Se cierra la cena con dos postres muy diferentes. El huevo de chocolate (S/.37.00) es un postre que debe admirarse antes de probarlo y que ya es candidato fijo a estar en la lista de los mejores postres del año. La delgada cáscara de chocolate viene con una "yema" de sabayón al marsala, una crema delicada con el toque preciso de licor. El emplatado se completa con unas tiras de masa formando un nido.   La porción es justa para compartir y cerrar una noche espléndida. Muy diferente es mi apreciación respecto al semifreddo de pistacho (S/.39.00). Un postre árido en términos de sabor, emplatado y que además llega tibio (¿?) a la mesa. No lo pidan.

Salgo más que satisfecho de Symposium. Las serias dudas que dejó mi visita anterior fueron completamente disipadas y si bien debo aceptar que el ticket promedio es un tanto elevado, el ajuste en el tamaño de las porciones justifica la relación precio calidad. Aún puede afinarse el servicio que no es todo lo obsequioso que uno espera en un restaurante con tales credenciales. No caeré en el maniqueísmo de afirmar que es el mejor restaurante italiano pero sí es una opción que deberían visitar para celebrar una ocasión especial o conocer otras opciones más trabajadas de la comida italiana.

Symposium queda en Santa Luisa, San Isidro.
Horario: Lunes a sábado de 12.30 a 15.300 y de 19.00 a 23.00
Entradas: S/.33.00 - S/.61.00 Fondos: S/.42.00-S/.89.00 Postres: S/.26.00 -S/.39.00
Teléfono: 221-3397
Estacionamiento: En plena calle.
Volvería: Buena pregunta. Sí, aunque debe reservarse un presupuesto aparte.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Realmente, una visita a este restaurante necesita presupuesto propio.