Actualización 08.12.10
Katia Documet de Cocineros Impunes me dijo una vez: No existen restaurantes malos o buenos sino aquellos que logran mantener la calidad a lo largo de los años. Eso es lo que sentí hoy cuando almorcé en Las Mesitas, un restaurante de comida criolla al que le tenía cierta consideración. Tal parece que confundieron el término feriado "no laborable" con "no comestible"
A veces no entiendo como algunos restaurantes pueden esfozarse en atender tan mal y echar a perder un almuerzo. Para resumir el post que no pienso escribir: Una jarra de chicha avinagrada, platos principales que parecían de menú de cinco soles y unos postres para el olvido (Un pye de limón todo desarmado y el relleno con textura de flan. Les advierto, sabe más horrible de lo que suena.)
Quiero pensar que fue un error. Quiero pensar que como era feriado el cocinero se tomó el día. Quiero darles el beneficio de la duda. Pero no pienso poner en juego el prestigio del blog recomendando un sitio que no se respeta a su tradición. Lo siento por Las Mesitas pero entra como candidato a la lista negra. Con los postres no se juega.
No entiendo como tuvieron que pasar 25 años para que volviera a comer en este restaurante. Aún recuerdo esa ocasión en que mi mamá me introdujo a rastras en este local para que comiera un tamal ("¡No me gusta! ¡Tiene aceituna, guaj!"). Esta vez también dije "guaj" cuando encontré la aceituna en el tamal pero la pequeña diferencia es que ahora yo pago mis cuentas y puedo comer todos los postres que se me antojan. Es increíble que un local mantenga su calidad a lo largo de tantos años, pero más increíble es que nadie me lo haya recomendado nunca. Por eso les pido que ni lean el post. Vayan de frente a comer y disfrutar de todo lo bueno que brinda este restaurante de comida criolla.
Su mayor virtud es la gran variedad de platos que pueden encontrar en la carta. Comenzando por las entradas ofrecen ocho variedades de tamales y humitas. Algo que no he visto en ningún otro restaurante pues son preparadas de acuerdo al estilo de diferentes zonas del país. Tampoco dejan de lado las clásicas entradas, papa a la huancaína, salpicón de pollo y papa rellena. Prometo volver en invierno a probar su sopa a la minuta. En los platos principales encontrarán los clásicos de la comida criolla, comenzando por la sangrecita, pasando por el combinado con frijoles hasta llegar a un sorprendente rocoto relleno. También hay postres pero se merecen un párrafo aparte.
Sus tamalitos y humitas son buenísimos. Pueden sentir el maíz molido, sabor casero y una sazón moderada. Pueden escoger relleno de pollo, chancho o queso en el caso de las humitas. Si no están seguros qué variedad pedir consulten al mozo. Tienen un buen servicio y son suficientemente pacientes para explicar los ingredientes que diferencian cada variedad. También he probado su ocopa pero no me impresionó. La crema tenía buena textura y un punto de ají moderado pero le faltaba ese sabor ahumadito que tienen las verdaderas ocopas y huancaínas. Resultó una entrada que puedo encontrar en cualquier restaurante de menú.
Al momento de pedir el segundo plato escogí un seco de res a la huachana y, con todo el riesgo que implica, un arroz con pato a la chiclayana. Hago mención al riesgo porque este plato, oriundo de Chiclayo, no se lleva bien conmigo. Los que he probado hasta el momento resultaron verdaderos esperpentos. Pero el que me sirvieron aquí fue un plato muy cumplidor. Inicialmente el arroz me pareció algo desabrido pero había un pequeño detalle. La presa de pato venía con una salsa de sazón bastante fuerte que al mezclarse con el arroz producían un plato de agradable sabor. Si a eso le agregaba un poco de ají especial entonces aparecía un plato ganador. No extraordinario pero sí recomendable.
El seco de res sí que estuvo muy bueno. Las yucas estaban, como dicen las abuelas, algodón, suaves y perfectas como acompañamiento. La salsa del seco tenía esa textura que denotaba una larga cocción con el resultado de un sabor muy concentrado. La carne esta cocida en el punto ideal, muy blanda y sin darme problemas para comerla. Quizá objetaría el tamaño de la porción pero teniendo en cuenta que el almuerzo incluiría entrada y postre fue más que suficiente.
Para terminar con el banquete decidí pedir postres diversos. Y es aquí donde fácilmente podría escribir una segunda parte de esta reseña, dedicada exclusivamente a la gran variedad de dulces criollos que pueden encontrar. Están los clásicos arroz con leche, mazamorra morada, frijol colado. También los desconocidos ranfañote, tajadón trujillano y la humita de Yungay. Pero si son golosos también podrán verse sorprendidos con un cheesecake de sáuco, la bruselina de chocolate y una intrigante torta de higos. Como verán tienen hartas opciones para escoger y disfrutar. Por eso no tiene mucha importancia que las porciones de los platos principales sean pequeñas. Hay que guardar espacio para lo bueno.
Recomendaría en primer lugar su arroz con leche, cocido en un término perfecto, con un sabor delicioso y un toque de cáscara de naranja. Luego me liquidaron con la torta acaramelada de manzana, un postre completamente desconocido para mí. Es una especie flan que adentro lleva un bizcocho de manzanas y pasas. Encima tiene una capa de caramelo y ese sabor quemadito que tanto disfrutan los aficionados de la crema volteada. Su leche asada estuvo muy cumplidora pero debo destacar que se notaba el toque de pisco lo cuál le daba un sabor más fresco. La costrita de encima, la parte "quemadita", hará las delicias de los aficionados a los postres caseros.
Para terminar les dejo un dato final. Puedo quedar impresionado con la comida de un restaurante y reventarle hartos cohetes pero jamás olvido el deber que tengo como blogger. Tengo que mencionar que el sabor de la chicha no estaba muy fresco. Quizás se olvidaron que estamos en verano y no la refrigeraron. Lo considero un error infantil pero ustedes tengan cuidado y si no están de acuerdo con el gusto exijan el cambio o pidan otra bebida. Las Mesitas resultó un restaurante con gran variedad de platos, precios módicos y buena calidad de comida. Aún me falta probar otros platos principales pero ya tiene mi visto bueno por sus postres. Me recuerdan lo dulce que puede ser la vida a veces.
Las Mesitas queda en Av. Grau 341, Barranco
Teléfono 477-4199
Katia Documet de Cocineros Impunes me dijo una vez: No existen restaurantes malos o buenos sino aquellos que logran mantener la calidad a lo largo de los años. Eso es lo que sentí hoy cuando almorcé en Las Mesitas, un restaurante de comida criolla al que le tenía cierta consideración. Tal parece que confundieron el término feriado "no laborable" con "no comestible"
A veces no entiendo como algunos restaurantes pueden esfozarse en atender tan mal y echar a perder un almuerzo. Para resumir el post que no pienso escribir: Una jarra de chicha avinagrada, platos principales que parecían de menú de cinco soles y unos postres para el olvido (Un pye de limón todo desarmado y el relleno con textura de flan. Les advierto, sabe más horrible de lo que suena.)
Quiero pensar que fue un error. Quiero pensar que como era feriado el cocinero se tomó el día. Quiero darles el beneficio de la duda. Pero no pienso poner en juego el prestigio del blog recomendando un sitio que no se respeta a su tradición. Lo siento por Las Mesitas pero entra como candidato a la lista negra. Con los postres no se juega.
No entiendo como tuvieron que pasar 25 años para que volviera a comer en este restaurante. Aún recuerdo esa ocasión en que mi mamá me introdujo a rastras en este local para que comiera un tamal ("¡No me gusta! ¡Tiene aceituna, guaj!"). Esta vez también dije "guaj" cuando encontré la aceituna en el tamal pero la pequeña diferencia es que ahora yo pago mis cuentas y puedo comer todos los postres que se me antojan. Es increíble que un local mantenga su calidad a lo largo de tantos años, pero más increíble es que nadie me lo haya recomendado nunca. Por eso les pido que ni lean el post. Vayan de frente a comer y disfrutar de todo lo bueno que brinda este restaurante de comida criolla.
Su mayor virtud es la gran variedad de platos que pueden encontrar en la carta. Comenzando por las entradas ofrecen ocho variedades de tamales y humitas. Algo que no he visto en ningún otro restaurante pues son preparadas de acuerdo al estilo de diferentes zonas del país. Tampoco dejan de lado las clásicas entradas, papa a la huancaína, salpicón de pollo y papa rellena. Prometo volver en invierno a probar su sopa a la minuta. En los platos principales encontrarán los clásicos de la comida criolla, comenzando por la sangrecita, pasando por el combinado con frijoles hasta llegar a un sorprendente rocoto relleno. También hay postres pero se merecen un párrafo aparte.
Sus tamalitos y humitas son buenísimos. Pueden sentir el maíz molido, sabor casero y una sazón moderada. Pueden escoger relleno de pollo, chancho o queso en el caso de las humitas. Si no están seguros qué variedad pedir consulten al mozo. Tienen un buen servicio y son suficientemente pacientes para explicar los ingredientes que diferencian cada variedad. También he probado su ocopa pero no me impresionó. La crema tenía buena textura y un punto de ají moderado pero le faltaba ese sabor ahumadito que tienen las verdaderas ocopas y huancaínas. Resultó una entrada que puedo encontrar en cualquier restaurante de menú.
Al momento de pedir el segundo plato escogí un seco de res a la huachana y, con todo el riesgo que implica, un arroz con pato a la chiclayana. Hago mención al riesgo porque este plato, oriundo de Chiclayo, no se lleva bien conmigo. Los que he probado hasta el momento resultaron verdaderos esperpentos. Pero el que me sirvieron aquí fue un plato muy cumplidor. Inicialmente el arroz me pareció algo desabrido pero había un pequeño detalle. La presa de pato venía con una salsa de sazón bastante fuerte que al mezclarse con el arroz producían un plato de agradable sabor. Si a eso le agregaba un poco de ají especial entonces aparecía un plato ganador. No extraordinario pero sí recomendable.
El seco de res sí que estuvo muy bueno. Las yucas estaban, como dicen las abuelas, algodón, suaves y perfectas como acompañamiento. La salsa del seco tenía esa textura que denotaba una larga cocción con el resultado de un sabor muy concentrado. La carne esta cocida en el punto ideal, muy blanda y sin darme problemas para comerla. Quizá objetaría el tamaño de la porción pero teniendo en cuenta que el almuerzo incluiría entrada y postre fue más que suficiente.
Para terminar con el banquete decidí pedir postres diversos. Y es aquí donde fácilmente podría escribir una segunda parte de esta reseña, dedicada exclusivamente a la gran variedad de dulces criollos que pueden encontrar. Están los clásicos arroz con leche, mazamorra morada, frijol colado. También los desconocidos ranfañote, tajadón trujillano y la humita de Yungay. Pero si son golosos también podrán verse sorprendidos con un cheesecake de sáuco, la bruselina de chocolate y una intrigante torta de higos. Como verán tienen hartas opciones para escoger y disfrutar. Por eso no tiene mucha importancia que las porciones de los platos principales sean pequeñas. Hay que guardar espacio para lo bueno.
Recomendaría en primer lugar su arroz con leche, cocido en un término perfecto, con un sabor delicioso y un toque de cáscara de naranja. Luego me liquidaron con la torta acaramelada de manzana, un postre completamente desconocido para mí. Es una especie flan que adentro lleva un bizcocho de manzanas y pasas. Encima tiene una capa de caramelo y ese sabor quemadito que tanto disfrutan los aficionados de la crema volteada. Su leche asada estuvo muy cumplidora pero debo destacar que se notaba el toque de pisco lo cuál le daba un sabor más fresco. La costrita de encima, la parte "quemadita", hará las delicias de los aficionados a los postres caseros.
Para terminar les dejo un dato final. Puedo quedar impresionado con la comida de un restaurante y reventarle hartos cohetes pero jamás olvido el deber que tengo como blogger. Tengo que mencionar que el sabor de la chicha no estaba muy fresco. Quizás se olvidaron que estamos en verano y no la refrigeraron. Lo considero un error infantil pero ustedes tengan cuidado y si no están de acuerdo con el gusto exijan el cambio o pidan otra bebida. Las Mesitas resultó un restaurante con gran variedad de platos, precios módicos y buena calidad de comida. Aún me falta probar otros platos principales pero ya tiene mi visto bueno por sus postres. Me recuerdan lo dulce que puede ser la vida a veces.
Las Mesitas queda en Av. Grau 341, Barranco
Teléfono 477-4199
14 comentarios:
Hola!
Pedir que no lea el post es un imposible! (me "pica" la curiosidad por saber si vas solo y consumes todo lo que luego comentas sobre el sabor o "aquel toque" especial que hallas... Bueno, es simple curiosidad eh!)
Este es otro lugar que me gustaría ir para saborear sobre todo el seco.
La semana próxima llegaré a Lima y te estoy llevando unos chocolatines para el postre. Dónde te los dejo?
Saludos
Estimada Cris.
Te contaré el secreto en algún momento. Fue muy divertido ver la cara de la moza cuando "desaparecí" los tres postres. Escribir este blog es un hobby que disfruto mucho pero también implica una responsabilidad con mis lectores y comentaristas.
El seco de res a la huachana es muy recomendable. También dale un vistazo a la vitrina de postres. A cada cual mejor.
Escríbeme al gmail: rfve30 y quedamos.
¡Saludos!
Hola Renzo
Te cuento que tuve la oportunidad de ir a las mesitas, y opino lo mismo que tú. Tiene una gran variedad de platos que no me decidia por cual escoger y bueno elegi el arroz con pato a la chiclayana; y si es cierto estaba un poco desabrido pero al mezclarlo con la salsa que lo acompaña pues la combinación quedo perfecta, ese era el secreto!. He prometido volver a este lugar para probar los demas platos y sobre todo los postres!! :).
Yo también lo recomiendo!
Besos
Ll
Hola
Ya me provocastes los tamales, humitas, a diferencia que a ti ami aun no niña no me agrada la aceituna negra la siento muy fuerte
Por lo que dices hay platos al son buensímos, avoy aprovar el seco, y dejar epacio para los postres, es el punto fuerte de toda buena comida.
Besos
Estimada Ll.
Que bueno que conozcas ese sitio. Cuéntame si has probado el rocoto relleno. Ese plato es clásico de Arequipa y acá en Lima no mucho dominan su preparación.
¡Saludos!
Estimada Maggie
Verdad que no pasa nada con la aceituna? Ja ja ja es cuestión de gustos.
En cuanto a los postres son un 10/10. A cada cual mejor
¡Saludos!
Por fin puedo terminar de leer este post, comenzaba y cuando estaba segregando jugos algo pasaba y tenìa que dejarlo para mas adelante...y ahora que terminè de leerlo, què te puedo decir? Quiero ir!!!!!!
Ese proceso de mezcla con el ajì en el seco de res a la huachana ya tendrìa que venir escrito en la carta o advertido por el mozo.
Y al momento del postre quiero TODOS!!
Amígate con las aceitunas.
Estimada Katia
Me alegra leer ese tipo de comentarios porque me doy cuenta que el blog cumple con su cometido: Dar a conocer los mejores lugares para comer.
Este restaurante me deparó buenas sorpresas, pero en los postres ya rompieron todos los límites. Postres caseros de muy buen sabory a precios módicos. Un acierto completo.
¡Saludos!
PS: Estoy seguro que la próxima vez que venga no vas a la playa. Ja ja ja...
Debo confesar que soy adicta a los postres, sobre todo los caseros. Así que solamente por eso despertaste mi curiosidad. Además tengo la ventaja de que el sitio no me queda muy lejos.
Ya te contaré el día que me anime.
Saludos.
Estimada Gabriela
En cuanto a los postres clásicos este es un lugar de paso obligado. Ya me contarás como te fue.
¡Saludos!
Renzo, te pido por favor que vayas a visitar sitios que vendan comida "light" porque a este paso vas a incrementar mi sobre peso de 8kg a 15kg hahaha. Ahora no me va a quedar más que ir a probar esa torta acaramelada.... y uno que no quiere...
Estimado Maestro Roshi
Ja ja ja lo siento no puedo ir en contra de mi esencia. Confieso que el año pasado después de las rutas a Tarapoto y Cajamarca subí algunos kilos de los que aún mo epuedo desprender.
Pero ¿sabes qué? ¡Valió la pena!
Prometo visitar un sitio vegetariano muy pronto
¡Saludos!
Tengo agradecer a sus comentarios y decirles q real mente no deben dejar de ir pues fuera de tener muy buena comida criolla tambien cuentan con postres de primera ...
Estimado Manuel
Esos postres clásicos preparados a la antigua no tienen competencia.
¡Altamente recomendables!
Pucha, acabo de ver tu actualización (de hace un año, haha). Yo que pensaba ir mañana, ya que fui luego de tu primer post y estaba bien... ahora tengo miedo!!!
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