Escribir los posts de Buenos Aires no hubiera sido posible sin al apoyo de personas que creyeron en mí. No mencionaré nombres, ellos saben quienes son y les agradezco mucho.
Vista del hall del hotel |
Desayuno: From dusk till dawn
Para los fans antiguos del blog es redundante mencionar cuanto disfruto los desayunos buffet de hotel. Bajar al lobby relajado después de una ducha caliente y encontrar todo listo para armar el desayuno perfecto es un gusto que no nos podemos dar muy seguido. "Blogger vago" dirán. Bueno, yo los reto a encontrar tiempo de lunes a viernes para tomar un desayuno como se debe. Misión imposible, ¿no?
Estación de frutas |
Para comenzar siempre es obligatorio darse una vuelta por la estación de jugos y cereales. Nada mejor que refrescar el paladar con un jugo de naranja y una ensalada de frutas con miel y yogur. También pueden agregarle cereales al gusto, infaltable el salvado de trigo para los deportistas. Eso sí, no esperen ver la misma variedad de frutas que en Lima. Es común ver frutos del bosque (arándanos, frambuesa, frutilla o fresa) pero no esperen encontrar nada tropical y ni sueñen con una simple papaya. Como era de esperar también tienen su estación de omelettes que se preparan de acuerdo al gusto (y creatividad de cada uno) Para mí uno de jamón y champiñones, cocido por fuera y jugoso al centro será el comienzo de un excelente día.
Estación de panes dulces |
Almuerzo: No reservations
¿El almuerzo también es buffet? ¡Bingo!
Un hotel como el Hilton no brindará sorpresas a la hora de almuerzo. Satisfacer a turistas de todo el mundo implica ofrecer alternativas que se adecúen a todos los gustos. ¿Complicado? Ni tanto.
Para comenzar es obligatorio un alto en la estación de ensaladas donde pueden encontrar una gran variedad de verduras y aliños, así como quesos y fiambres ideales para prepararse un abreboca. Obvio, no sueñen con ver el limón peruano. En la estación de platos de fondos tenían pastas y carnes a discreción (Les dije que no habrían sorpresas) La bondiola con cebollas caramelizadas no tiene nada que envidiarle a nuestra mejor carne de cerdo. Punto de cocción suficientemente jugoso como para acompañarla con un delicioso puré de calabaza. Probé también unos ravioles de verdura y mozarella en salsa fileto (puro tomate con un toque de albahaca y orégano), tan buenos que me hicieron entender que no todo es bolognesa en esta vida. En los viajes siempre se aprende algo.
Postres en mini-versiones |
Break: The sweetest thing
Así que el cronut tenía competencia.
Pastelito argentino |
Cena: Quarantine
De como los hados se pusieron en contra del blogger.
Una fuerte gripe me condenó a quedarme a la hora del cena abrigado como un esquimal en mi cuarto. No podía exponerme al frío inclemente y tuve que resignarme a pedir servicio a la habitación. Estoy siendo injusto, resignarse no es la palabra adecuada porque en el Hilton hacían lo imposible por brindar el mejor servicio en todo momento. Era yo que, debido a mi endeble estado de salud, no podía disfrutar adecuadamente de sus bondades.
Hamburguesa royal |
No me sentía con ánimos de hacer experimentos así que me fui por lo más sencillo: una hamburguesa Hilton. Con 220 gramos de carne, cebolla, pickles, queso americano, panceta y huevo. Lo mejor, el término de la carne tres cuartos, suficientemente cocida para que mantenga sus sabores naturales. El huevo estaba cocido a la inglesa como para romper la yema, remojar un pedacito de tocino crocante y morirse de felicidad. La noche siguiente probé un club sándwich con jamón de pavita, láminas de pollo, queso cheddar y aderezo de mostaza suave. Interesante, no es el clásico sándwich ahogado en mayonesa que solemos comer en Lima, hasta podría servir para los que están preocupados con las dietas.
Tartaleta de limón |
En cuanto a sus postres (estaré enfermo pero igual no iba a dejar de pedirlos) me arriesgué ordenando una tartaleta de limón. No es sencillo desconectarse la imagen que uno se ha hecho durante años del pye de limón para evaluar adecuadamente el postre. Si embargo disfruté la crema que no tenía leche condensada y el merengue italiano sin el clásico "quemadito". También probé una tartaleta de fresas y arándanos que no me convenció porque la masa estaba muy dura. Tuve que esforzarme con tenedor y cuchillo para cortarla y aunque la final igual disfruté la crema pastelera con los frutos rojos. Ni modo, nada es perfecto en la vida.
Hilton queda en Av. Macacha Guemes 351, Buenos Aires.
3 comentarios:
Aprovecho para preguntarte si sabias que cerraron el Restaurante La Mar de Gaston Acurio en New York. Lo cerraron a mediados de Agosto segun informa la revista gastronomica digital EATER (www.eater.com). Estuvo menos de dos años funcionando y al parecer ya no pudo mantenerse abierto por la poca cantidad de clientes y los enormes costos. Como debes saber hace un tiempo el respetado critico gastronomico Pete Wells hizo una critica negativa del restaurant. Ahora dice Acurio que en Diciembre va a abrir un restaurant en un Hotel de Miami
Estimado Greglim
Si lo leí pero no tengo más información al respecto. Si dijera algo sería una mera hipótesis.
¿Costos? ¿Público difícil? ¿No caló la propuesta? Que será...
Saludos
A mí me encanta remojar el pan en la leche caliente. Las tostadas quedan más ricas.
Y si pues, no hay como llegar y que todo esté listo para comer. Cuando fui a Buenos Aires me intrigó una naranja de color roja. Resulta que era una toronja, que nunca había visto de ese color ni de ese tamaño. Tuve que preguntar.
Publicar un comentario