sábado, 11 de agosto de 2018

De por qué es bueno hacer planes

Bien decía mi abuela: "no por mucho madrugar se amanece más temprano"

Vista de Mercado 28
Estoy parado en medio de Mercado 28 con un silencio llenecito de pregunta. La mitad del local está en pleno desarrollo, léase construcción, y en la otra mitad solo hay opciones para picar, léase saludables (cof, veggie, cof). Si a eso le agrego que un frío infernal se cuela por todos lados y nadie atina a prender un calentador, pienso que debí esperar algunas semanas antes de caer por acá.

Es cierto que en sus redes anunciaron que recin había empezado la marcha blanca, pero algo me dice que pecaron de optimismo. ¿O será que elegí una mala hora? Porque siendo ya el mediodía, mi apetito no perdona y como no hay mucho que escoger aparte de sándwiches, focaccias y macarrones tengo que improvisar un plan de emergencia. Felizmente cruzando la pista se encuentra uno de mis locales favoritos que, obviamente, no es la cafetería con nombre de santo.

12: 35 Improvisación
Barra de montaditos. Rocoto relleno.
Entro a Tanta y mentalmente ya tengo mi orden lista: dos montaditos y un plato de fondo. Por si no lo sabían, en este restaurante tienen una variada selección de bocadillos que funcionan perfecto como abrebocas. Bruschettas veggie o con proteína, causitas de pescado o pollo, empanaditas y no paro de contar. Incluso para los que buscan algo contundente hay también leches de tigre o pastel de choclo. 

Ordeno un rocoto relleno, más por curiosidad que por antojo. Cuando me lo traen empiezo a pensar que en Tanta a veces tienen un problema con el emplatado,  no me queda claro aún si es exceso de creatividad o furia del cocinero. Sin embargo, el plato es todo lo sabroso que anticipaba, el generoso relleno de carne picada, no molida, la sazón precisa y el nivel de picante que me hace suspirar de emoción. Listo, ahora ya estoy satisfecho como para ir en busca de un postre. Lo siento, esta vez no habrá un café americano.

Tanta queda Vasco Núñez de Balboa 660 , Miraflores.
Volvería: Siempre, soy fan de Tanta, aunque más del local de Chacarilla.
Estacionamiento: Valet parking.

13: 15 Impaciencia
Acanalados. Degustación de postres.
De vuelta en Mercado 28 ahora me toca saciar mi antojo de dulce con los postres de la Verité Patisserie. La vitrina promete, hay postres clásicos y algunos más elaborados, lo cual no hace sencilla mi elección. Ordeno tres postres para comenzar y algo no termina de cuadrarme. ¿No tienen platos? ¿En serio? Al menos unos descartables hubieran comprado pero servírmelos en el cartón del display me hace levantar las cejas. En fin, marcha blanca que le llaman.

El suspiro limeño viene en la porción correcta y tiene el nivel de dulce preciso como para no empalagar. Tiene unos trocitos de galleta que aportan una inesperada textura crocante. Paso de la tarta de peras porque la corteza está tan dura que se hace necesaria un cuchillo de sierra para cortar una porción. La creme bruleé con chocolate me devuelve la fe, la combinación funciona de sabores y textura funciona adecuadamente. Termino con unos acanalados, aunque me hace falta un café americano que redondearía la experiencia. 

En resumen, tenía otra idea cuando decidí venir a Mercado 28. Digamos que aún faltan afinar varios detalles, pero será cuestión de tiempo. Lo único que les aconsejo es revisar sus redes para asegurarse los horarios de atención y la disponibilidad de locales. Otro tema, vengan abrigados porque las mantitas que han puesto en las bancas no son suficientes y conseguir una es peor que la guerra por el Trono de Hierro. Ustedes entienden.

Mercado 28 queda en Vasco Núñez de Balboa 755, Miraflores.
Volvería: Apenas sepa que ya todos los locales atienden y, sobre todo, que cambie de estación.
Estacionamiento: Valet parking.

14:30 Imaginación
Vitrina de Tacoyaki Perú.
Mochis. Yucamochi de coco.
Visto que el plan original de probar todas las opciones de Mercado 28 falló estrepitosamente es momento de aprovechar el tiempo disponible.

Ubicado a cinco minutos de Plaza San Migue, Tacoyaki Perú es un pequeño local que ofrece gran variedad de platos japoneses tradicionales.  Pueden encontrar obento, makis y sopas como el ramen y la soba. Si bien cuentan con una pequeña barra, la propuesta invita más a comprar para llevar.

Yo estoy acá siguiendo la recomendación de una amiga japonesa quien sabe de mi afición por los mochis. Sí, ese pequeño postre hecho con harina de arroz glutinoso y relleno con diversidad de ingredientes. La masa es suave y fresca, el relleno de frutas o chocolate cumple con mis expectativas. Es difícil elegir un . Sin embargo había un as bajo la manga: el yucamochi. Este budín de yuca no es sencillo de encontrar y después de haber probado varias recetas puedo decir que este es la mejor versión que he probado. Está claro que debo regresar a Tacoyaki Perú, mientras más pronto mejor y esta vez sí para probar todo lo que hay en vitrina.

Tacoyaki Perú queda en Cipriano Dulanto (ex La Mar) 1955 , Pueblo Libre.
Volvería: Sí, hay varios platos que me interesa probar.
Estacionamiento: No hay. Aunque cruzando la pista hay bastante espacio disponible.

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