domingo, 9 de octubre de 2011

Dánica (¡Claro que va!)

Con más de tres años de presencia en el mercado sería ingenuo presumir de haber descubierto este restaurante. Al contrario merecería una llamada de atención por haber dejado pasar tanto tiempo sin atender las recomendaciones que me hacían para visitarlo. Pero seamos sinceros, no existe nada mejor en la vida que encontrar un nuevo restaurante cuya primera impresión resulte tan gratificante. Lo primero que les va a llamar la atención es la decoración del restaurante, muy iluminada y acogedora. Colores vivos, fotos de Italia y personaje italianos y, lo que más intrigó, figuras de chanchitos por doquier (Me encantó el detalle con las figuras de Olivia en la vitrina de la entrada). Un ambiente para ideal para disfrutar de un almuerzo dominical en familia. 

Para comenzar elegí la milanesa palermitana "acholada", una sábana de lomo cubierta en pesto y mozzarella gratinada acompañada de spaghetti a la huancaína. Punto a favor de la milanesa por la textura suave de la carne y el apanado exacto. Nada que ver con esas sábanas inmensas que son más pan que carne. Punto a favor de la huancaína por lo díficil que es conseguir el sabor y textura ideal de la salsa para que se integre bien con la pasta. Este plato ya se ha convertido en un clásico de cualquier restaurante de comida peruana y felizmente en Dánica supieron prepararlo.

Luego seguí con la lasagna de carne. Considero que es un plato demasiado conocido para que no sepan cocinarlo pero en este restaurante encontraron el ingrediente secreto para mejorarlo: el queso grana padano. No necesito decir nada más, vayan y prueben esta lasagna porque está entre mis favoritas de los restaurantes italianos. Punto a favor de Dánica porque cuando pedí queso parmesano adicional vinieron con un rallador especial y me sirvieron una muy generosa porción a mi gusto.

Para el postre comencé con los waffles acompañados de miel de maple. La presentación fue impecable, los waffles llegaron calientes y muy crocantes a la mesa pero la miel de maple no me convenció. La sentí demasiado ligera en sabor y textura. Hubiera preferido que utilicen miel de abeja para un mejor resultado. También probé el tiramisú que no me llegó a convencer pero es por una mera cuestión de gusto personal ya que después de haber probado el que sirven en La Locanda difícil que puedan impresionarme con otra receta.

Tenía muy claro que una visita no bastaría para darme una idea acerca de todo lo bueno que podría ofrecer este restaurante así que regresé en busca de otras opciones. Esta vez le hice caso a mi instinto y elegí los ravioles rellenos de jugoso asado desmenuzado, cubiertos en crema de mostaza y zanahorias glaseadas. Bastó un bocado para darme cuenta que tenía un plato que tranquilamente puede llamarse especialidad de la casa. El plato es tal cual lo describen en la carta, ravioles generosamente rellenos de la carne de asado más suave y jugosa que puedan imaginar. La crema de mostaza resultó un acompañamiento perfecto pues tenía un sabor y textura muy suaves. Altamente recomendable.

El segundo plato fue una pizza Dánica, base de mozzarella y gorgonzola coronada con ensalada de arúgula, lechugas, alcachofas marinadas, champiñones y jamón, acompañada de una vinagreta estilo césar al balsámico. Parecía buena idea cuando lo leí en la carta pero en la realidad surgió un pequeño problema. La ensalada al estar servida encima de la pizza la remoja con lo cual se pierde el toque crocante de la masa. Además la arúgula resultó muy amarga para mi gusto, hubiera preferido probar sólo un mix de lechugas. Me imagino que esta pizza debe tener sus fans pero yo no la recomendaría.

Esta vez (y me costó bastante trabajo por la variedad que tienen en su carta) sólo escogí un postre: el arroz con leche Dánica acompañado con platanitos flambeados al pisco. Es díficil mejorar un postre tan clásico y casero pero utilizar el arroz árboreo en su preparación resultó una idea bastante acertada. El arroz hinchado le daba más textura al postre y el toque para cortar el dulce se lo dieron los platanitos flambeados al pisco. Punto a favor de la presentación del plato con el detalle de la tulipa de caramelo.

En resumen, Dánica es uno de los grandes descubrimientos de este año para el blog. Con lo que he visto ya lo estoy incluyendo tranquilamente en mi top ten de restaurantes favoritos. Me gusta su ambiente lúdico, la atención impecable y la carta tan variada que respeta la esencia de la fusión entre los estilos de comida peruana e italiana. Quizá sus postres no me convencieron del todo pero esto tiene que ver más con el precio que con la calidad. Mención aparte para la presencia constante del administrador quien está atento a todos los detalles y puede absolver de inmediato cualquier comentario o sugerencia que puedan tener. Si tienen que ir a un restaurante este mes, que sea Dánica. Lo firmo y lo confirmo.

Dánica queda en Av. Emilio Cavenecia 170, San Isidro.
Horario: L-S 12.30 -12:00 a.m. D 12.30 - 10:00 p.m.
Ticket promedio: S/.50.00 por persona.
Teléfono 421-1891
Volvería: De hecho. Todavía queda mucho por evaluar de su carta. El ambiente y la atención me han dejado más que satisfecho.

4 comentarios:

Gabriela dijo...

A Dánica lo tengo mezclado en mi recuerdo con algo de arrepentimiento: quedé con una amiga para almorzar ahí y por una serie de confusiones, al final no se dio. Pasado un tiempo, le propuse sacarnos el clavo y ella ya no trabajaba por ahí sino mucho más lejos.
Después de leer tu post, siento que definitivamente TENGO que ir.

Cyrano dijo...

Muy bueno, pero me quedo con la milanesa.
He descubierto una nueva dulceria para diabeticos. Tortas de todo tipo, pies, galletas, etc. Todo riquisimo. Chiquita y un poco escondida. "Zina Zukar", calle Independencia 318 of.101-Miraf.
www.zinazukar.com

Renzo dijo...

Estimada Gabriela

Tengo la impresión que Dánica aún tiene mucho más por ofrecer. Sinceramente te recomendaría que no dejes pasar mucho tiempo hasta ir por ahí.

¡Saludos!

Renzo dijo...

Estimado Cyrano

Fíjate que estoy en deuda contigo porque hasta ahora no hago la ruta "sin azúcar"

Lo peor es que el tiempo está en guerra conmigo porque las próximas semanas están planificadas al milímetro. ¡Canastos!

Saludos