Antes del boom gastronómico Mangos era uno de los pocos lugares que se había ganado un nombre y era de visita obligatoria si uno quería disfrutar de una buena comida frente al mar. Hace mucho que tenía ganas de visitarlo y disfrutar de sus buffet de desayuno o almuerzo. Llamé para hacer mi reserva y indicaron en un tono muiy agresivo que llegara a la hora indicada o sino la perdía. Con tales condiciones imaginé que encontraría un buffet cinco estrellas. Al final del post verán que no todo lo que brilla es oro.
El buffet consta de cinco estaciones: cereales y frutas, sándwiches fríos, sándwiches calientes, bocadillos fritos y bocaditos dulces. Comencé saludablemente con la estación de frutas. Una recomendación que le dejo al Mangos, los jugos siempre tienden a espesarse por lo que debe haber una cuchara larga para removerlos o se servirán puro bagazo. En cuanto a las frutas me quedo con el sabor fresco del mango y los membrillos en almíbar. Luego pasé a la estación de bocadillos fríos donde encontré una selección muy limitada de embutidos y quesos y algunos sándwiches que no me parecieron nada extraordinario.
Mejor me fue en la estación de bocadillos calientes. Punto a favor para sus huevos revueltos porque tenían esa deliciosa textura jugosa tan difícil de lograr. Si los acompañan de champiñones salteados y salchichas traquilamente tendrán un desayuno de vikingo. Me sorprendieron con la tortilla a la española porque le habían puesto un toque de chorizo y como estaba recien hecha la disfruté en todo su esplendor. Punto en contra para el chicharrón y los tamales porque estaban fríos. Esos errores son de novato.
Terminé en la estación de bocadillos dulces. Los waffles y las tostadas francesas bañados con un generoso chorro de miel con sabor a maple me supieron a gloria. Probé también su queque de naranja y sus muffins, con esa textura porosa perfecta para acompañar el café o infusión. A propósito de eso tienen a disposición unos termos inmensos con chocolate, café y leche calientes. Pueden divertirse un poco jugando a ser baristas y crear sus propias combinaciones de café con leche o chocolate.
Estaba satisfecho con el desayuno pero (siempre hay uno) debo mencionar algunos detalles muy lamentables. Según su página web, y lo confirmó el administrador, el buffet comienza 7.30 a.m. Sin embargo llegué a las 7.45 a.m. y noté que recién estaban armando las estaciones. No sólo eso, también tuve que aguantar un desfile de empleados, vestidos con ropa de trabajo, que entraban cargando cajas de frutas y otros productos. ¿Qué les cuesta ser honestos e indicar la verdadera hora de inicio a sus clientes para no ser testigos de escenas desagradables? Pero lograron empeorar la situación. Cuando fui a servirme un café no pude encontrar una sola taza con aspecto decente. Todas estaban quiñadas o rayadas e incluso uno de los platos tenía una despostilladura tremenda. No esperaba ver vajilla de Villeroy y Boch pero al menos revisen el estado de su menaje. Esto ni siquiera puedo considerarlo como un error sino una falta de respeto.
Tengo la impresión de que Mangos se ha confiado de su fama y su ventajosa ubicación frente al mar y han entrado en una zona de comodidad tal, que no les importa mucho lo que hacen o dejan de hacer. Si lo comparo con los desayunos de La Vista, The Observatory o Le Café pues ni siquiera pensaría volver en el corto plazo. Uno más a la lista.
El desayuno buffet está disponible los sábados y domingos de 7.30 a.m a 11.30 a.m. El costo es de S/.38.50 por persona. Obvio que no los vale.
Mangos queda en el C.C. Larcomar. Malecón de la Reserva 610, Miraflores.
El buffet consta de cinco estaciones: cereales y frutas, sándwiches fríos, sándwiches calientes, bocadillos fritos y bocaditos dulces. Comencé saludablemente con la estación de frutas. Una recomendación que le dejo al Mangos, los jugos siempre tienden a espesarse por lo que debe haber una cuchara larga para removerlos o se servirán puro bagazo. En cuanto a las frutas me quedo con el sabor fresco del mango y los membrillos en almíbar. Luego pasé a la estación de bocadillos fríos donde encontré una selección muy limitada de embutidos y quesos y algunos sándwiches que no me parecieron nada extraordinario.
Mejor me fue en la estación de bocadillos calientes. Punto a favor para sus huevos revueltos porque tenían esa deliciosa textura jugosa tan difícil de lograr. Si los acompañan de champiñones salteados y salchichas traquilamente tendrán un desayuno de vikingo. Me sorprendieron con la tortilla a la española porque le habían puesto un toque de chorizo y como estaba recien hecha la disfruté en todo su esplendor. Punto en contra para el chicharrón y los tamales porque estaban fríos. Esos errores son de novato.
Terminé en la estación de bocadillos dulces. Los waffles y las tostadas francesas bañados con un generoso chorro de miel con sabor a maple me supieron a gloria. Probé también su queque de naranja y sus muffins, con esa textura porosa perfecta para acompañar el café o infusión. A propósito de eso tienen a disposición unos termos inmensos con chocolate, café y leche calientes. Pueden divertirse un poco jugando a ser baristas y crear sus propias combinaciones de café con leche o chocolate.
Estaba satisfecho con el desayuno pero (siempre hay uno) debo mencionar algunos detalles muy lamentables. Según su página web, y lo confirmó el administrador, el buffet comienza 7.30 a.m. Sin embargo llegué a las 7.45 a.m. y noté que recién estaban armando las estaciones. No sólo eso, también tuve que aguantar un desfile de empleados, vestidos con ropa de trabajo, que entraban cargando cajas de frutas y otros productos. ¿Qué les cuesta ser honestos e indicar la verdadera hora de inicio a sus clientes para no ser testigos de escenas desagradables? Pero lograron empeorar la situación. Cuando fui a servirme un café no pude encontrar una sola taza con aspecto decente. Todas estaban quiñadas o rayadas e incluso uno de los platos tenía una despostilladura tremenda. No esperaba ver vajilla de Villeroy y Boch pero al menos revisen el estado de su menaje. Esto ni siquiera puedo considerarlo como un error sino una falta de respeto.
Tengo la impresión de que Mangos se ha confiado de su fama y su ventajosa ubicación frente al mar y han entrado en una zona de comodidad tal, que no les importa mucho lo que hacen o dejan de hacer. Si lo comparo con los desayunos de La Vista, The Observatory o Le Café pues ni siquiera pensaría volver en el corto plazo. Uno más a la lista.
El desayuno buffet está disponible los sábados y domingos de 7.30 a.m a 11.30 a.m. El costo es de S/.38.50 por persona. Obvio que no los vale.
Mangos queda en el C.C. Larcomar. Malecón de la Reserva 610, Miraflores.
Volvería: ¿Para qué?
10 comentarios:
Creo q casi casi pasa si no hubiera sido por esa taza tan fea...insisto, mi pan con chicharron y un cafecito de leche del Kio me hacen el dia, simple y extremedamente cumplidor...lo mejor es q vivo cerquita je. Saludos
Será que es el único desayuno buffet que he probado (por la cercanía a mi casa) o tal vez porque soy menos exigente (eso no lo sé) pero nunca había notado esos peros que encontraste en Mangos.
Tienes razón en lo de los huevos revueltos: tienen una deliciosa textura jugosa.
Estimado Onix
Yo lo comparo con los desayunos de hotel. En ninguno he visto escenas tan desagradables.
Y lo de las tazas fue lo último que hubiera esperado encontrar.
Saludos
PS Suerte la tuya. Hace tiempo que no voy por el Kio.
Estimada Gabriela
Como te digo que a mí tampoco me haría gracia que hablaran así de mi lugar favorito. Pero hay que ser objetivo y lamentablemente el Mangos tuvo un pésimo comienzo conmigo.
Y es cierto, yo presto atención a todos los detalles porque ir a comer no es sólo que te sirvan un plato de comida. Si así fuera viviríamos en un paraíso gastronómico.
Saludos
Jajaja...Acabo de darle de comer a tu Guanallama :)
Ja ja ja. La guanallama es lo máximo...
Y les cuento un secreto. Estuvo a punto de ser el logo del blog.
Saludos
Que bueno que exista tu blog, por que esta misma experiencia se dio cuando fui semanas atras al Mangos y me percate que las tazas estaban quiñadas y llenas de polvo que se me quito las ganas de tomar un buen chocolate caliente, y como buena observadora note que los mandiles del personal estaban sucios y la hora que llegue al local fue a primera hora es decir a las 7.30am y no habria justificacion para los mandiles sucios y mala presentacion de los recepcionistas; y me pregunte si en estas cosas hay un gran descuido, la calidad del buffet ¿ Sera realmente bueno? No volveria a Mangos luego de ver esto.
Estimado Anónimo
A esa hora había un tipo con indumentaria de equipo de fútbol revisando el buffet. Y a cada rato salia de la cocina un sujeto con el mandil más inmundo que he visto en mi vida.
¿Eso es Mangos? Hola y adiós para ese "restaurante"
Saludos
Pues yo fiel a mi estilo acabo de adoptar al oso perezozo jaja :)
Eliana
Ja ja ja
Cada quien con su mascota favorita...
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