miércoles, 16 de febrero de 2011

Aïoli (This is Sparta!)

Luego de varios meses trabajando en la zona financiera de San Isidro ya tengo un panorama bastante claro sobre los restaurantes de los alrededores. Después de haber evaluado distintas propuestas y de haber sufrido algunas decepciones puedo tranquilamente escribir sobre mi restaurante favorito. Lo reseñé exactamente hace 30 días y me prometí que volvería para evaluar el resto de su carta. Fueron tres visitas, tres platos distintos, tres postres. ¡Esto es Aïoli!

El lomo Strogonoff se merece, hasta la fecha, el número uno en mis platos favoritos de la carta. Nada iguala al momento cuando lo traen a la mesa y pueden sentir el aroma del lomo cocido con cebollas y champiñones. El punto perfecto de cocción de la carne y el equilibrio de sabores lo convierten en un plato contundente, ideal para los días viernes en que uno está más relajado y puede disfrutar tranquilamente de su almuerzo. Pero allí no queda todo. Las papas fritas de acompañamiento se merecerían un párrafo aparte. No sólo porque estaban muy crocantes sino porque estaban sazonadas con sal especial y perejil lo que le daba un toque especial.

También he probado su pescado a la parmesana. Es un filete de pescado en salsa de champiñones (¡me encantan los champiñones) con parmesano gratinado, acompañado de arroz con choclo y brócolis a la mantequilla. Este plato es obligatorio si están buscando algo ligero. Considero que no hay nada más rico que un pescado gratinado, y si a eso le suman el arroz con choclo (clásico de cebichería) y el toque de los brócolis a la mantequilla, esta una opción que dejará satisfecho hasta al más exigente.

Para terminar de evaluar la carta de Aïoli me decidí por el chaufa de pollo. Muy alejado de aquellos arroces marrones (el sillao importado da sabor no color a la comida) que estamos mal acostumbrados a comer, aquí han logrado un plato que puede cambiarles la perspectiva de lo que es un verdadero chaufa. Verduras orientales cocinadas al punto adecuado para mantener el crocante, trocitos de pollo frito y para rematar un toque de ajonjolí. Al final, y sólo es cuestión de gustos, si desean algo más sazonado pueden solicitar al mozo que traiga un pocillo de sillao. Ojo que viene en una porción generosa. Tranquilamente para compartir.

Actualización 14.04.14
Quizá alguno de los postres reseñadis ya no se encuentren en la carta. Como toda empresa que busca rentabilidad, los restaurantes siempre evalúan aquellos productos que tengan mayor acogida. En todo caso ahora pueden encontrar los postres de La Bodeguita Belga que siempre serán un hit.

Luego de haber escrito acerca de los platos principales llega el momento estelar de la reseña: los postres. Y creo que este ha sido el factor decisivo para dejar relegados a los demás restaurantes. Para mí no hay nada mejor que terminar el almuerzo con algo dulce para cambiar el sabor. En primer lugar me sorprendieron con el brownie marmoleado con queso filadelfia y acompañado de helado de vainilla. Atención porque la estupenda textura amelcochada que tenía el brownie superó todas mi expectativas. El marmoleado de filadelfia esta muy blando

Para cambiar de tono en mi siguiente visita probé los waffles, postre que no es muy común encontrar en los restaurantes. Preparados al momento (que aprendan esos restaurantes que sirven postres guardados), deliciosamente crocantes, y acompañados de una jarrita con miel de maple importada se darán cuenta que no tiene nada que envidiarle a los que sirven en Crepes & Waffles. Las comparaciones no son buenas pero ese local es mi punto de referencia para evaluarlos. Me pregunto ¿Y si lo acompañaran con una bola de helado de chocolate amargo?

El último párrafo lo debería escribir con letras doradas porque está dedicado al mejor pye de limón que he comido hasta la fecha. La presentación exquisita y la combinación de sabores lo convierten en un postre top-five. La corteza tenía una textura muy suave y un tenue sabor a mantequilla (ojo, no a margarina como en la mayoría de pyes). La crema de limón representaba el equilibrio perfecto entre el ácido del limón y el dulce de la leche condensada. Y lo que me sacó de cuadro, incluir fresas para combinar con el merengue o con la misma crema de limón es una de las ideas más afortunadas con las que me he topado en mucho tiempo.

Me voy de Aïoli con la satisfacción de haber disfrutado tres estupendos almuerzos. La variedad de su carta, la calidad de los insumos utilizados, las porciones generosas y sus postres de antología lo convierten en mi favorito. Vale la pena mencionar que como todo restaurante de San Isidro en horas punta puede convertirse en una jungla de ejecutivos así que les recomiendo llegar antes de la una y en grupos pequeños. De todos modos sigo pensando que con restaurantes así, es un gusto ser blogger gastronómico.

Aïoli queda en calle Germán Arias Schreiber 253, San Isidro.
Teléfono 222-5114.
Volvería: Sí, es un restaurante donde me siento como en casa. 

4 comentarios:

Gabriela dijo...

A mí me encanta acompañar el arroz chaufa con salsa de tamarindo. Le da un toque especial esa mezcla dulce/salado tan natural en la cocina china... que por cierto, hace tiempo no como.

Renzo dijo...

Estimada Gabriela

También he probado esa combinación. Cuando como chaufa de mariscos lo mezclo con crema de rocoto. Ufff..
Infernal. Ja ja ja

¡Saludos!

Julio Cesar dijo...

Bueno yo hoy día almorcé chaufa de mariscos y es el único arroz al que echo el limón que queda en el plato del cebiche. Parece que salí recargado de energías (y sueño -ya pasó-). Miren: Gabriela dulce, Renzo picante, yo ácido... y todo con esa maravilla llamada "arroz chaufa". A propósito hoy me crucé con un aviso de chinawok.cl (Chile) y encontré que promocionan dicho arroz como "arroz chaufán".

Renzo dijo...

Estimado JCA

El arroz chaufa es el plato por excelencia. Me cansaría de enumerar las variantes que he probado y sería mezquino de escoger sólo una.

¡Saludos!