sábado, 20 de febrero de 2010

La Bonbonniere (La vie en rose)

Gourmet Deli es uno de mis sitios favoritos para comer en Lima porque cada vez que entro siento que estoy en otro mundo. Te atienden como si fueras el único cliente, te sonríen, te engríen y hacen todo lo humanamente posible para que te sientas bien. Claro que dependiendo de una marca como el Swissôtel no extraña ese nivel de atención. Pensé que no encontraría otro lugar donde sintiera lo mismo hasta que un día llegué a La Bonbonniere, el restaurante de Marisa Giulfo.Este post debió salir antes del 14 de febrero. Ese día uno busca un lugar perfecto, elegante y que contenga algo de magia para celebrar esa comercial fecha. Pero debo ser honesto, la invasión de parejas que ocupa los restaurantes puede convertir una velada de ensueño en una pesadilla de Elm Street. Así que prefiero publicar la reseña ahora y lo tengan de referencia en el futuro para una ocasión especial. Un restaurante perfecto se nota desde la sonrisa de la anfitriona en la entrada hasta el último rincón donde posen la mirada. Describir la carta es algo complicado. Diría que es como un San Antonio pero más elegante y con el adicional de platos de fondo para almorzar. Ese día quise probar mi suerte y me decidí por opciones que generalmente no consumo. Para empezar pedí una ensalada de frutas. Nunca he visto frutas tan bien presentadas ni con ese inigualable aspecto de frescura. Yo que soy un espeso para comer frutas y que invento mil y un pretextos para no hacerlo (“tiene cáscara”, “tiene pepa”, “está ácida”, "está arenosa") devoré hasta las rodajas de kiwi. De acompañamiento pusieron dos jarritos conteniendo yogur y miel. Fue una estupenda manera de iniciar la velada.

Luego pedí un sándwich de jamón glaseado. ¿Qué tan difícil es poner unas tajadas de jamón dentro de un pan de molde tostado en el punto perfecto? Diría que cualquier persona lo puede hacer pero muy pocos pueden conseguir el sabor que probé. Es un delicioso jamón con un toque de dulce y un toque de salado. La presentación es simple pero no pierde esa imagen sofisticada, característica vital de este restaurante.

El segundo plato fue papardelle con ragout de cordero. Es mi primera experiencia comiendo cordero y espero que las siguientes sean igual de buenas. La carne estaba cocida a ese punto legendario, mencionado por muchos, en el que no se necesita cuchillo para cortarla. La sazón del plato era bastante suave y combinaba perfecto con los papardelle. Después de todo eso quedé tan lleno que no tenía espacio para probar sus famosos postres.

Los precios de carta son bastante elevados pero están completamente justificados por el ambiente tan elegante, la atención esmerada y el buen sabor de los platos. Yo acudí un día de semana así que el local no estaba muy concurrido. Me gustaría evaluar su nivel de atención en el fin de semana cuando todas las mesas estén llenas. También debo mencionar que esta reseña se refiere sólo al local de Chacarilla. Sé que tienen otro local en San Isidro pero aún no lo conozco. Suficiente con todo lo que bueno que vi en este. Además, queda cerca de mi casa.

La Bonbonniere queda en Av. Primavera 617, San Borja.
Teléfono: 372-5742

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me quedó pendiente, lo tenía en la lista, pero como tantos otros quedaron para otro viaje con mucho mas tiempo en Lima.
Escuché que era excelente y queda confirmado con tu visita.
Lástima que no probaste postres pero se podría decir que comenzaste con uno.
Saludos!

Gabriela dijo...

Yo conozco un local en San Isidro, frente a lo que era la Clínica Italiana. Tal vez sea ese el local al que te refieres.
Solamente fui una vez, y recuerdo que todo fue simplemente delicioso.
¡Saludos!

Renzo dijo...

Estimada Katia

El tiempo es tirano despiadado en los viajes. Pero viendo las fotos de tu Facebook me doy cuenta que has comido muy bien.

Saludos


Estimada Gabriela.

Gracias por el aporte. Me alegra saber que tienen el mismo nivel de atención y que disfrutaste de una buena velada.

¡Saludos!

albertoarq5 dijo...

El chocolate ideal para este invierno. Simplemente delicioso.

Unknown dijo...

En la Bonboniere nos preguntaron si queríamos panecillos. Dijimos q si porque pensamos q eran un detalle de la casa. Cunado nos llegó la cuenta habían costado 12 soles por 6 mínimos pancitos. Reclamamos y nadie se preocupó de nuestro lógico disgusto. No pensamos regresar después de ello.