sábado, 16 de febrero de 2019

Trattoria Don Vito (Del romanticismo y otras hierbas)

Ya pues blogger, más de diez años escribiendo ¿Y aún no visitas Trattoria Don Vito? No tengo una respuesta adecuada para ese reclamo. 

Fachada del local
Según la lista Summum 2018, Trattoria Don Vito es uno de los cinco mejores restaurantes de comida italiana del Perú. Según los diversos comentarios es el restaurante romántico por excelencia. A ver: comida italiana, ambiente con iluminación tenue y música clásica de fondo. ¿Qué más se puede pedir? 

Trattoria Don Vito lleva ya varios años de existencia en el mercado. Sobrevivir a las crisis económicas, al ya olvidado boom gastronómico, y a las idas y venidas de la competencia es ya un mérito. Cuando entro al local, me queda clarísimo por qué siempre lo definen como un clásico. Mesas con mantel blanco, la decoración es antigua y los mozos han visto pasar ya varios calendarios. ¡Vamos a lo importante!

Verduras encurtidas. Langostinos a la sorrentina.
Champiñones rellenos. Pizza de chorizo parrillero.
Empieza la jornada con pan al ajo y encurtidos (S/8.00 por persona). El pan al ajo es una entrada ubica en los restaurantes italianos de Lima, quizá por la afición tan limeña al queso derretido, aunque para mí es completamente prescindible. La sorpresa viene con las verduras encurtidas. Si mi madre hubiera visto, no le habría tomado un segundo soltar la carcajada. ¿Así que mi hijo no come brocoli, pimiento ni aceitunas? Algo tienen estos encurtidos que tranquilamente pediría una porción para llevar.

De entrada pido unos langostinos a la sorretina en salsa de berros (S/49.00), un plato bien logrado por donde se lo mire. La presencia de dos salsa no agobia, al contrario dejan en segundo plano a los langostinos y yo trato de ubicar al mozo para que traiga una porción adicional de tostaditas y no desperdiciar  una sola sola cucharada de esa deliciosa crema de berros. Es un ingrediente que no suele verse mucho en Lima y me quedo pensando como funcionaría este plato en una versión vegetariana. Siguen unos champiñones rellenos de pulpa de cangrejo gratinados con parmesano (S/36.00), entrada sencilla que no trae mucha y funciona como una opción adecuada para compatir.

Ordeno una pizza personal solo para confirmar como trabajan las masas y evaluar la calidad de ingredientes que usan. La pizza de chorizo parrillero (S35.00) no es una opcíón para estómagos ligeros. A la clásica combinación de mozarella, pomodoro se le agrega  espinacas, peperoncino, chorizo parrillero y un huevo a la inglesa. La combinación es ambiciosa y mejor si la comparten pues así no se llenarán. La masa es crujiente sin llegar al extremo de ser una lámina como suele pasar en otros restaurantes.

La sección de fondos trae algunas sorpresas. Entre las infaltables opciones de comida italiana tradicional hay algunos resquicios para la fusión. No se sorprendan de encontrar incluso un lomo saltado. Yo me voy a la segura con unos paghetti con pato affumicato del Venetto (S/56.00). Es un plato sabroso y bien logrado por el dominio que ejerce el ahumado de pato. Tengan uidado con el tamaño de la porción, que está bastante lejos de ser personal. Sigue una soberbia canilla de cordero al syrah (S/62.00). La ejecución del plato es óptima, la carne es suave y se desprende del hueso sin necesidad de usar cuchillo. Un pastel de papas bastante ligero es el acompañamiento preciso de estos sabores. Termina la revisión de los fondos con un medallón de lomo relleno de mozzarella y champiñones (S/62.00), opción ideal para los que desean comer en exceso. Ver el empanizado desprendiéndose no es buena señal aunque el plato me dejó buen sabor de boca. Eso sí yo recomendaría cambiar la pasta a la crema por algo más sencillo que no aturda el paladar. ¿Aglio-olio quizá?

Ya me habían comentado en varias ocasiones sobre el famoso carrito de crepes. El mozo se toma el trabajo de hacer las crepes delante de cada cliente y, si la receta lo lleva, usando licor para el flambeado. Exceptuando al Valentino no tengo referencia de otro local que brinde este servicio y le aporta valor agregado a la experiencia gastronómica. Los crepes de mango y maracuyá (S/32.00) me convencieron aunque la presencia de helado industrial me dejó un ligerísimo sinsabor de boca. La creme brulee (S/25.00) sigue el mismo tratamiento de ser trabajada con el soplete al momento y no trae mayo novedad, es un postre muy sencillo como para fallar en la ejecución.  El tiramisú (S25.00) solo hace acto de presencia en la mesa, sin mucho esfuerzo pueden encontrar mejores versiones a un precio más realista.


Me voy de Trattoria Don Vito con la satisfacción de haber saciado mi curiosidad luego de tantos años.Es un restaurante clásico en toda su extensión y que ha sabido aprovechar muy bien este rótulo para crear una clientela cautiva. La carta me dejó con buen sabor de boca, pero la atención a la mesa podría mejorar, teniendo en cuenta que su clientela exige algo especial de acuerdo a la ocasión. tenga cuidado con el tamaño de las porciones que en algunos casos se me antojan exageradas. En todo caso prescindan del pan y las entradas para poder llegar a la estación de crepes, espectáculo que vale la pena presenciar. Los precios de carta no son nada módicos y hay que elegir con cuidado para que la cuenta no se eleve al menor descuido y no se les ocurra llevar un vino porque el descorche (S/50.00) se me antojó bastante elevado. En fin, para el amor no hay presupuesto que valga.


Trattoria Don Vito queda en Martín Dulanto 111. Miraflores
Horario: Lunes a domingo de 12:00 a 23:00
Precios: Entrada (S/32.00 - S/42.00) Fondos (S/42.00- S/72.00) Pizzas (S/58.00 - S/64.00) 
Postres (S/25.00 - S/34.00)
Teléfono: 445-8186
Volvería: Solo en ocasiones especiales.

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