martes, 17 de junio de 2014

Los Delfines (El optimismo sale caro)

Me acuerdo que hace algunos años visité el hotel Los Delfines para celebrar un intercambio navideño de regalos con una amiga y de paso evaluar su propuesta de desayuno buffet. Me acuerdo también que malogré la sorpresa porque llegué antes que ella y vi cuando hablaba con la anfritiona para que le ayude a esconder una caja inmensa (Ya se imaginarán que regalo era) Lo que no logro acordarme es que probé en aquel desayuno de marras. Para un blogger gastronómico eso representa un problema muy serio.

Cuando visito algunos restaurantes a veces me retiro con una sensación de indiferencia absoluta.No es que hayan sido malas experiencias, sucede que no encuentro nada destacable luego de haber probado las opciones de su carta y por más que paso una tarde pensando como hablar de ellos nada se me viene a la cabeza. Vale la pena indicar que las expectativas suelen desempeñar un papel clave y no necesariamente para bien. Luchando contra mi reticencia habitual a dar segundas oportunidades regresé a los Delfines para evaluar el buffet dominical, esta vez a la hora de almuerzo.

Causitas y coctel de langostino
En la parte de entradas encontré variedad de causitas, tapas y otros piqueos con mariscos. Voto por las causitas más que nada por su simpleza antes que por sus cualidades, como que una causa de atún nunca ganará el premio mayor en ningún concurso gastronómico. En cuanto a las tapas poner una tajada de queso o de jamón sobre una tostada se me antoja un recurso facilista para llenar espacio en el buffet. Los shots de choritos a la chalaca ni los miré, siempre le he tenido tirria a esa entrada, pero eso es un tema de gusto personal. Punto flaco de la estación, si van a ofrecer un cóctel de langostinos no espero mariscos jumbo pero tampoco que sean tan amarretes y solamente pongan un langostino en cada porción. Después de comerlo, en la copita queda una olvidable mezcla de ketchup, palta y salsa golf.

Pero las palmas (aunque no para bien) se las lleva el ceviche de mahi-mahi. Sabía que era mucho exigir una estación en vivo (aunque sí existen en los buffets de otros hoteles cinco estrellas) pero la presentación tan descuidada me hizo recordar a esos ceviches de mercado que se preparan a granel. Pasémoslo por alto y digamos que el blogger es un cargoso que se fija en detalles pero no les perdono el gusto a congeladora que tenía el pescado. Ni con el exceso de culantro pudieron opacar el sabor tan desagradable. Razón suficiente para seguir de largo en la estación de makis.

Paella a la peruana
En la estación de calientes faltó criterio para escoger los platos. Opciones como los anticuchos, el tallarín saltado y los ravioles funcionan si se preparan al momento, de lo contrario el permanente recalentado en baño maría arruinará el punto de cocción. Se salvó la paella a la peruana aunque no pasaba de ser un arroz con carne casero. El tacu-tacu escabechado ayudó a calmar el hambre porque estaba correctamente preparado al estilo de una mini-croqueta. Ojo con las costillas en salsa BBQ, estaban al nivel de franquicia porque la carne de cerdo tenía tanto sabor como si la hubieran sancochado en agua con sal. (¡Señores, dénse una vuelta por mi chifa favorito para saber que el secreto no está en la BBQ sino en la cocción!) Igual para las alitas fritas. Dos opciones para el olvido.

Estación de postres
Cualquiera diría "blogger, pero siempre quedan los postres para cambiar el mal sabor de boca" De acuerdo, pero si como primera opción tienen cupcakes y donuts por doquier al estilo de fiesta infantil no se puede esperar mucho más del resto. Colocar una tres leches de kahlúa en un bol alto fue otro error del responsable de armar el buffet. Cada vez que un cliente se servía un trozo, la torta iba desmoronándose un poco más hasta quedar hecha migajas. Vamos, un pyrex rectangular (por horrible que suene) hubiera desempeñado un mejor papel. Me quedo con el suspiro limeño a falta de mejores opciones para olvidar el mal rato. La torta de chocolate y el milhojas de manjar destacaban más por el decorado antes que la calidad.

Si bien hace mucho tiempo que perdí la fe en los buffets (excepción: La Bistecca y solamente por sus estaciones en vivo) no esperaba que un hotel cinco estrellas tenga una propuesta tan limitada. Encontrar Angus Beef o pastelería francesa es una utopía pero usar recursos tan manidos como las causitas, las alitas fritas o los cupcakes no justifican el ticket por persona tan elevado. Ahora que los delfines han sido trasladados a otro lugar los grandes ventanales no tienen mayor utilidad más que proveer de iluminación natural al salón aunque los últimos rayos de sol de la estación sean una molestia continua. El servicio fue todo lo regular que se esperaba, al menos estuvieron atentos a recoger los servicios usados pero casi al final del buffet ya no querían cambiar de cubiertos. Ahora entiendo por qué.

Hotel Los Delfines queda en Los Eucaliptos 555, San Isidro.
El buffet dominical cuesta S/.95.00 (Incluye un pisco sour de cortesía)
Horario: De lunes a domingo de 12.30 a 15:45
Estacionamiento: Sótano del hotel
Volvería: No.

12 comentarios:

Diego Arbulú dijo...

Me alojé en Los Delfines con mi enamorada por San Valentín. Muy mala experiencia. El desayuno, poco más que simplón. En 2013 pasamos San Valentín en el Swissotel y la diferencia es abismal, el desayuno del Swiss muy completo, y la atención de los mozos, de primera. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero de eso se trata el servicio, de comparar opciones.

Anónimo dijo...

Hola, estoy de acuerdo con la descripción. A mi parecer bastante grotesca la presentación.
Quisiera sugerirte (si es que no has ido ya) al buffet en la hora de almuerzo del Swiss Hotel. A mi parecer es uno de los mejores. Y tengo una consulta, has ido a Dánica? Tampoco soy de las que dan 2das oportunidades. Pero ésta semana lo hice y lo lamento en demasía. El risotto al que le revientan tantos cohetes es terrible. Los spaguettis a la carbonara era una sopa a la minuta. Saludos!

Greglim dijo...

Todos los recuerdos que tengo del hotel Los Delfines son malos, primero la controversia por haber llevado a vivir alli a varios delfines en condiciones aberrantes, despues que el hotel fue construido con dinero de la corrupcion canalizada por medio del Banco Nuevo Mundo, el dinero de miles de ahorristas fue saqueado para dar paso a las inversiones del grupo Levy. Por razones de trabajo fui un dia del año 2,002 y pude probar unos de los buffettes mas horribles que haya comido en mi vida, Obviamente nunca regresé y he borrado de mi memoria los detalles.

Daniel dijo...

Vamos, Renzo! que podemos esperar del Sr Levi (judío) y su entourage que mantienen en condiciones paupérrimas a los pobres delfines en una poza asquienta en Chorrillos... En lo personal le perdí la fé a ese Hotel hace anhos!! Ah! solo una cosa más, doy fe que en muchos mercados SI se come muy buenos ceviches, y lo último que poseen es ese saborcillo infame a congeladora que se deja sentir en MUCHOS buffets de Lima.

Renzo dijo...

Estimado Diego

Me alegra leer que te fue bien en el Swissôtel. Siempre pongo las manos al fuego por ellos.

No tiene nada de malo comparar, al final cada quien tiene sus favoritos.

Saludos

Renzo dijo...

Estimado anónimo

Así es. Para ser un hotel cinco estrellas deja mucho que desear. Me da pena ver que después de tantos años no hay mejorado. Al contrario

Saludos

PS: A Dánica no lo visito desde el año pasado. Igual me preocupa ver que se está expandiendo y eso pone en riesgo su calidad.

Renzo dijo...

Estimado Greglim

En cuanto a los delfines sí es una situación lamentable que en su momento tuvo la aceptación de muchas personas que pensaban era un show divertido...

Increíble que luego de 12 años mantenga una calidad tan baja.

Saludos

Renzo dijo...

Estimado Daniel

Ok, no creo que todos los ceviches de mercado sean malos es que me falta algo de calle. =)

Saludos

Gabriela dijo...

Qué lástima que no lo pasaras bien. Realmente por ese precio, y con el cartel de sus cinco estrellas, no te esperas algo así. Tan decepcionante como el debut de España en Brasil 2014.

Cyrano dijo...

Hay lugares que han perdido su encanto este es uno de ellos

Anónimo dijo...

Hola amigo, me intriga saber qué tal es HANA & SUMI, ¿Has ido? Con respecto a Los Delfines ese es el costo qué hay que pagar por ser mediocres (los del hotel). TENER MALA FAMA y perder clientes. En esta época en donde las redes sociales están en efervescencia NINGUNA EMPRESA se puede dar el lujo y el gusto de dar un mal servicio porque esas noticias vuelan; ya lo habrás notado: en otros "posts" no hay muchos comentarios y en este hay varios, me incluyo.

Saludos

Renzo dijo...

Estimado Anónimo

Así es. El post con mi mala experiencia de Don Belisario sigue siendo el más leído y el más comentado. =(

He pasado un par de veces por Hana & Sumi pero por cuestiones de tiempo todavía no les hago una visita.

Saludos